lunes, 29 de diciembre de 2008

AGOSTO 2006-ANDALUCÍA Y PORTUGAL

En el verano de 2006 conocimos parte de la costa malagueña y gaditana, el algarve portugués y Lisboa.
La primera parada fue Elche, en Alicante para visitar a unos parientes de Javi. Pasamos allí un día enterito en la piscinita y luego por la noche nos sacaron de fiesta a una discoteca que se llama KKO en la que hacían una fiesta remember. Buah!! fue genial!!!!

Al día siguiente (resaca incluida) nos fuimos a Málaga, a estar 4 días en casa de la tía de Javi, y como no, a la feria de Málaga, que para eso íbamos también. Dio la casualidad que unos amigos nuestros de aquí estaban en Torremolinos de vacaciones, así que por el día playita, estar con la familia e ir a la feria de día y de noche de fiesta en Torremolinos, en Puerto Marina y claro está la feria de noche. Esos días también lo pasamos muy bien.

Después de esto ya nos encaminamos hacia el hotel que teníamos reservado en Vejer de la Frontera. Es un pueblecito típico andaluz de calles estrechas y casas blancas como la cal donde en agosto se tiran ni más ni menos que 15 días de fiestas. El hotel se llamaba El convento de San Francisco, y como el nombre ya indica, antiguamente fue un convento. Es todo de ambiente rústico y las habitaciones están muy bien. También cogimos media pensión y se comía de lujo. Vejer está al borde de una colina y se ven unas vistas maravillosas desde allí. Es de la provincia de Cádiz y está al lado de Los Caños de Meca y de Barbate.


Vistas de Vejer de la Frontera (Cádiz)















Habitación del hotel Hotel Convento de San Francisco (Vejer)

GIBRALTAR-PLAYA DE BOLONIA-TARIFA. El primer día se nos oscurrió la maravillosa idea de ir a Gibraltar y la verdad es que fue una equivocación. No por nada, sino porque precisamente ese día estaba lloviendo a Cántaros. Sólo puedes acceder desde Vejer por la nacional y claro lleno de coches que van a Tarifa a coger los ferrys y también lleno de camiones. Con deciros que un trayecto de 60 km tardamos 4 horas en hacerlo. DESESPERANTE.


A las tres de la tarde llegamos a la Línea de la Concepción, que es donde está ya la aduana con Gibraltar. Aquí también estuvimos haciendo una hora y pico de cola para entrar. Al final, Javi y yo nos cansamos y decidimos aparcar el coche fuera e ir andando, porque si no, no entrábamos.

Después de pasar la frontera puedes coger alguno de los buses para que te lleven al centro, o bien patear. Nosotros decidimos patear porque después de tanto coche estábamos hartos pero está bastante lejos. Fuimos a coger el telesférico para subir arriba del peñón, donde están los famosos macacos, hay también una hermita, unas cuevas y algo más, pero nos quedamos con las ganas porque eran ya las 5:00 de la tarde y ya había salido el último. Joder con los guiris!!! Entiendo que ese sea el horario en invierno pero en verano... que aún quedan más de 4 horas de luz...En fin, no tuvimos más remedio que pasear por el centro. No está mal. Son calles peatonales y los indicadores son como los que hay en Londres y Dublín, y por supuesto todo en inglés. Lo bueno es que no tienes que cambiar moneda ya que puedes pagar con euros y te devuelven el dinero en euros también. Aprovechamos para mirar tiendas, dar un paseo, etc. Compramos tabaco para nuestros padres pero nos pareció que tampoco valía tanto la pena porque sólo era un poco más barato que en España.
Merendamos en un Burguer King y ahí sí se notó que estábamos en Inglaterra, porque la verdad es que se disparaba el precio.

Sobre las 6:30 salimos de allí y nos fuimos a la playa de Bolonia, que está cerca. Hay unas ruinas romanas que son muy interesantes de visitar y la entrada, no recuerdo el precio pero era muy barata (entre 1 y 3 €).








Ruinas de Bonolia
Después fuimos a Tarifa, el paraíso del surf, con sus larguísimas playas de arena fina y blanca. Como ya era algo tarde fuimos a dar un paseo por la playa pero no nos bañamos. Lo que sí aprovechamos fue para confundirnos con el gentío en el casco antiguo, que recuerda un poco a alguna ciudad de Marruecos. Es normal porque durante muchos años Tarifa ha tenido mucha influencia árabe, y la sigue teniendo porque cogen allí los ferrys para pasar el estrecho.
Nos tomamos un batido de frutas riquísimo en un sitio que me pareció muy curioso. Era como un café-biblioteca, lleno de mesitas blancas y estanterías con libros, donde poder disfrutar de un buen batido, té o café y también de un buen libro. Lástima que no recuerde el nombre...Después de esto volvimos al hotel.


