domingo, 30 de octubre de 2011

ESTONIA 7º DIA: ISLA DE SAAREMAA

18 DE AGOSTO DE 2011

 
Bien tempranito abandonamos Letonia para adentrarnos de nuevo en Estonia. Vamos de camino a Saarema, la isla más grande del país y que es más grande que Menorca; uno de los principales destinos turísticos para los estonios. Esta vez sí nos encontramos una aduana entre la frontera de Letonia y Estonia pero no hay absolutamente nadie; parece desierto. Mejor así, porque nadie nos molesta. Hemos decidido que como vamos con tiempo, pararemos un ratito en Parnu, ya que nos va de paso, la ciudad balnearia. El día acompaña, ya que hace un sol perfecto. Damos un paseo por el centro, que es muy pequeñito. No tiene nada, pero bueno, no está mal para hacer una parada si te va de paso, aunque lo más interesante allí son los diferentes balnearios que tiene; por tanto si queréis descansar y tener un buena sesión de spa, es una buena opción.  A más o menos un km del centro está la playa, muy parecida a la de Jürmala, pero un poquito mejor. Decidimos comer en Parnu en una terracita, ya que el día acompaña, aunque vemos un nubarrón negro amenazante que se acerca cada vez más. Efectivamente. En pocos segundos el nubarrón se cierne sobre nosotros y cae una tormenta gigantesca, así que nos metemos dentro del restaurante corriendo a seguir comiendo. Que por cierto vemos que tiene unos postres buenísimos. Aquí vemos a dos mujeres españolas, de Madrid y charlamos con ellas un rato.





Ahora ya es hora de tirar hacia Virtsu, que es desde donde sale el ferry hasta Saaremaa, que ya vamos con el tiempo justo. La verdad es que vamos más deprisa de lo que deberíamos: vamos a 80 km/h cuando deberíamos ir a 70 pero es que no queremos perder el ferry y tener que esperar 45 minutos. De repente un policía nos hace señas para que paremos. Mierda!! Nos habla en estonio y, claro, no nos enteramos de nada. Le decimos que Spanish y nos dice que no. Bueno, pues Englih. Tampoco. Al final por señas nos enseña un aparato y nos dice que íbamos a 84 km/h cuando teníamos que ir a 70. Ponemos cara de "perdónenos" y cuando vamos a darle toda la documentación y a preguntar cuánto cuesta la multa, nos dice que sigamos. "Seguro?" preguntamos, pero nos dice que sí. Pues hala, a seguir, aunque ahora ya más moderados de velocidad. Mejor perder el ferry que gastarnos el presupuesto en multas o peor aún, acabar en alguna comisaría estonia...



El día ha empeorado bastante desde que salimos de Parnu, no ha dejado de llover ni un momento y hace un poco de fresco.  Pasamos una especie de peaje en el que se compran los pasajes, los cuales nos cuestan 10.87 € los dos con el coche incluido. Cuando llegamos, el fery está justo saliendo, pero somos los primeros de la cola para el siguiente, que saldrá en 50 minutos. No hay wifi, así que no podemos navegar por internet. Yo aprovecho para leer en mi e-book y Javi, para echarse una siestecita. 50 minutos más tarde llega el ferry y salen todos los coches. Cuando han salido todos, entramos nosotros y después de dejar el coche entramos al ferry. Es muy parecido a todos los ferrys: como el que cogimos en Croacia o en Malta, pero la parte cubierta es mucho mayor a la descubierta, ¿por qué será? cuando salimos al exterior lo descubrimos: hace un frío que pela, mejor volvemos dentro. Además llueve, aunque no mucho. Pensábamos que ya que esta vez íbamos a ver alta mar, el agua iba a ser azul, pero no, sigue siendo marrón. Dentro del barco sí hay wifi así que aprovechamos para navegar por internet, yo con el portátil y Javi con su móvil. En 20 minutos ya suena la alarma para que volvamos a los coches para desembarcar. Ya estamos en Muhu. 


