lunes, 5 de abril de 2010

LA LLEGADA DE XIA

El día 21 de marzo de 2010 será siempre un día muy especial para los dos, porque llegó Xia a nuestras vidas. Ese mismo día fui a comer a casa de mi padre y cual fue mi sorpresa, al ver de lejos encima de su cama un peluche blanco. En ese mismo instante el peluche se movió y pude comprobar que era de verdad. Cuando fui hacia él y lo cogí, tan pequeño, como una ovejita, le pregunté. "¿pero esto tan pequeño qué es?" y la novia de mi padre, Luisa, me contestó: "Eso si lo quieres, es para ti". Y no pude decir que no a esta cosita, que se ha convertido en el terremoto de la casa. Ahora hace ya dos semanas y ahora mismo tiene un mes y tres semanas. Le agradezco a Luisa de verdad el detalle.


Es una caniche preciosa, muy juguetona y muy trasto. No para de morder: a nosotros y a todo, pero es tan graciosa...Y muy mimosa. Le encanta estar con nosotros y dormirse encima de Javi o de mí. A javi le muerde las orejas y le vuelve loca el piercing que tiene cerca del labio. Poco a poco va aprendiendo cositas. Aún no hace todas sus cosas en el periódico y hay que ir detrás de ella, pero cada vez lo hace mejor. No para de hacer trastadas, porque cuando no está debajo de mis pies mordiendo mis zapatillas o mis calcetines, está en la habitación mordiendo los cordones de las bambas del "papi", o si no escondida en algún rincón de la casa haciendo de las suyas. Pero se nos cae la baba a los dos con esa carita que tiene.



El jueves pasado le pusimos su primera vacuna y pensamos que le afectaría un poco, pero qué va. Se comportó igual de trasto que siempre. El día 22 le pondremos ya la segunda y ya la podremos bañar, aunque hasta los tres meses no la podremos sacar de casa. La verdad que a mí siempre me han encantado los perros, pero últimamente había descartado la idea de tener uno, porque dan mucha faena (hay que limpiar el triple de lo que se hace normalmente) y luego está el problema de cuando te vas, dónde lo dejas. Pero mi padre me dijo que siempr que me fuera a algún lado se la dejara a él, y como nosotros nos vamos poco fuera, sólo para verano y algún fin de semana escaso, pues tampoco es tanto problema. Además como desde el 9 de diciembre formo parte de la cola más larga de España, la del paro, tengo todo el día para estar con ella y educarla, tarea que por cierto, aunque no me da tiempo de aburrirme, tengo que reconocer que me encanta. Le hemos hecho un montón de fotos y vídeos, pero aquí os dejo algunas para que podáis ver la preciosidad que ahora forma parte de nuestra pequeña familia.

ENERO 2010 VIELHA

En enero decidimos ir a Vielha. Nos compramos un curso de inglés para hacer desde casa y como regalo nos daban 10 noches de hotel con unas ofertas especiales. Normalmente cada mes vamos bastante justos y no nos va bien hacer escapadas, pero nos hicimos un pequeño regalo. Ni siquiera lo mencionaría aquí si no fuera por la nevada que nos cayó. Hacer, no pudimos hacer mucho, ya que llegamos sobre las 12 del medio día del sábado y a las dos comenzó a nevar y no paró hasta la madrugada. Lo primero que hicimos después de instalarnos en el hotel fue ir al centro del pueblo caminando y en la oficina de turismo saber qué podíamos hacer por la zona. Nos dieron un mapa donde nos señalaron algún sitio donde ir y acto seguido entramos en un restaurante a comer. Entonces fue cuando empezó a nevar, pero muy poquito y lentamente. Pero en pocos minutos la cosa se animó y nevaba fuertemente.