VEJER-PLAYA DEL PALMAR-LOS CAÑOS-BARBATE. Por la mañana aprovechamos para ver el pueblo, que es precioso. Íbamos a hacer una visita guiada pero estuvimos esperando al guía una hora y nos cansamos de esperar, así que la hicimos por nuestra cuenta. Después fuimos a la playa del Palmar, que pertenece a Vejer y nos dimos un bañito en una calita muy pequeña en Los Caños. Comimos pescaíto frito en un bar cerca de la playa. Después de esto fuimos a Barbate y paseamos por sus enormes playas. Nos bañamos también aunque el agua estaba muy fría y después dimos un paseíto por el paseo marítimo y tomamos un helado.














Playa de los Caños de Meca Playa de Barbate
CHICLANA DE LA FRONTERA-CADIZ-EL PUERTO DE SANTA MARÍA-JEREZ DE LA FRONTERA.




En chiclana dimos un paseo por el pueblo y en la oficina de turismo nos dieron algunas pautas. Habían muchos museos que podían estar bien pero nosotros no visitamos ninguno. Tiene unas playas muy hermosas también, especialmente recomendable la zona de Sancti Petri y Novo Sancti Petri.





Glorieta en Chiclana
Después llegamos a Cádiz, que nos encantó. Tiene un casco antiguo precioso y una bahía de lindas aguas azules. Además había una especie de mercadillo medieval dentro de las murallas y con el calor que hacía se agradecía pasear por allí ya que estaba a la sombra y corría una brisita que daba gusto. La catedral también es muy bonita y los monumentos que hay al rededor. También es la zona de compras y aprovechamos para comer por allí. Después nos fuimos al Puerto de Santa María. El problema que tuvimos fue que nos encontramos con todo cerrado, normal porque eran las 3:00 de la tarde. Estuvimos dos horas
Catedral de Cádiz
caminando por las calles encontrar la oficina de turismo pero fue imposible. No sé si es que somos muy torpes o es que estaba cerrada y por eso no la vimos. Me inclino más por la segunda opción. Sólo pudimos ver el Palacio de los duques de Medinaceli por fuera y nos tomamos un heladito.















Alcázar de Jerez de la Frontera

Acabamos la tarde en Jerez de la Frontera, que
también es muy bonito. Paseamos por el casco antiguo y visitamos el Alcázar un palacio árabe parecido a los palacios que podemos encontrar dentro de la Alhambra, que también os recomiendo.





Baños árabes del Alcázar






Al día siguiente ya partimos hacia el Algarve. La primera parada era Faro. Para Portugal sí que no teníamos ningún alojamiento reservado, íbamos a la aventura; si encontrábamos hotel, bien y si no, pues nos iba a tocar dormir en el coche, pero tuvimos suerte y siempre encontramos sitio. Pasamos una noche en Faro, otra en Lagos y tres noches en Lisboa.

FARO-OLHAO-TAVIRA. En Faro no tardamos en encontrar hotel y además al lado del casco antiguo. Era un hotel muy modesto con muebles muy viejos pero costaba 40 € la noche la habitación doble con desayuno, así que qué mas se puede pedir. El coche se podía aparcar en la calle y no habían problemas de aparcamiento ni de día ni de noche. Como era la hora de comer, primero llenamos el estómago en un Mcdonald's, que fue lo primero que vimos. Después, con un sol de justicia nos dedicamos a pasear por el casco antiguo que estaba un poco muerto seguramente por las horas que eran y nos fuimos a la playa. Si las playas de Cádiz tienen agua fría, las de Portugal están congeladas. No sabéis lo que nos costó a Javi y a mí entrar en el agua, pero es que en el sol no se podía estar así que nos armamos de valor. También paseamos por los chiringuitos del paseo. Después nos fuimos a Olhao. En un artículo que leímos en una revista, que fue lo que nos hizo decidirnos a hacer estas vacaciones, nos aconsejaba visitar el casco antiguo de este pueblo, que por lo visto es precioso, pero lo cierto es que nosotros no lo encontramos. Derrepente, con nuestra habilidad para meternos en sitios chungos, nos vimos en una calle con un montón de Subsaharianos que no nos inspiró demasiado confianza. Así que pisamos el acelerador y desaparecimos de allí. La siguiente parada fue Tavira. Es un pueblo muy bonito, con un pequeño río que lo atraviesa y después volvimos a Faro, que ya si se notaba ambiente.