La isla de Muhu es muy pequeña y se atraviesa enseguida. Luego ya viene el puente encima del mar que lleva hasta la isla de Saaremaa, bastante guay de atravesar, la verdad. Saaremaa es igual que el resto del país: llano, con mucho bosque y carreteras secundarias a veces sin asfaltar. El sol vuelve a salir y todo lo hace más bonito. En menos de una hora estamos en Panga, donde pasaremos la noche. Si pensábamos que Panga era un pueblo, estamos muy equivocados otra vez. Panga no es nada, es una zona donde hay acántilados. Lo único que hay en unos cuantos kilómetros a la redonda en nuestro hostal. Pero la verdad es que la zona es muy bonita y el hostal también. Se trata de un hostal típico de montaña (aunque ahí de montaña, nada de nada) rústico, hecho completamente de madera. Pensaba que teníamos un bungalow de madera, pero no, es una habitación en el piso de arriba de lo que es la recepción-restaurante. La verdad ahí se tiene que comer de miedo, en especial el pescado, pero como ya empezamos a ir cortos de presupuesto, pensamos que mejor cenamos de nuestras provisiones. 


La habitación está muy bien toda de madera, y con unas preciosas vistas al mar. Eso sí, no tenemos tele, pero total para lo que sirve... Después de instalarnos vamos a ver los acantilados. Pensamos que están lejos y cogemos el coche pero la verdad es que no tardamos ni dos minutos. Hubiera estado bien haber ido dando un paseo, que con tanto el coche se me está quedando el culo plano. La zona es muy bonita y los acantilados están muy bien, aunque la verdad no son como los que salen en las fotos de Irlanda. Pero ya nos vale. Damos un paseo por la zona y la verdad es que se está muy bien, ya que el tiempo acompaña. Después cogemos el coche de nuevo para inspeccionar la zona y vemos una indicación de algo turístico. La seguimos. Seguimos varios carteles hasta que llegamos a una zona en la que ya no se puede seguir con el coche, así que lo dejamos y caminamos un poquito. Al lado del coche hay como unas escaleras de madera que alguien ha hecho y pasamos por al lado de una cosa que seguro que en su día fue un búnker. Saaremaa fue un sitio estratégico muy importante tanto para los nazis como para los rusos y se libraron importantes batallas allí. Enseguida nos encontramos con una zona con más acantilados, pero por ahí no hay nada. Damos una vuelta y nada. Volvemos al coche. Pero pensamos que tiene que haber algo, así que lo intentamos por segunda vez. Después de un rato por fin lo encontramos. Se trata de un montículo con una cruz. Eso es todo. Es un memorial a alguna desgracia que ocurrió en 2004, pero como lo pone en su idioma no me entero de nada. Hace gracia que cosas así las señalen tan bien y luego cosas mucho más importantes, las indicaciones brillen por su ausencia.



Entre una cosa y otra se hacen las 8 y decidimos volver al hostal, no sin antes dar un pequeño paseo por la playita que hay justo delante de nuestra ventana.

viernes, 14 de octubre de 2011

FOTOS DE RIGA Y ALREDEDORES





SIGULDA Y TURAIDA






















ESTONIA 6º DIA: LETONIA: ALREDEDORES DE RIGA

17 DE AGOSTO DE 2011


El día amanece despejado, soleado y con algo de viento. Nos vamos a Jurmala, que es la playa más importante del país, a unos 25 km de Riga hacia el oeste. Es curioso porque te hacen pagar una especie de peaje muy extraño de 1 lati (1,43 €).  Es raro porque vas por la autovía y de repente te encuentras como con una señal de prohibido el paso y te desvía a la derecha, donde hay un montón de parkímetros y varios policías. En sí, se puede seguir por la carretera, pero no queremos arriesgarnos, vaya a ser que tengamos problemas. Y digo yo, si es un peaje que pongan las cabinas en medio de la carretera, que es lo normal, digo yo. El caso es que nos paramos y como no sé cómo va, decido preguntarle al policía, quien afortunadamente habla inglés. Le pregunto qué hay que hacer y me dice que hay que meter una moneda de 1 lati en la máquina y sacar un ticket. Según el ticket tenemos de tiempo hasta las 11:30, pero no lo entiendo, ¿si quiero estar más rato tengo que volver aquí y sacar otro ticket? no tiene ningún sentido. El caso es que seguimos hacia Jurmala, aparcamos cerca del centro y miramos los coches a ver qué tickets tienen. Algunos son de hace tres días o muchas horas y parece no pasar nada; otros han debido de llegar más o menos cuando nosotros. Tampoco hay parkímetros a la vista, así que decidimos arriesgarnos. Yo no hice fotos en Jurmala, pero os pongo una foto sacada de la red para que os hagáis una idea. Eso sí, no sé en qué época harían la foto porque el día que yo estuve era 17 de agosto y la playa ni el día estaba a sí ni mucho menos.