Con la ilusión que esto nos hacía nos fuimos hacia el hotel y Javi estuvo un par de horas descansando. Cuando fuimos a coger el coche ya había cuajado y cada vez nevaba más y más. Pusimos rumbo a uno de los pueblecitos que nos había dicho la chica de la oficina de turismo pero tuvimos que dar media vuelta a medio camino. En una pendiente el coche se quedó pillado en medio: ni subía ni bajaba y Javi se las vio y se las deseó para salir de ahí. El coche patinaba y era difícil de controlar, así que deshicimos el camino y nos quedamos cerca de Vielha a disfrutar de la nevada y a hacer fotos. Así pasamos la tarde entera, en la que no dejó de nevar ni un segundo. Volvimos al hotel y aparcamos el coche. Volvimos al pueblo a verlo todo nevado. Ya era de noche. Hicimos tiempo hasta las 9, hora a la que teníamos que regresar al hotel para cenar. Subimos a la habitación y seguía nevando y cuando nos fuimos a dormir, sobre la 1 de la madrugada, aún no había parado.












Al día siguiente cuando nos levantamos ya no nevaba pero un gran manto blanco lo cubría todo. El mazda amaneció con una gruesa capa de nieve. Nos fuimos poco después de desayunar por si la cosa se ponía peor pero no tuvimos ningún problema para llegar a casa porque ya no volvió a nevar y además las quitanieves habían estado trabajando para dejar la carretera en buenas condiciones. Eso sí, nos costó bastante quitar la nieve y sobretodo la capa de hielo que se formó debajo de todo en el mazda.




Fue un fin de semana muy especial. Nunca habíamos visto nevar así y una nueva y bonita experiencia que nunca olvidaremos.

domingo, 4 de abril de 2010

OCTUBRE 2009 BILBAO Y DONOSTI

10 DE OCTUBRE DE 2009

Como os decía, pronto nos volvió a picar el gusanillo de viajar. Como tenemos tres días de fiesta, coincidiendo con el Pilar, decidimos un par de días antes hacer una visita a Bilbao y Donosti, ciudades que tenemos ganas de conocer. Tenemos habitación reservada para la primera noche en Bilbao, pero la segunda iremos a la aventura. Sobre medio día llegamos a la capital vasca. El hotel está en Amorebieta, al lado de Bilbao y por 70 € con desayuno el hotel parece casi de lujo. Como esperábamos no hace buen día. Partimos hacia la capital. Aparcamos en un párking y vamos primero hacia el Guggenheim y la zona de los alrededores. Paseamos y hacemos algunas fotos y nos vamos caminando hacia el centro histórico. Esperaba más de estas calles peatonales pero, aunque el día es malo hay un ambiente que no veas. Todo el mundo está tomando pintxos en las tabernas y no cabe un alfiler. Buscamos algún sitio para comer, que ya es hora, pero no hay muchas opciones: o comemos de pintxos o de menú en algún restaurante pero está todo a petar y no es nada barato. Al final encontramos un bar de platos combinados ¡casi vacío! y comemos allí. Después, damos alguna vuelta más y nos vamos dando un paseo hasta lSan Mamés, conocido también como la Catedral, el estadio del Athletic, el estadio más antiguo de España.








Estamos de suerte porque se puede visitar el museo y a las 6 hay una visita guiada que nos llevará por la zona vip, el palco, la sala de prensa, etc. Por sólo 6 €. El museo es bastante interesante y tiene más cosas de las que esperábamos; y es que hay que pensar que durante algunos años fue uno de los grandes y, junto con el Barça, es el equipo que más Copas del Rey ha ganado. La visita empieza en la zona vip donde hay unos sofás y una barra para el piscolabis de la gente importante. También hay una zona donde están todas las fotos de todos los jugadores que han pasado por la selección española. Del primero al último, desde que existe el equipo. Y lo que no me gustó fue que hay un gran león disecado cazado en Tanzania. No me gusta que se maten animales, y menos para tenerlos expuestos en una sala. A través de esta zona se sale al palco, donde hay una escultura de Pichichi, el mítico jugador. La tradición dice que siempre que un equipo juega por primera vez en este estadio, le hace una ofrenda de flores a la escultura.






















