La primera parada fue Elche, en Alicante para visitar a unos parientes de Javi. Pasamos allí un día enterito en la piscinita y luego por la noche nos sacaron de fiesta a una discoteca que se llama KKO en la que hacían una fiesta remember. Buah!! fue genial!!!!
Al día siguiente (resaca incluida) nos fuimos a Málaga, a estar 4 días en casa de la tía de Javi, y como no, a la feria de Málaga, que para eso íbamos también. Dio la casualidad que unos amigos nuestros de aquí estaban en Torremolinos de vacaciones, así que por el día playita, estar con la familia e ir a la feria de día y de noche de fiesta en Torremolinos, en Puerto Marina y claro está la feria de noche. Esos días también lo pasamos muy bien.
Después de esto ya nos encaminamos hacia el hotel que teníamos reservado en Vejer de la Frontera. Es un pueblecito típico andaluz de calles estrechas y casas blancas como la cal donde en agosto se tiran ni más ni menos que 15 días de fiestas. El hotel se llamaba El convento de San Francisco, y como el nombre ya indica, antiguamente fue un convento. Es todo de ambiente rústico y las habitaciones están muy bien. También cogimos media pensión y se comía de lujo. Vejer está al borde de una colina y se ven unas vistas maravillosas desde allí. Es de la provincia de Cádiz y está al lado de Los Caños de Meca y de Barbate.
Vistas de Vejer de la Frontera (Cádiz)
GIBRALTAR-PLAYA DE BOLONIA-TARIFA. El primer día se nos oscurrió la maravillosa idea de ir a Gibraltar y la verdad es que fue una equivocación. No por nada, sino porque precisamente ese día estaba lloviendo a Cántaros. Sólo puedes acceder desde Vejer por la nacional y claro lleno de coches que van a Tarifa a coger los ferrys y también lleno de camiones. Con deciros que un trayecto de 60 km tardamos 4 horas en hacerlo. DESESPERANTE.
A las tres de la tarde llegamos a la Línea de la Concepción, que es donde está ya la aduana con Gibraltar. Aquí también estuvimos haciendo una hora y pico de cola para entrar. Al final, Javi y yo nos cansamos y decidimos aparcar el coche fuera e ir andando, porque si no, no entrábamos.
Después de pasar la frontera puedes coger alguno de los buses para que te lleven al centro, o bien patear. Nosotros decidimos patear porque después de tanto coche estábamos hartos pero está bastante lejos. Fuimos a coger el telesférico para subir arriba del peñón, donde están los famosos macacos, hay también una hermita, unas cuevas y algo más, pero nos quedamos con las ganas porque eran ya las 5:00 de la tarde y ya había salido el último. Joder con los guiris!!! Entiendo que ese sea el horario en invierno pero en verano... que aún quedan más de 4 horas de luz...En fin, no tuvimos más remedio que pasear por el centro. No está mal. Son calles peatonales y los indicadores son como los que hay en Londres y Dublín, y por supuesto todo en inglés. Lo bueno es que no tienes que cambiar moneda ya que puedes pagar con euros y te devuelven el dinero en euros también. Aprovechamos para mirar tiendas, dar un paseo, etc. Compramos tabaco para nuestros padres pero nos pareció que tampoco valía tanto la pena porque sólo era un poco más barato que en España.
Merendamos en un Burguer King y ahí sí se notó que estábamos en Inglaterra, porque la verdad es que se disparaba el precio.
Sobre las 6:30 salimos de allí y nos fuimos a la playa de Bolonia, que está cerca. Hay unas ruinas romanas que son muy interesantes de visitar y la entrada, no recuerdo el precio pero era muy barata (entre 1 y 3 €).
Ruinas de Bonolia
Después fuimos a Tarifa, el paraíso del surf, con sus larguísimas playas de arena fina y blanca. Como ya era algo tarde fuimos a dar un paseo por la playa pero no nos bañamos. Lo que sí aprovechamos fue para confundirnos con el gentío en el casco antiguo, que recuerda un poco a alguna ciudad de Marruecos. Es normal porque durante muchos años Tarifa ha tenido mucha influencia árabe, y la sigue teniendo porque cogen allí los ferrys para pasar el estrecho.