Entramos en la calle principal: una calle peatonal larguísima, con algunas tiendas, pero sobretodo muchos bares, restaurantes, heladerías y disco-pubs. Ahora hay bastante gente, pero imagino que de noche debe haber bastant fiestuki por aquí. Está claro que es un sitio de veraneo, aunque sobretodo es autóctono, porque poca gente extranjera se ve por allí. Al final de la calle, girando a la izquierda, encontramos la playa. Está bastante bien, pero el agua es típica del mar Báltico: marrón y la arena es blanca y fina. Hay poca gente bañándose, porque no hace calor, pero supongo que ya están acostumbrados a eso o a la mínima que haya un rayo de sol aprovechan. Se está bien. A penas hay gente tomando el sol. La arena está muy dura, como si estuviera húmeda y hay muchas cosas en la arena: bares, restaurantes, chiringuitos, actividades varias, cosas para niños, parques,... No sé si eso está así durante todo el período estival o es que están de fiestas. (esta foto también está sacada de la red)


Después volvemos al coche, y tras comprobar con enorme satisfacción que sigue allí y que no ha habido ningún problema, ponemos rumbo a Sigulda. Sigulda es un pueblo (por decirlo de alguna manera, en sentido Báltico) con bastantes actividades para hacer y por lo visto bastante naturaleza, a 54 km hacia el noreste. Está en las inmediaciones del parque natural del Gauja. Hay una iglesia, una colina donde subirse y ver la panorámica, bastante recomendable y el castillo viejo y el nuevo. El castillo viejo está en ruinas y encima estaba en obras cuando fuimos nosotros, por tanto no pudimos ver mucho. Y el castillo nuevo es un edifico administrativo y en la planta baja alberga un restaurante. 



Pero lo interesante de Sigulda es la multitud de actividades que se pueden hacer, entre ellas Bobsleigh y subir a un telesférico o también (no sé cómo se llama esto) esto que te ponen un mono y te enchufan una corriente muy fuerte desde abajo y te va subiendo como si estuvieras volando. A nosotros nos hacía mucha ilusión el tema del Bobsleigh, es decir tirarse por un tobogán de hielo con una especie de carricoche. En invierno, tiene que ser mucho mejor, que ahora, pero bueno, nos tiraremos igual y en vez de por el hielo, vamos por el suelo con el carricoche con ruedas. Pero cuando llegamos al sitio (que cuesta bastante encontrarlo) nos dicen que solo funciona los sábados y domingos y hoy es miércoles. Así que nos quedamos con las ganas, menuda desilusión. Buscamos el telesférico pero cuando lo encontramos pone que está fuera de servicio. Vaya que no sé si es que se ha estropeado o sólo funciona hasta las 14:00 horas, pero si no va bien, mejor dejarlo para otra ocasión, porque la verdad es que no me apetece nada caer al vacío.  Hoy no es nuestro día de suerte precisamente ...


Tenemos hambre y buscamos un sitio para comer, cosa que tampoco es fácil porque no hay un centro del pueblo, donde se concentren los bares y restaurantes. Al final encontramos una especie de pizzería estilo Pizza Hut y comemos ahí. Después nos encontramos un parque súper chulo hecho de bastones, que por lo visto son muy típicos por la zona. 