Las explicaciones nos llevan a la sala de prensa, donde nos imaginamos siendo jugadores contestando las preguntas de los periodistas (el fútbol es así); de ahí al vestuario, donde están las duchas y unas camillas donde les hacen masajes. Yo esperaba algo un poco menos cutre, pero bueno, es lo que hay. Y entonces salimos por el mismo pasillo donde salen los jugadores al campo y nos vamos a la zona donde están los banquillos, desde donde se tiene una buenísima perspectiva de lo que es el estadio. Acostumbrada a ver el Camp Nou en algunas ocasiones, este es mucho más pequeño, pero también más íntimo y cercano. Como nos cuenta el guía, esto es como una gran familia y la afición del athletic es una gran afición que nunca se cansa de animar a su equipo ni en sus peores momentos. Junto al Real Madrid y al Barcelona, es el único equipo que nunca ha descendido. El estadio fue inaugurado en 1913, por tanto tiene 97 años, y aunque es fuerte y resiste bien el paso del tiempo, se ha quedado pequeño y toca hacer uno nuevo. Ya se han empezado las obras y estará justo al lado. Luego de algunas explicaciones más acaba la visita. Volvemos caminando hasta el párking, que está un poco lejos, la verdad.


Como ya hemos visto Bilbao, nos cogemos el coche y nos vamos a dar una vuelta por Guetxo, que queda muy cerca. En Getxo hay un transbordador que cruza la ría. Al otro lado está Portugalete, de donde es Julen Guerrero. Este transbordador data del 1893 y fue el primero del mundo de este tipo. Su nombre oficial es el Puente de Vizcaya pero se le llama de varias maneras: puente colgante, puente de Getxo, etc. Por cinco euros se puede coger un ascensor para pasarlo por arriba. Está a 75 metros de altura y desde allí se tiene una vista privilegiada. Como es de noche y mi cámara es lo peor haciendo fotos a oscuras, os pongo una foto de día que he encontrado en Internet para que os hagáis una idea. Durante el paseo hay una pequeña exposición de la historia del puente y unos altavoces donde nos la cuentan. Fue derrumbado durante la guerra civil española y reconstruido después. Llegamos a la otra orilla, a Portugalete, donde hay bastante ambiente. Es una zona llena de pubs con un montón de gente en la calle bebiendo. No vemos mucha cosa para cenar, así que decidimos volver a Guetxo por debajo del puente, en la cabina del transbordador. Por menos de un € haces el viaje y además también te puedes llevar el coche. Una vez en la otra orilla damos un gran paseo para buscar dónde cenar y nos encontramos con el mismo problema del medio día: o pintxos o poco más. Al final encontramos un restaurante alemán y nos comemos una hamburguesa. Hora de volver al hotel.


11 DE OCTUBRE DE 2009



Después de desayunar y abandonar el hotel nos vamos para Donosti. Hay que decir que yo me quejaba de Catalunya por los peajes pero aquí también hay por todas partes. Para entrar y salir a las ciudades importantes no te libras, aunque por lo menos son baratos. Nada más llegar nos damos de bruces con Anoeta, el estadio de la Real Sociedad y vemos el cartel de una pensión. Pregunto y tienen una habitación libre con baño privado y tele. 45 € sin desayuno. Nos instalamos y poco después nos encaminamos hacia anoeta para dar una vuelta. El estadio está abierto pero no se puede pasar porque están instalando todos los equipos y cámaras, ya que esta tarde a las 5 hay partido. Ese problema no lo tuvimos ayer con el Athletic porque no hay liga de primera este finde, ya que juega la selección, pero sí hay liga en segunda. Lo que sí hacemos es visitar el museo, que también está bastante bien por sólo 4 € cada uno. En los alrededores del estadio hay puestos con bufandas y camisetas y un poco más atrás hay un pequeño mercadillo por el que no dudamos en dar una vuelta.



Ahora ya nos vamos hacia el casco antiguo y donde se encuentra la famosa playa de la concha. Tenemos tres opciones: ir en coche, coger el 28 (el autobús de la canción de la Oreja de Van Gogh) o bien ir caminando, aunque está un poco lejos. Lo del coche lo descartamos porque con lo que nos ha costado aparcar, al igual lo movemos de aquí; para coger el bus hay que esperar un poco, así que decidimos ir andando y así damos un paseo mientras vamos descubriendo poco a poco la ciudad, aunque hace un día bastante malo y llueve. Tras una larga caminata llegamos al casco antiguo, bastante parecido al de Bilbao pero con más ambiente. Ya no llueve y la calle está a tope de gente disfrutando de los pintxos. También hay un montón de aficionados del Salamanca, equipo que juega esta tarde contra la Real, que con sus cánticos animan más la zona. Paseamos durante bastante rato mezclándonos con la gente y pensamos que esta noche cenamos de pintxos seguro, aunque tampoco es que sean demasiado baratos. Miramos algunas tiendas, plazas y demás y se nos hace la hora de comer. Encontramos una pizzería y entramos.