Nos tomamos un batido de frutas riquísimo en un sitio que me pareció muy curioso. Era como un café-biblioteca, lleno de mesitas blancas y estanterías con libros, donde poder disfrutar de un buen batido, té o café y también de un buen libro. Lástima que no recuerde el nombre...Después de esto volvimos al hotel.
VEJER-PLAYA DEL PALMAR-LOS CAÑOS-BARBATE. Por la mañana aprovechamos para ver el pueblo, que es precioso. Íbamos a hacer una visita guiada pero estuvimos esperando al guía una hora y nos cansamos de esperar, así que la hicimos por nuestra cuenta. Después fuimos a la playa del Palmar, que pertenece a Vejer y nos dimos un bañito en una calita muy pequeña en Los Caños. Comimos pescaíto frito en un bar cerca de la playa. Después de esto fuimos a Barbate y paseamos por sus enormes playas. Nos bañamos también aunque el agua estaba muy fría y después dimos un paseíto por el paseo marítimo y tomamos un helado.
Playa de los Caños de Meca Playa de Barbate
CHICLANA DE LA FRONTERA-CADIZ-EL PUERTO DE SANTA MARÍA-JEREZ DE LA FRONTERA.
En chiclana dimos un paseo por el pueblo y en la oficina de turismo nos dieron algunas pautas. Habían muchos museos que podían estar bien pero nosotros no visitamos ninguno. Tiene unas playas muy hermosas también, especialmente recomendable la zona de Sancti Petri y Novo Sancti Petri.
Glorieta en Chiclana
Después llegamos a Cádiz, que nos encantó. Tiene un casco antiguo precioso y una bahía de lindas aguas azules. Además había una especie de mercadillo medieval dentro de las murallas y con el calor que hacía se agradecía pasear por allí ya que estaba a la sombra y corría una brisita que daba gusto. La catedral también es muy bonita y los monumentos que hay al rededor. También es la zona de compras y aprovechamos para comer por allí. Después nos fuimos al Puerto de Santa María. El problema que tuvimos fue que nos encontramos con todo cerrado, normal porque eran las 3:00 de la tarde. Estuvimos dos horas
Catedral de Cádiz
caminando por las calles encontrar la oficina de turismo pero fue imposible. No sé si es que somos muy torpes o es que estaba cerrada y por eso no la vimos. Me inclino más por la segunda opción. Sólo pudimos ver el Palacio de los duques de Medinaceli por fuera y nos tomamos un heladito.
Alcázar de Jerez de la Frontera
Acabamos la tarde en Jerez de la Frontera, que
también es muy bonito. Paseamos por el casco antiguo y visitamos el Alcázar un palacio árabe parecido a los palacios que podemos encontrar dentro de la Alhambra, que también os recomiendo.
Baños árabes del Alcázar
Al día siguiente ya partimos hacia el Algarve. La primera parada era Faro. Para Portugal sí que no teníamos ningún alojamiento reservado, íbamos a la aventura; si encontrábamos hotel, bien y si no, pues nos iba a tocar dormir en el coche, pero tuvimos suerte y siempre encontramos sitio. Pasamos una noche en Faro, otra en Lagos y tres noches en Lisboa.
FARO-OLHAO-TAVIRA. En Faro no tardamos en encontrar hotel y además al lado del casco antiguo. Era un hotel muy modesto con muebles muy viejos pero costaba 40 € la noche la habitación doble con desayuno, así que qué mas se puede pedir. El coche se podía aparcar en la calle y no habían problemas de aparcamiento ni de día ni de noche. Como era la hora de comer, primero llenamos el estómago en un Mcdonald's, que fue lo primero que vimos. Después, con un sol de justicia nos dedicamos a pasear por el casco antiguo que estaba un poco muerto seguramente por las horas que eran y nos fuimos a la playa. Si las playas de Cádiz tienen agua fría, las de Portugal están congeladas. No sabéis lo que nos costó a Javi y a mí entrar en el agua, pero es que en el sol no se podía estar así que nos armamos de valor. También paseamos por los chiringuitos del paseo. Después nos fuimos a Olhao. En un artículo que leímos en una revista, que fue lo que nos hizo decidirnos a hacer estas vacaciones, nos aconsejaba visitar el casco antiguo de este pueblo, que por lo visto es precioso, pero lo cierto es que nosotros no lo encontramos. Derrepente, con nuestra habilidad para meternos en sitios chungos, nos vimos en una calle con un montón de Subsaharianos que no nos inspiró demasiado confianza. Así que pisamos el acelerador y desaparecimos de allí. La siguiente parada fue Tavira. Es un pueblo muy bonito, con un pequeño río que lo atraviesa y después volvimos a Faro, que ya si se notaba ambiente.