Vamos hacia el castillo de Sigulda y como siempre, los mapas y indicaciones brillan por su ausencia. Al final lo encontramos de casualidad, tanto el viejo como el nuevo. El viejo está de obras y al nuevo, no se puede acceder, a no ser que comas en el restaurante. Damos una vuelta y nos vamos hacia Turaida. Turaida está cerca de Sigulda, a unos 10 km y en sí sólo es un castillo, aunque según la guía también hay unas cuevas. El lugar donde se encuentra es un sitio precioso. Lo econtramos fácilmente y dejamos el coche en un parking al aire libre, por el que se ha de pagar un lat a un chico. El castillo tiene bastantes cosas para ver y vale 3,50 lats por persona, unos 5 €.  En realidad se trata de un recinto con varias cosas y el castillo se encuentra al final. Hay una pequeña iglesia de madera muy bonita, tanto por dentro como por fuera, un par de pequeños estanques, parques, un montón de estatuas blancas por todas partes y una casa donde explica la historia de los primeros pobladores de la zona. El castillo tiene varias salas donde explica la historia del castillo y de la zona y en frente hay otro edificio también con varias salas. La verdad es que está muy bien y merece la pena. Desde la torre del castillo se obtienen unas maravillosas vistas.


Después de visitar el castillo, yo quería ver Ligatne, donde hay un itinerario para hacer en el cual se ven varios animales salvajes (eso pone en la guía y no sé si es un zoo o qué es) pero llegamos que son más de las 6 de la tarde y ya está cerrado. Qué mala suerte hemos tenido hoy con todo lo que hemos querido ver. Javi quiere volver a Riga para comprarse la bufanda, ya que esperábamos ver souvenirs más baratos hoy pero no hemos visto nada. Hacemos la compra para cenar por el camino y volvemos a la capital.



Llegamos a Riga cuando quedan 20 minutos para las 8. Aparcamos en el mismo sitio que ayer y ponemos 0,20 lats porque a partir de las 8 ya no se paga zona azul. Está lloviendo aunque no muy fuerte y al poco rato para. Miramos algunas tiendas, compramos algunos recuerdos y damos el último paseo por la ciudad. A eso de las 9 y pico volvemos al hotel.

ESTONIA 5º DÍA: LETONIA: RIGA

 LETONIA

- Letonia es otro país interesante y bonito de ver, aunque se parece bastante a su vecina Estonia.

- Al igual que allí es obligatorio llevar las luces las 24 horas al día.

- Es más caro que Estonia y tienen moneda propia, que es el Lati. 1 € = 0,70 latis y                   1 lati = 1,43 €

- Las carreteras son iguales y también se circula por el arcén.

- No hay paso fronterizo.
- Hay más autovías como dios manda, aunque muchas de ellas con semáforo y en las que pasa el tren por enmedio.

- Hablan mucho ruso, está por todas partes, más que en Estonia y algo más de inglés que en el país vecino. 
- Están más preparados para el turismo: hay restaurantes de carretera y áreas de servicio, cosa que en Estonia no.


QUÉ VER: 

- Catedral

- Casco antiguo en general:
  - Los Tres Hermanos (tres casas ahora convertidas en hotel de lujo)
  - Castillo
  - Puente en el río Daugava
  - Ayuntamiento
  - Puerta sueca
  - Torre del Polvorín
  - Ayuntamiento y su plaza
  - Canal Pilsetas
  - Monumento a la Libertad

- Esplanade (parque muy bonito donde se encuentra la catedral rusa) 

- Museo de la ocupación

- Museo de la historia de Letonia

- Museo etnográfico al aire libre

- Museo de Historia Natural
 
16 DE AGOSTO DE 2011 


Llegamos al hotel de Riga a medio día. Dejamos las cosas y nos vamos al centro. Pido para cambiar la moneda en la recepción del hotel pero no se puede. Tengo que ir al banco. En seguida vemos que es una ciudad muy complicada. Para colmo está lloviendo a mares. No hay ningún parking cubierto cerca del centro, como lo hay en Tallín, si no que está a 3 km. Todo lo demás es zona azul y no podemos pagar porque no tenemos dinero, sólo € y los parkímetros no los aceptan. Nos tiramos así una hora. Al final decidimos aparcar en el parking cubierto aunque esté tan lejos pero cuando vemos el precio, salimos despavoridos: más de 2 € la hora. Al final, veo que hay un banco y Javi aparca mientras yo entro. Menos mal que en Europa los bancos funcionan hasta las 6 de la tarde, no como aquí. Tengo que coger número como en correos y aguardar mi turno, pero va rápido y enseguida consigo cambiar el dinero. Cambio 190 € y me dan 133,33 latis.