Lo bonito de estos pueblos es verlos en sí. Si vais a la oficina de Turismo os darán un mapa e itinerarios para hacer y como en todas partes habrán museos para visitar, pero a nosotros no nos interesaban.
LAGOS-PORTIMAO. Llegamos a Lagos a medio día. Otra vez a buscar hotel. Esta vez no fue tan fácil como en Faro, nos costó bastante más. Al final encontramos unos apartamentos que se podían alquilar. Algunos tenían cocina pero nosotros elegimos una habitación normal con baño, porque la cocina no la necesitábamos. Eran muy pintorescos y tenían unas buenas vistas. Nos costó lo mismo que en Faro. La verdad es que no recuerdo el nombre de los hoteles pero si buscáis por la zona no hay mucha diferencia de precios de un sitio a otro y además están muy bien. Visitamos el pueblo, aprovechamos para comer y fuimos a Portimao. En Portimao está La Praia da Rocha, una playa con grandes rocas e incluso una pequeña cueva con entrada y salida al final que es una pasada. Es preciosa, como podéis ver en las fotos. Después de la playa volvimos a Lagos. La zona peatonal es también muy bonita y con mucho ambiente de día y de noche. De día hay muchas tiendecitas, puestos y pintores callejeros. Yo me enamoré de un cuadro y pensamos "vamos a dar una vuelta
Calles de Lagos
y ahora volvemos" pero cuando volvimos el pintor ya no estaba. No sabéis lo que me arrepentí de no comprarlo... Por la noche está lleno de restaurantes y bares de copas. Al lado de la zona peatonal hay también una parte de la muralla y una pequeña fortaleza desde la que se pueden ver vistas. Creo que la entrada era gratis pero si hay que pagar era 1 € como mucho.






Praia da Rocha (Portimao)
LISBOA (3 días)

Al día siguiente ya tiramos hacia Lisboa, donde estuvimos los tres últimos días de las vacaciones. Al llegar, nos costó mucho encontrar hotel, pero al final encontramos un Ibis que costaba 57 € por noche, nosotros cogimos habitación para dos noches. Allí os podéis mover bien con el transporte público. Hay buses, metro y tranvía y funcionan bastante bien. Los tranvías son antiguos, muy guapos. Había una boca de metro cerca del hotel, así que dejamos el coche aparcado. La calle era de zona azul pero recuerdo que por poco dinero podías dejar el coche un montón de horas. Lo que os recomiendo es que vayáis a una oficina de turismo o a un kiosko informativo porque allí os darán un mapa con los sitios más interesantes para ver, os darán bonos para transporte y también descuentos en entradas a museos y otras atracciónes, o también para el bus turístico. Si sigues el itinerario que te marcan por el Centro histórico lo veréis bien y no os dejaréis nada. El centro histórico es precioso, que al igual que Lisboa es muy monumental, en cualquier sitio te encuentras con una escultura, la mayoría de estilo renacentista. Hay un edificio muy curioso que se llama la Casa dos Bicos. Por dentro es una oficina pero la fachada está llena de pinchos.










Casa dos Bicos
Más alejado del centro está el Castillo de San Jorge desde donde tendréis una maravillosa panorámica de la ciudad y también el mirador de Santa Lucía, que es una catedral que tiene también un mirador. Cuando llegamos nosotros estaba cerrada pero las vistas son las mismas que desde el castillo.













Mirador de Santa Lucía
Y he aquí otra recomendación muy importante. NO VAYÁIS A UN HOSPITAL PORTUGUÉS!!!! Resulta que como yo iba con chanclas todo el día, después de la caminata me salió una ampolla del tamaño de un camión. Como no quería que se me reventara y se me infectara busqué un ambulatorio para que me la curaran un poco pero no encontré ninguno. Entré en una farmacia pero se limitaron a darme unas tiritas. Pasamos por delante de un Hospital y decidimos entrar pero aquello era peor que tercermundista, no encuentro palabras para describirlo. Estaba sucio, olía fatal, la gente que había tenía muy malas pintas, y después de esperar 1 hora sin que nadie nos atendiera, nos dio yuyu y nos marchamos de allí. No sé como será el resto pero ese... Horrible.

El segundo día estuvimos en la Torre de Belém, el Monumento de los Descubrimientos, el Monasterio de los Jerónimos y el Parque de las Naciones. La Torre de Belém es una torre que antiguamente era una fortaleza. Hoy se puede visitar por dentro y subir para tener una panorámica, encontraréis algunos cañones y alguna pequeña exposición de armas antiguas. El Monumento de los Descubrimientos está a 100 o 200 metros andando desde la torre. Un poquito más lejos está el Monasterio, que tiene un patio super bonito. A estos sitios fuimos en coche porque estaba alejado pero seguro que el transporte también llega bien hasta allí. Después fuimos al Parque de las Naciones, que es donde hicieron la Expo de 1998. En el parque hay un centro comercial muy bonito, un museo de la ciencia, unas cabinas telesféricas para 4 personas que ofrecen una vista general del parque y un trenecito. Ah!! y el Oceanario. El Oceanario es un acuario que es una pasada. Está dividido en varias fases y cada fase es un océano. En cada una de ellas podemos encontrar los animales típicos de esos hábitats, también los de algunos mares. A parte de eso hay pingüinos
Torre de Belém
y nutrias y hay un enorme acuario central donde hay tiburones y un montón de peces más, vale la pena verlo porque es impresionante. Nosotros cogimos un ticket que valía 16 € persona que incluía entrada al museo de la Ciencia, al Oceanario, a las cabinas telefónicas y al trenecito. Ya ves, aquí en Barcelona la entrada al Aquàrium ya te cuesta 15 € por lo menos.















Monumento de los Descubrimientos Patio Montasterio de los Jerónimos
Nosotros después de ver el Oceanario se nos hizo tarde y tuvimos que volver al hotel.