Lo bonito de estos pueblos es verlos en sí. Si vais a la oficina de Turismo os darán un mapa e itinerarios para hacer y como en todas partes habrán museos para visitar, pero a nosotros no nos interesaban.
LAGOS-PORTIMAO. Llegamos a Lagos a medio día. Otra vez a buscar hotel. Esta vez no fue tan fácil como en Faro, nos costó bastante más. Al final encontramos unos apartamentos que se podían alquilar. Algunos tenían cocina pero nosotros elegimos una habitación normal con baño, porque la cocina no la necesitábamos. Eran muy pintorescos y tenían unas buenas vistas. Nos costó lo mismo que en Faro. La verdad es que no recuerdo el nombre de los hoteles pero si buscáis por la zona no hay mucha diferencia de precios de un sitio a otro y además están muy bien. Visitamos el pueblo, aprovechamos para comer y fuimos a Portimao. En Portimao está La Praia da Rocha, una playa con grandes rocas e incluso una pequeña cueva con entrada y salida al final que es una pasada. Es preciosa, como podéis ver en las fotos. Después de la playa volvimos a Lagos. La zona peatonal es también muy bonita y con mucho ambiente de día y de noche. De día hay muchas tiendecitas, puestos y pintores callejeros. Yo me enamoré de un cuadro y pensamos "vamos a dar una vuelta
Calles de Lagos
y ahora volvemos" pero cuando volvimos el pintor ya no estaba. No sabéis lo que me arrepentí de no comprarlo... Por la noche está lleno de restaurantes y bares de copas. Al lado de la zona peatonal hay también una parte de la muralla y una pequeña fortaleza desde la que se pueden ver vistas. Creo que la entrada era gratis pero si hay que pagar era 1 € como mucho.
Praia da Rocha (Portimao)
LISBOA (3 días)
Al día siguiente ya tiramos hacia Lisboa, donde estuvimos los tres últimos días de las vacaciones. Al llegar, nos costó mucho encontrar hotel, pero al final encontramos un Ibis que costaba 57 € por noche, nosotros cogimos habitación para dos noches. Allí os podéis mover bien con el transporte público. Hay buses, metro y tranvía y funcionan bastante bien. Los tranvías son antiguos, muy guapos. Había una boca de metro cerca del hotel, así que dejamos el coche aparcado. La calle era de zona azul pero recuerdo que por poco dinero podías dejar el coche un montón de horas. Lo que os recomiendo es que vayáis a una oficina de turismo o a un kiosko informativo porque allí os darán un mapa con los sitios más interesantes para ver, os darán bonos para transporte y también descuentos en entradas a museos y otras atracciónes, o también para el bus turístico. Si sigues el itinerario que te marcan por el Centro histórico lo veréis bien y no os dejaréis nada. El centro histórico es precioso, que al igual que Lisboa es muy monumental, en cualquier sitio te encuentras con una escultura, la mayoría de estilo renacentista. Hay un edificio muy curioso que se llama la Casa dos Bicos. Por dentro es una oficina pero la fachada está llena de pinchos.
Casa dos Bicos
Más alejado del centro está el Castillo de San Jorge desde donde tendréis una maravillosa panorámica de la ciudad y también el mirador de Santa Lucía, que es una catedral que tiene también un mirador. Cuando llegamos nosotros estaba cerrada pero las vistas son las mismas que desde el castillo.