Vamos al centro y aparcamos justo donde empieza la ciudad antigua, pero el parkímetro no acepta monedas de 1 lati, si no de 2 y no tenemos. Tengo que ir a cambiar a una tienda cercana y encima no podemos estar más de dos  horas. La verdad es que parece que nos quieren poner las cosas difíciles y ya estamos bastante hartos y de mal humor. Pero enseguida se nos olvida al empezar a recorrer la ciudad. Damos dos pasos y enseguida encontramos la oficina de turismo, que está en un edificio precioso. Cogemos un mapa pero la verdad es que es un royo y no pone dónde está cada cosa. Así es imposible orientarse, con que utilizamos el plano que viene en mi guía, que la verdad es que nos va muy bien. La ciudad es preciosa. Es toda empedrada también como tantas y tantas ciudades en Europa pero tiene su encanto especial y es distinta. Encontramos un Mcdonald's y comemos porque nos morimos de hambre: ya son  las 5 de la tarde. 


Después de comer volvemos al coche y lo aparcamos en otro sitio. Ahí lo podemos dejar lo que nos dé la gana. La zona azul acaba a las 8, así que pagamos 4 latis que son dos horas y arreando.  Seguimos paseando por el casco antiguo y entrando a un montón de tiendas. La verdad es que son muy caras y no compramos nada, por si acaso en los pueblos que iremos mañana están más baratas las cosas. Nos vamos hacia donde está el puente en el río Daugava y damos una vuelta por su paseo marítimo. Es un río grande y navegable y hay barcos que hacen excursiones. Atardece y ya volvemos al hotel, que es hora.

sábado, 1 de octubre de 2011

ESTONIA 4º DIA: TARTU Y ALREDEDORES

15 DE AGOSTO 2011



El día amanece muy nublado y amenazante. Vamos al centro de Tartu y hoy lunes, hay bastante más ambiente. Hay gente paseando y algunos turistas, aunque muy pocos, y la mayoría estonios. La plaza del ayuntamiento donde ayer estaba toda llena de sillas, está ya despejada completamente. Más o menos damos el mismo paseo que ayer y empezamos por la universidad, la cual se puede visitar. La fachada es de estilo clásico y por dentro está bastante bien, aunque es antigua y ahí es donde reside su encanto. Javi no quiere entrar pero yo sí lo hago y doy una vuelta, aunque no sé por dónde ir. En la guía no me lo dice y en la recepción se quedan un poco extrañados cuando les digo que vengo a visitar la uni en plan turista. Les pregunto por el museo y tampoco saben a lo que me refiero. Según la guía está genial, aunque creo que los lunes está cerrado. Al final paso, y entro en una pequeña sala donde hay varias esculturas. Me dicen que tengo que pagar 1 €, lo pago, lo veo en 2 minutos y vuelvo a la entrada donde Javi me está esperando. 




Pasamos de nuevo por el puente del ángel, el del diablo, damos un paseo por el parque donde está el antiguo observatorio y vemos la casa de Uppsala. La casa de Uppsala es una casa de madera antigua que fue restaurada en cooperación con Suecia y por eso se le dio este nombre, ya que Tartu está hermanada con esta ciudad sueca. Data del siglo XVII y fue ampliada en el XVIII. Es todo lo que pone en la guía. Nos acercamos y está bien por fuera, pero no merece una foto. Tiene pinta de estar cerrada. Miro por la ventana y veo como una recepción con varios folletos, por lo tanto se debe visitar, pero como no veo nada, nos vamos. Otra cosa más que nos perdemos por falta de información. También vemos la casa inclinada, que alberga el museo de arte de Tartu. Hacemos una foto a la fachada y seguimos caminando. Encontramos la única tienda de souvenir de todo el centro. Es bastante grande y tiene de todo y bastante más barato que Tallín, así que compramos varias cosas.