Después de comer buscamos la Playa de la Concha, que está justo al lado del casco antiguo. Es muy bonita y se ve el agua muy azul aunque el día está muy nublado. Nos ponemos a caminar por la arena, que al estar mojada, no se hunde y hace más fácil el camino. Mientras el viento azota mi cara y mi pelo, saboreo el momento de relax y libertad que estoy experimentando. Me siento bien. A lo largo de la extensa playa hay numerosos dibujos que la gente hace con paraguas o palos en la arena. Al final de la playa está el peine del viento. Unas esculturas de hierro de Chillida. Por toda la costa del País Vasco, especialmente en San Sebastián nos econtramos con un accidente geográfico que son placas de pizarra verticales que se propagan por toda la abrupta costa. Tiene un nombre pero ni recuerdo cuál es ni he conseguido encontrarlo en internet. Hay dos montes a los que se puede subir para tener una buena perspectiva de la playa de la Concha: el Monte Igueldo y el Monte Urgull (que también sale en una canción de la Oreja). No estábamos seguros de a cuál subir y si hacerlo porque con el día que hacía igual no íbamos a ver nada, pero como el Igueldo nos quedaba más cerca, al final nos decidimos a coger el funicular que lleva hasta él. Arriba del todo hay un pequeño y antiguo parque de atracciones, en el que tienes que pagar para subirte a cada atracción. No hay una entrada general como por ejemplo en el Tibidabo o en Port Aventura. Aunque como mucho habrán diez atracciones, de las cuales más de la mitad son para niños. Pero lo mejor de subir aquí es la maravillosa vista que se tiene de la Playa de la Concha, la Playa Ondarreta y la Isla de Santa Clara. No os lo perdáis.


Afortunadamente ya no llueve y paseamos un poco por la zona. Tenemos suerte porque las vistas no son tan malas, a pesar de que el día sí lo es. Cuando cogemos el funicular de vuelta, hablamos sobre a dónde vamos ahora. Sentado en nuestro compartimento hay una pareja más mayor que nosotros que son de Teruel que nos aconsejan ir a Hondarribia, si es que no hemos estado, que es un pueblo muy bonito y les hacemos caso. Desde allí emprendemos el viaje de vuelta al hotel, porque ahora sí necesitaremos el coche. Luego de caminar casi medio día estamos reventados y el camino se nos hace eterno. Cuando llegamos a la habitación necesitamos reponernos media hora. Desde ahí se escucha el clamor de Anoeta, que ya van por la segunda parte del partido.



Cogemos el coche y enseguida estamos en Hondarribia, y tienen razón es un pueblo precioso, con muchas cosas para ver seguramente pero claro, son cosas que ocurren en estos meses, enseguida se hace de noche. Así que nos da tiempo a dar una pequeña vuelta por el casco antiguo y el puerto. Entonces es cuando buscamos un bar de pintxos y no tardamos en encontrarlo. Van a 1,60 € cada uno, pero da igual. A mí con lo que me gusta comer no tengo problema y pruebo uno de cada. Javi tiene un surtido más corto porque muchos llevan algo de verdura y él la odia. Acompaño la comida con un chacolí fresquito y Javi con su inseparable coca-cola. Después volvemos a la habitación.


12 DE OCTUBRE DE 2009


Hoy nos levantamos y después de ir a una panadería para comprar algo para desayunar emprendemos el camino a casa con la calma. Así a primera hora de la tarde ya estaremos en casa y evitaremos caravanas. Nos gustaría volver aquí, ya que nos ha quedado bastante por descubrir, especialmente las zonas del interior, más rurales, pero en dos días poco se puede hacer.