Al día siguiente, nuestro último día de vacaciones, volvimos al Parque de las naciones para subir a las cabinas y después de esto, como somos muy futboleros, fuimos a ver el estadio del Benfica (el estadio da Luz) y el del Sporting de Lisboa, el José Alvalade. Los dos están muy bien, el Benfica tiene visitas guiadas pero el día que fuimos nosotros no habían (qué mala suerte) y el del Sporting tiene un centro comercial super guapo. En la tercera planta de este centro es donde están
Oceanario
todos los restaurantes. Són como si fueran puestos todos en círculo y las mesas en el medio, por lo que puedes coger por ejemplo un trozo de pizza del Pizza Hutt, unos tallarines del Wok y una ensalada mexicana, por ejemplo. Está genial.

Ah!! No os he contado una cosa: para acceder a Lisboa hay que cruzar el río Tajo y para ello lo puedes hacer por dos puentes. Uno es rojo y se llama Puente del 25 de Abril y el otro es como el doble de largo que este y se llama Puente de Vasco da Gamma, que se hizo para la expo. En el 25 de abril hay cabinas de peaje pero estaban abiertas cuando fuimos nosotros y no había que pagar ni a la entrada ni a la salida. En el Vasco da Gamma no pagas a la salida pero sí a la entrada un pequeño peaje, así que el truquito está en entrar por uno y salir por otro, así pasas por los dos.




Puente 25 de Abril
Lo último que vimos fue el Cristo Rei, que está a las afueras de Lisboa, en una ciudad que se llama Almela. Es como la famosa estatua de Río de Janeiro pero más pequeña y más nueva. Puedes subir arriba del todo con un ascensor para poder tener vistas de Lisboa. Nosotros no subimos pero desde el pie de esta estatua hay una vista perfecta del puente del 25 de Abril.














El Cristo Rei
Y nada ya a volver a casa con toda la pena, que se acabó lo bueno...





















































































































































ABRIL 2006-VALL D'ARAN

En Semana Santa de 2006 fuimos a la Vall d' Aran, nosotros que lo tenemos cerquita y que al estar en ciudad, necesitamos tanto el aire puro de las montañas.

El hotel lo teníamos en Barruera, un pueblecito típico de montaña a sólo 4 km de Boí y a sólo 8 de la conocida estación de esquí Boí-Taüll. Se llama Farre d'Avall y lo lleva una familia: padre, madre e hija. Os lo recomiendo porque os van a tratar como si fuerais de la familia. Es pequeñito, tiene sólo 17 habitaciones pero está genial. La habitación que teníamos nosotros era como un pequeño apartamentito pero sin cocina: al entrar te encontrabas con el sofá, una mesita de centro, el mueble con la tele y una mesa con 4 sillas. A la derecha había una puerta y estaba la habitación con la cama, el armario y el lavabo. La habitación era abuardillada. Nosotros pillamos la media pensión: cena y desayuno y no recuerdo bien el precio pero creo que por las cuatro noches que estuvimos fueron poco más de 200 €. El desayuno siempre tenías pan de payés tostado y lo podías untar con mantequilla y mermelada, miel o bien ponerle aceite y ajo y comerlo con embutidos de la comarca. También habían pastas, zumos, leche, café y batido de cacao. A la noche siempre había menú con primer y segundo plato pero la chica ya te decía que si no te gustaba lo que había, te hacían una tortilla o un bistec con patatas o una hamburguesa...vamos lo que quisieras.

Hotel Farré d'avall
Os voy a contar lo que vimos los tres días que pasamos allí, porque al 4º después de desayunar ya nos volvimos a casa.
PRIMER DÍA. El primer día dimos un paseo por el pueblo, fuimos a Boí, Taüll (comimos aquí en un bar de menú súper bien de precio) y vimos algún pueblo más de la zona. También aprovechamos para ir a Andorra porque quedaba muy cerquita.

SEGUNDO DÍA. Fuimos por el Port de la Bonaigua, un puerto de montaña hasta Baqueira. En un recodo del puerto paramos el coche y nos pusimos a jugar un rato con la nieve, a lanzarnos bolas y tal. En Baqueira está la famosa estación Baqueira-Beret donde va la familia real española cada año a esquiar. A nosotros nos encanta la nieve pero eso de esquiar no se nos da nada bien... Estuvimos también en Salardú, en Bossòst y bajamos hasta Vielha, que es la capital de la Vall