Mirador de Santa Lucía
Y he aquí otra recomendación muy importante. NO VAYÁIS A UN HOSPITAL PORTUGUÉS!!!! Resulta que como yo iba con chanclas todo el día, después de la caminata me salió una ampolla del tamaño de un camión. Como no quería que se me reventara y se me infectara busqué un ambulatorio para que me la curaran un poco pero no encontré ninguno. Entré en una farmacia pero se limitaron a darme unas tiritas. Pasamos por delante de un Hospital y decidimos entrar pero aquello era peor que tercermundista, no encuentro palabras para describirlo. Estaba sucio, olía fatal, la gente que había tenía muy malas pintas, y después de esperar 1 hora sin que nadie nos atendiera, nos dio yuyu y nos marchamos de allí. No sé como será el resto pero ese... Horrible.
El segundo día estuvimos en la Torre de Belém, el Monumento de los Descubrimientos, el Monasterio de los Jerónimos y el Parque de las Naciones. La Torre de Belém es una torre que antiguamente era una fortaleza. Hoy se puede visitar por dentro y subir para tener una panorámica, encontraréis algunos cañones y alguna pequeña exposición de armas antiguas. El Monumento de los Descubrimientos está a 100 o 200 metros andando desde la torre. Un poquito más lejos está el Monasterio, que tiene un patio super bonito. A estos sitios fuimos en coche porque estaba alejado pero seguro que el transporte también llega bien hasta allí. Después fuimos al Parque de las Naciones, que es donde hicieron la Expo de 1998. En el parque hay un centro comercial muy bonito, un museo de la ciencia, unas cabinas telesféricas para 4 personas que ofrecen una vista general del parque y un trenecito. Ah!! y el Oceanario. El Oceanario es un acuario que es una pasada. Está dividido en varias fases y cada fase es un océano. En cada una de ellas podemos encontrar los animales típicos de esos hábitats, también los de algunos mares. A parte de eso hay pingüinos
Torre de Belém
y nutrias y hay un enorme acuario central donde hay tiburones y un montón de peces más, vale la pena verlo porque es impresionante. Nosotros cogimos un ticket que valía 16 € persona que incluía entrada al museo de la Ciencia, al Oceanario, a las cabinas telefónicas y al trenecito. Ya ves, aquí en Barcelona la entrada al Aquàrium ya te cuesta 15 € por lo menos.
Monumento de los Descubrimientos Patio Montasterio de los Jerónimos
Nosotros después de ver el Oceanario se nos hizo tarde y tuvimos que volver al hotel.
Al día siguiente, nuestro último día de vacaciones, volvimos al Parque de las naciones para subir a las cabinas y después de esto, como somos muy futboleros, fuimos a ver el estadio del Benfica (el estadio da Luz) y el del Sporting de Lisboa, el José Alvalade. Los dos están muy bien, el Benfica tiene visitas guiadas pero el día que fuimos nosotros no habían (qué mala suerte) y el del Sporting tiene un centro comercial super guapo. En la tercera planta de este centro es donde están
Oceanario
todos los restaurantes. Són como si fueran puestos todos en círculo y las mesas en el medio, por lo que puedes coger por ejemplo un trozo de pizza del Pizza Hutt, unos tallarines del Wok y una ensalada mexicana, por ejemplo. Está genial.
Ah!! No os he contado una cosa: para acceder a Lisboa hay que cruzar el río Tajo y para ello lo puedes hacer por dos puentes. Uno es rojo y se llama Puente del 25 de Abril y el otro es como el doble de largo que este y se llama Puente de Vasco da Gamma, que se hizo para la expo. En el 25 de abril hay cabinas de peaje pero estaban abiertas cuando fuimos nosotros y no había que pagar ni a la entrada ni a la salida. En el Vasco da Gamma no pagas a la salida pero sí a la entrada un pequeño peaje, así que el truquito está en entrar por uno y salir por otro, así pasas por los dos.
Puente 25 de Abril
Lo último que vimos fue el Cristo Rei, que está a las afueras de Lisboa, en una ciudad que se llama Almela. Es como la famosa estatua de Río de Janeiro pero más pequeña y más nueva. Puedes subir arriba del todo con un ascensor para poder tener vistas de Lisboa. Nosotros no subimos pero desde el pie de esta estatua hay una vista perfecta del puente del 25 de Abril.
El Cristo Rei
Y nada ya a volver a casa con toda la pena, que se acabó lo bueno...
No hay comentarios:
Publicar un comentario