Después cruzamos el puente sobre el río y damos una vuelta al otro lado, donde hay un gran parque. Ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer. Tenemos un folleto de un centro comercial a las afueras en el que habla de una sala de cine 4D. Nos llama la curiosidad y nos vamos para allí. El centro comercial es bastante grande y tiene una pista de hielo en el medio donde hay bastante gente patinando. La estructura es extraña. Nos lo recorremos entero buscando los cines y no hay manera de encontrarlos. Tras un buen rato, al final damos con la sala. Claro, nosotros esperábamos ver los típicos cines y que una de las salas fuera en 4D. Pero no, se trata de una sala súper pequeña en un rincón. Normal que no lo hayamos visto. Pagamos los 2,30 € por persona que vale la entrada.No es más que un simulador en el que se necesitan gafas para 3D. Ves en 3D y a la vez tienes movimiento. La verdad es divertido, sobre todo si vas con niños, aunque el trasto ese pega unas sacudidas...  Tras 5 minutos la peli, que es una montaña rusa dentro de una mina, acaba y salimos.


Se hace la hora de comer y hay hambre. Yo quiero comer en el georgiano que vimos ayer en el centro, así que vamos para allí. Nos sentamos dentro y no hay nadie. La decoración es toda georgiana y tiene cosas de allí. Hay un cuadro gigante de Tblisi, la capital. La comida es buenísima. Pedimos varios platos y así probamos varias cosas: pan negro frito con ajo (cómo no), una especie de buñuelos de esos que también están en los restaurantes chinos que están envueltos con una pasta blanca blandita rellenos de carne y otros rellenos de queso, una especie de pan hecho al horno crujiente relleno de queso y con un huevo poco hecho para revolverlo todo y pollo con una salsa de nueces con perejil picadito por encima y granitos de granada. Para rematar el postre: una especie de tarta muy fina como de masa de empanada relleno con una pasta que sabía a vainilla y algo más. Está riquísimo y además como nos hemos puesto las botas y no podemos más, nos llevamos envueltas las porciones en una servilleta más tarde. Todo esto por la maravillosa cantidad de 19,30 €. Pero nos ha encantado tanto que dejamos una propina de 4 €. Se lo han merecido. También observamos que hay mucha propaganda turística de Georgia y vemos que es un país bastante interesante...Pero vamos a seguir centrándonos en Estonia.



Después cogemos el coche y hacemos una ruta por Rouge, Otepää y Valga. Valga está justo en la frontera con Letonia y es un pueblo grande que en sí no tiene nada pero tiene bastantes tiendas y tal. Vamos que es un pueblo de verdad. En cambio, Rouge y Otepää son el típico pueblo estonio, o lo el concepto que tienen ellos de eso: bosque y casitas de madera repartidas aquí y allí, pero la verdad es que son sitios con encanto y muy bonitos. En Rouge hay una iglesia Luterana muy bonita en una cima, desde la que se tiene unas bonitas vistas. Se puede subir a la torre por 1 € pero a las 4 de la tarde cierran, así que nos quedamos con las ganas. Como siempre, no hay ni un alma por la zona. 




En Otepää hay otro lago grande en un sitio muy bonito. A orillas de éste hay un restaurante con una torre de cristal, desde la que se tiene una buena vista del lago y de la zona, pero no vemos que nadie suba y no sabemos si se tiene que pagar para subir o sólo es para clientes del restaurante, así que lo dejamos estar. Después de estar un rato paseando por allí, ya nos encaminos hacia el hotel, pero de repente vemos una indicación de algo. La seguimos y resulta ser un poste de la energía positiva, que dicen que si lo tocas pues eso, que te da buen royo, vamos. También lo pone en la guía pero lo que me hace gracia es que esté tan ibien ndicado y que le den tanta importancia, cuando te puedes morir para encontrar otras cosas mucho más importantes, por ejemplo la cascada de Keila, que nos quedamos con las ganas de ver porque no fuimos capaz de encontrarla. Ahora ya sí que toca volver al hotel. Mañana Riga nos espera.