d' Aran y el pueblo más grande de la zona. Aquí comimos y pasamos la tarde paseando. Después ya volvimos al hotel porque hacía bastante rasca!!!
Iglesia Santa Maria de Taüll
TERCER DÍA. Hay un parque natural por la zona que es el Parc Nacional d'Aigües Tortes y hay una zona donde hay dos enormes lagos llamados los Llacs de Sant Maurici. Quisimos ir a verlos, pero el coche no nos funcionaba muy bien y lo que hicimos fue hacer un itinerario diferente: dejamos el coche en los aparcamientos y nos hicimos una excursión de dos horitas por la montaña que no estuvo nada mal. También pudimos ver algún lago, por ejemplo l' Estany de la Llebreta (El Estanque de la liebrecita) y cascadas, un sitio precioso. El camino estaba muy bien indicado y en dos puntos del recorrido había
Cascada en Aigües Tortes
una caseta de información que te ayudaban en cualquier cosa que necesitases. Al final del recorrido había un mirador desde el cual se veían unas vistas deslumbrantes. Se podía subir en una especie de Jeeps, creo que costaban 8 € por persona, pero como nos pareció un poco caro y nosotros somos unos machotes pues ala, caminando que fuimos. Una vez llegado arriba pensé que els Llacs de Sant Marurici quizás no estaban lejos y a lo mejor con una hora más de camino llegaríamos pero en información nos dijeron que estaban a más de 6 horas y que había que hacer el recorrido preparado, incluso con raquetas en los pies porque había nieve y hielo, así que lo dejamos pasar. Con esas dos horas ya tuvimos suficiente.

Nos comimos a la orilla del estanque los bocatas que nos preparó la amable señora del hotel y descansamos un poco, pero nos duró nada y menos porque se nubló, se levantó viento y pensamos: "mejor volvemos que a ver si va a caer la de Dios" y menos mal que lo hicimos porque nada más llegar al coche empezó a llover pero bien. Llegamos al hotel exaustos pero muy contentos.
Estany de la Llebreta

Al día siguiente cuando nos levantamos, ya tuvimos que volver a casa. Aquí acaba otra de nuestras andanzas.







domingo, 28 de diciembre de 2008

OCTUBRE 2005-CUENCA

En octubre de 2005 Javi y yo decidimos pasar un fin de semana en Cuenca, una preciosa ciudad que no debéis dejar de visitar.

Lo cierto es no se necesita mucho tiempo para visitar la ciudad. Lo podéis hacer en medío día y ver las famosas Casas Colgadas y al día siguiente podéis ver el nacimiento del río Cuervo y la ciudad encantada.
Para llegar a Cuenca hasta Teruel, muy bien, porque vas por autopista o autovía, pero una vez llegas a esta provincia has de ir por carreteras comarcales y tardas más.

En la oficina de turismo os darán un plano de la ciudad con un itinerario por la parte antigua. Es lo más recomendable para verla. También había visitas guiadas, pero hay que pagar y han de ser grupos de más de 10 personas, creo. Nosotros la hicimos por nuestra cuenta. Nos encantó, es una cuidad muy bonita. Las Casas Colgadas impresionan, al estar al borde de un precipicio, parece que se vayan a caer. Dentro albergan un restaurante-mesón y un museo de arte abstracto. Sólo las vimos por fuera. La mejor vista que tienes de ellas es desde el Puente de San Antón, un puente colgante fijo desde el que se ven unas buenas vistas, no recomendado para las personas que padezcan vértigo porque la verdad que da un poquito de cosa...





Casas Colgadas

También es bonita la Catedral y el parador nacional, que antiguamente era un convento.








Al día siguiente visitamos la ciudad encantada. Es
Puente de San Antón
un paraje repleto de rocas que el tiempo, la lluvia, el viento y la erosión ha convertido en formas realmente curiosas: por ejemplo hay una en forma de seta, otra en forma de cara de hombre, etc. Hay algunas en las que tienes que ponerle un poco de imaginación pero en otras lo ves enseguida, es realmente sorprendente.

Después de ver la ciudad encantada, nos fuimos a ver el nacimiento del Río Cuervo. No está muy bien indicado y nos costó encontrarlo. Dimos con el sitio, pero lo que es el nacimiento, es decir por donde sale el agua, no lo vimos por ningún sitio. Yo esperaba que fuera algo así como las Fuentes del Río Llobregat, pero no. Al menos nosotros no supimos encontrarlo. Pero vale la pena ir sólo por los parajes que lo rodean, tan verde, es un sitio precioso.
Rocas de la Ciudad Encantada


Después de esto ya nos encaminamos de vuelta a casa. La anécdota del viaje fue que en una de estas carreteras, asfaltadas pero perdidas de la mano de dios, en el momento en que menos lo esperábamos, nos encontramos de bruces con dos ciervos en medio de la carretera. Suerte que Javi no iba deprisa y pudimos frenar a tiempo, pero nos llevamos un buen susto. Los animales nos miraron, se dieron la vuelta y salieron corriendo. Nos pareció maravilloso poder ver a estos animales tan bellos en absoluta libertad, nosotros no estamos acostumbrados a esto. Esta foto que os adjunto es justamente unos minutos antes.


Y qué decir de la comida. La verdad es que se come genial y por muy buenos precios. Lo más recomendado es la carne de caza: ciervo, jabalí y la perdiz pero también hay otros platos muy sabrosos, por ejemplo el morteruelo, migas, el ajoarriero, hecho de bacalao y truchas de los ríos cercanos.
Otra buena experiencia que añadir.

AGOSTO 2005-TENERIFE

En agosto de 2005 estuvimos en Tenerife. Es una isla muy bella, aunque según lo que vayas buscando puede ser que no te guste. No busques playas de arena blanca y fina y aguas cristalinas, porque no las encontrarás. Más bien todo lo contrario: playas de arena negra o color ceniza y en muchos casos, con piedras.

Este viaje lo hicimos con 4 personas más y lo cierto es que lo pasamos genial. Lo organizamos mediante agencia de viajes y ha sido el último que hemos organizado así porque el resto ya siempre lo hemos hecho por nuestra cuenta.

El hotel lo elegimos en la zona sur, en Costa Adeje. Normalmente la gente elige los hoteles en la zona norte, en Santa Cruz de Tenerife, pero nos recomendaron que fuéramos al sur, porque allí siempre hace mejor tiempo. Y es verdad porque las veces que subimos al norte hacía más fresco y estaba nublado.

Tenerife es una isla de contrastes. Puede ser que haga un sol magnífico y que derrepente se nuble y empiece a llover. O se levante un viento de mil demonios, por lo que os recomiendo que siempre llevéis a mano una chaquetilla por si las moscas. Donde más diferencia de tiempo y temperaturas hay es de norte a sur.

PRIMER DÍA. Aprovechamos para descansar en la piscina del hotel. Era precioso. Se llamaba Costa Adeje Palace, por si alguien le interesa. Por la tarde cogimos un minibus que salía del hotel cada media hora y que te llevaba al pueblo gratis. Estuvimos paseando por el paseo marítimo y buscando alguna manera de alquilar un coche. Tuvimos muchos problemas para encontrar una agencia que nos alquilara, ya que pedían una edad mínima de 26 años y tres años de carnet. De los seis que íbamos sólo tres tenían y ninguno sobrepasaba los 20 años. Llamamos a la guía que nos habían asignado esos días para ver si nos
Vistas del hotel
podía echar una mano, y al final consiguió que nos alquilaran dos coches. Al día siguiente a medío día nos los darían. Y nosotros más contentos que unas castañuelas, porque claro, moverte por Tenerife sin tener coche es bastante rollo.

SEGUNDO DÍA. Bajamos a desayunar al hotel. El desayuno constaba siempre de buffet y era impresionante. Podías comer de todo lo que podáis imaginar. Nos pegábamos unos desayunos que no veas, con deciros que luego casi no comíamos nada en todo el día. Estuvimos un rato haciendo tiempo en la piscina y después fuimos a la recepción donde quedamos para que nos entregaran los coches. En verdad las personas que nos los alquilaron nos resultaron muy sospechosas, parecíamos mafiosos haciendo trapis, jajajaja. Hicimos el papeleo, dimos 400 € cada coche de fianza que nos sería devuelta cuando devolvieramos los coches, siempre que no tuvieran ningún daño y nos entregaron las llaves. Apretón de manos y hasta luego. Cuando vimos los coches nos morimos de la risa: 2 renault clio del año la quica, hechos polvo. El nuestro para abrir la puerta del copiloto, había que entrar por la puerta del conductor y darle un golpe para que se abriera el pestillo, pa flipar. No tenía bandeja trasera y por supuesto no tenía radiocassette. Vamos, que tenía volante y ruedas porque era imprescindible que si no... Y el otro tres cuartos de lo mismo. Lo primero que hicimos fue tirar para el parque nacional del Teide y visitar la zona.

Era muy bueno viajar en estos coches, porque cuando lo ponías a 100 parecía que iba a despegar, empezaba a temblar el coche entero y ya no os cuento cuando había que subir una cuesta, casi nos tenemos que bajar a empujar!!! Bueno al fin llegamos al Teide y estuvimos andurriando por la zona. Es un sitio muy guapo, con rocas con formas curiosas efecto de la erosión del viento. Las vistas son impresionantes también. Tuvimos la suerte de que hiciera un día soleado y como estás tan alto, estás por encima de las nubes.
El resto del día lo dedicamos a ver el valle de la Orotava, Icod de los Vinos donde se encuentra el árbol más famoso de la isla: el Drago milenario y demás pueblecitos encantadores, entre ellos Garachico.




TERCER DÍA. El segundo día por la tarde, Javi y yo dijimos que nos apetecía mucho ir a La Gomera pero al resto no les apetecía, preferían ir al Loroparque, que es un parque con delfines, acuarios, focas, etc. donde también hacen espectáculos con loros. Así que al día siguiente nos sepatamos: Javi y yo nos fuimos a La Gomera y el resto de la people al Loroparque.
El Drago Milenario
El autocar nos vino a buscar a las 6:45 de la mañana y a las 8:15 ya estábamos embarcando rumbo hacia la isla. Era un barco grande, estilo Transmediterránea. La guía nos dijo, que como era un día muy despejado y el mar estaba tranquilo es posible que pudiéramos ver delfines e incluso ballenas, aunque no era seguro. Y vaya si los vimos!!! Los que mejor se dejan ver siempre son los juguetones delfines, que van saltando en proa siguiendo al barco. Las ballenas ya, es más difícil, se dejan ver pero de lejos. Aunque nosotros vimos durante la hora y media que duró el viaje dos grupos de ballenas: uno de lejos y otro más de cerca. Nos podemos considerar afortunados porque son un poco difíciles de ver. De hecho hay excursiones que te llevan todo el día en barco a ver las ballenas. Pero mis padres, que habían estado hacía dos años, no me la recomendaron, porque dijeron que si hace mal tiempo, acabas echando hasta la última papilla, el barco se mueve mucho y tampoco se ven bien. Así que hicimos dos en uno!!!
A las 10:00 ya estábamos desembarcando en La Gomera en el puerto de San Sebastián, que es la capital y nos recogió el autocar para llevarnos a hacer el recorrido por la isla. También está llena de contrastes porque al lado de la playa está seco y conforme vas subiendo va siendo más y más verdes hasta que llegas hasta el Parque de Garajonay que parece una selva. Es precioso. Eso sí, el viaje en autocar acojona un poco, porque va subiendo por una carreterita super estrecha y ves los barrancos y dices: Dios mío, como el Autocar derrape nos vamos a tomar viento!!! pero las vistas son impresionantes y vas viendo la playa cada vez más pequeña. La primera parada fue una tienda de artesanía y la segunda parada ya fue el Parque de Garajonay. Mientras, la guía iba explicándonos un montón de cosas acerca de la isla, sus costumbres, etc. También hay zonas, conforme vas subiendo que parecen escalones la montaña. Ahí plantan cosas los campesinos y se hicieron así porque la isla es tan abrupta que es imposible hacerlo de otra manera, ya que apenas hay terreno llano. En el parque puedes hacer varios itinerarios de senderismo, pero está todo muy protegido. También hay numerosos paneles informativos sobre la fauna y flora autóctonas. Ya bajando el autocar nos dejó en un restaurante. Allí probamos una sopa típica hecha de un tronco de árbol, que estaba muy sabrosa, de segundo carne especiada y de postre, cómo no, plátano frito. Al acabar la comida, nos hicieron una demostración del silbo gomero, que es un silbido que usaban los campesinos para comunicarse de un acantilado a otro. Aún lo usan los más mayores pero lo cierto es que se ha perdido bastante. Es muy curioso ver cómo se entienden, cada sonido es una palabra.
Un roque en La Gomera
Después de comer el autocar nos llevó a la capital y nos dejó una hora libre, que aprovechamos para visitar la ciudad (que es muy pequeñita). A las 17:00 ya nos estaba esperando el barco para volver a Tenerife. Durante el trayecto de vuelta no vimos ballenas ni tampoco delfines. Como el autocar tenía que ir dejando a toda la gente en los hoteles, y nuestro hotel era el último llegamos a las 8:00 de la tarde, super cansados, pero muy contentos por la excursión.
CUARTO DÍA. Este día lo dedicamos a ver el norte de la isla. En Santa Cruz, como no, estaba nublado y hacía bastante fresco. Estuvimos viendo la ciudad y comimos en un restaurante, donde aprovechamos para probar las especialidades de la isla, como las papas arrugás y el mojo picón, tanto el verde como el rojo, que os recomiendo porque están buenísimos. Yo incluso compré un poquito para traerme a casa. Por la tarde hicimos compras.También vimos los Lagos Martiánez. Son unas piscinas naturales muy bonitas, que vimos de lejos, porque aunque había bastante gente, el tiempo no acompañaba demasiado para darse un baño.
QUINTO DÍA. Este día nos tiramos casi todo el día en el hotel en la piscina y en la playa. Sobre las 17:00 Javi y yo decidimos salir un rato, pero los demás decidieron quedarse en el hotel. Fuimos a La Candelaria, donde hay una iglesia y un paseo marítimo lleno de estatuas. Al final de este hay una cuevecita donde rompen las olas, muy bonita también y fuimos a ver también La Orotava, que aunque habíamos estado hacía un par de días por allí, no habíamos parado en el pueblo. Dimos un paseo y ya se hizo la hora de volver al hotel.
SEXTO DÍA: Este día bajamos a la Playa de las Américas, dimos una vuelta por allí y pasamos el resto del día en el hotel, ya que era nuestro último día y teníamos que preparar las maletas. Ah! Y por supuesto teníamos que devolver nuestros "lujosos y veloces" coches. Esa misma noche nos llamaron los que nos los habían alquilado y nos dijeron que dejáramos la llave en la recepción del hotel y que ellos la retirarían, pero como no nos fiábamos ni un pelo y además nos tenían que devolver los 400 € por coche que habíamos dejado de fianza, decidimos dárselas al día siguiente cuando los viéramos. Al día siguiente vinieron a la recepción les dimos las
Iglesia de La Candelaria
llaves, ellos el dinero y todos tan felices.
En cuanto a vida nocturna no os puedo decir mucho. Fuimos un par de noches a La Playa de las Américas a un sitio que había un montón de pubs. No estaba mal, pero habían muchos guiris y era música de guiris. Seguro que en Santa Cruz está mucho mejor, pero nosotros compramos bebida y preferíamos quedarnos en el hotel bebiendo y echando alguna partida a algún juego.
Y nada, aquí acaban nuestras vacaciones en Tenerife.

JULIO 2005 RESERVA AFRICANA-CARCASSONE

El primer viaje que hicimos juntos fue durante un fin de semana a la reserva africana de Sigean (a 20 km de Perpignan) y Carcassonne. Como vivimos en Barcelona, el trayecto es corto.

La primera parada fue en la reserva africana. La verdad es que vale la pena, especialmente a la gente, que como nosotros, nos encantan los animales. Tienes la posibilidad de poder ver a animales africanos campar alegremente a sus anchas y eso no es algo que se pueda ver todos los días. Es fácil de encontrar, ya que está muy bien indicado. El recorrido se hace íntegramente en coche. No puedes ir a más de 10 km/h y sólo puedes parar en los sitios marcados para ello. Tampoco puedes bajar del coche ni bajar las ventanillas, aunque hay zonas en las que sí puedes hacerlo porque no hay peligro.Al llegar veréis una taquilla, allí tendréis que pagar el ticket (en 2005 nos costó 21 € por persona), os darán un mapa de la reserva con el itinerario marcado y las normas. Empieza la aventura!!


Lo primero que nosotros encontramos fueron las avestruces. Son muy curiosas, se acercan a los coches, miran por las ventanillas,... Son súper graciosas, pero tened cuidado porque también son muy traviesas!!! A nosotros nos dieron varias veces con su pico en el retrovisor y en el cristal. En esa misma zona también podréis ver todo tipo de impalas, antílopes y cosas por el estilo, ñus y girafas. Nosotros no tuvimos la suerte de podeer, verlas, estarían paseando por otro sitio. A continuación podréis ver cebras, rinocerontes y dromedarios. Los rinocerontes los vimos de lejos pero los demás animales estaban muy cerca. Alguna parada también tuvimos que hacer para que pasara algún animal o bien porque estaban en el medio de la carretera, pero resulta muy divertido y así también tienes tiempo para hacer fotos.







Casi al final del recorrido está la zona peligrosa donde se encuentran los osos y los leones. Aquí sí está prohibido tener bajada la ventanilla, si no quieres quedarte sin un brazo, por lo que las fotos las has de hacer a través del cristal. Los osos son osos negros americanos y vimos a dos cachorros jugando y chapoteando en una charca. Eran preciosos. A la madre no la vimos por ningún lado. Un poquito más adelante estaban los leones. No vimos cachorritos, sólo unos cuantos leones y leonas adultos. Estaban inmóviles a la sombra de los árboles, no me extraña porque hacía muchísimo calor. Sinceramente fue impresionante porque estaban a pocos metros de nosotros y da un poquito de miedo porque piensas: "como el bicho este se cabree, verás", afortunadamente estaban muy tranquilitos y no ocurrió nada.


Después de esto encontraréis un sitio para aparcar el coche y el resto del itinerario lo deberéis hacer a pie. El resto es un zoo normal y corriente. Podréis ver los mismos animales que habéis visto en libertad y otros más: cocodrilos, chimpancés, koalas, guepardos, hienas y un lago enorme con flamencos y todo tipo de aves. Hay restaurantes y bares, pero también una zona de picnic, por si preferís llevar la comida.







Nosotros vimos la reserva entera incluido el zoo en unas 4 horas.







Estábamos alojados en Narbonne, así que después de visitar la reserva fuimos al hotel a alojarnos y descansar un rato y por la tarde fuimos a pasear por la ciudad. En dos horas tienes más que de sobras. Es bonita, pero es pequeña y tiene pocas cosas para ver: está el casco antiguo con un pequeño canal y poco más.

Al día siguiente fuimos a Carcassonne. Es una ciudad medieval enmurallada preciosa. Dentro está lleno de tiendecitas, bares, restaurantes y callecitas empedradas. Vale la pena visitarla, aunque en pleno verano puede ser un poco agobiante porque hay mucha gente. Para tratarse de Francia, con lo caro que es todo, no está mal a la hora de comer. Tienes varias opciones, pero nosotros preferimos tomar una pizza. Salimos a 15 € aproximadamente por cabeza contando las bebidas. No digo que sea barato, pero tampoco está tan mal. Nosotros pasamos unas 3 horas visitando la Cité, como la llaman allí y después visitamos varios pueblecitos de la zona.

En Fitou, por ejemplo hay un castillo que puedes visitar, en el cual hacen itinearios y espectáculos de terror. Claro está hay que pagar para entrar. Nosotros sólo lo vimos por fuera, pero para la gente que le guste este tipo de experiencias creo que puede ser muy divertido.


Y bien, aquí acaba nuestro finde por parte de los países cátaros.