sábado, 1 de octubre de 2011

ESTONIA 4º DIA: TARTU Y ALREDEDORES

15 DE AGOSTO 2011



El día amanece muy nublado y amenazante. Vamos al centro de Tartu y hoy lunes, hay bastante más ambiente. Hay gente paseando y algunos turistas, aunque muy pocos, y la mayoría estonios. La plaza del ayuntamiento donde ayer estaba toda llena de sillas, está ya despejada completamente. Más o menos damos el mismo paseo que ayer y empezamos por la universidad, la cual se puede visitar. La fachada es de estilo clásico y por dentro está bastante bien, aunque es antigua y ahí es donde reside su encanto. Javi no quiere entrar pero yo sí lo hago y doy una vuelta, aunque no sé por dónde ir. En la guía no me lo dice y en la recepción se quedan un poco extrañados cuando les digo que vengo a visitar la uni en plan turista. Les pregunto por el museo y tampoco saben a lo que me refiero. Según la guía está genial, aunque creo que los lunes está cerrado. Al final paso, y entro en una pequeña sala donde hay varias esculturas. Me dicen que tengo que pagar 1 €, lo pago, lo veo en 2 minutos y vuelvo a la entrada donde Javi me está esperando. 




Pasamos de nuevo por el puente del ángel, el del diablo, damos un paseo por el parque donde está el antiguo observatorio y vemos la casa de Uppsala. La casa de Uppsala es una casa de madera antigua que fue restaurada en cooperación con Suecia y por eso se le dio este nombre, ya que Tartu está hermanada con esta ciudad sueca. Data del siglo XVII y fue ampliada en el XVIII. Es todo lo que pone en la guía. Nos acercamos y está bien por fuera, pero no merece una foto. Tiene pinta de estar cerrada. Miro por la ventana y veo como una recepción con varios folletos, por lo tanto se debe visitar, pero como no veo nada, nos vamos. Otra cosa más que nos perdemos por falta de información. También vemos la casa inclinada, que alberga el museo de arte de Tartu. Hacemos una foto a la fachada y seguimos caminando. Encontramos la única tienda de souvenir de todo el centro. Es bastante grande y tiene de todo y bastante más barato que Tallín, así que compramos varias cosas.

Después cruzamos el puente sobre el río y damos una vuelta al otro lado, donde hay un gran parque. Ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer. Tenemos un folleto de un centro comercial a las afueras en el que habla de una sala de cine 4D. Nos llama la curiosidad y nos vamos para allí. El centro comercial es bastante grande y tiene una pista de hielo en el medio donde hay bastante gente patinando. La estructura es extraña. Nos lo recorremos entero buscando los cines y no hay manera de encontrarlos. Tras un buen rato, al final damos con la sala. Claro, nosotros esperábamos ver los típicos cines y que una de las salas fuera en 4D. Pero no, se trata de una sala súper pequeña en un rincón. Normal que no lo hayamos visto. Pagamos los 2,30 € por persona que vale la entrada.No es más que un simulador en el que se necesitan gafas para 3D. Ves en 3D y a la vez tienes movimiento. La verdad es divertido, sobre todo si vas con niños, aunque el trasto ese pega unas sacudidas...  Tras 5 minutos la peli, que es una montaña rusa dentro de una mina, acaba y salimos.


Se hace la hora de comer y hay hambre. Yo quiero comer en el georgiano que vimos ayer en el centro, así que vamos para allí. Nos sentamos dentro y no hay nadie. La decoración es toda georgiana y tiene cosas de allí. Hay un cuadro gigante de Tblisi, la capital. La comida es buenísima. Pedimos varios platos y así probamos varias cosas: pan negro frito con ajo (cómo no), una especie de buñuelos de esos que también están en los restaurantes chinos que están envueltos con una pasta blanca blandita rellenos de carne y otros rellenos de queso, una especie de pan hecho al horno crujiente relleno de queso y con un huevo poco hecho para revolverlo todo y pollo con una salsa de nueces con perejil picadito por encima y granitos de granada. Para rematar el postre: una especie de tarta muy fina como de masa de empanada relleno con una pasta que sabía a vainilla y algo más. Está riquísimo y además como nos hemos puesto las botas y no podemos más, nos llevamos envueltas las porciones en una servilleta más tarde. Todo esto por la maravillosa cantidad de 19,30 €. Pero nos ha encantado tanto que dejamos una propina de 4 €. Se lo han merecido. También observamos que hay mucha propaganda turística de Georgia y vemos que es un país bastante interesante...Pero vamos a seguir centrándonos en Estonia.



Después cogemos el coche y hacemos una ruta por Rouge, Otepää y Valga. Valga está justo en la frontera con Letonia y es un pueblo grande que en sí no tiene nada pero tiene bastantes tiendas y tal. Vamos que es un pueblo de verdad. En cambio, Rouge y Otepää son el típico pueblo estonio, o lo el concepto que tienen ellos de eso: bosque y casitas de madera repartidas aquí y allí, pero la verdad es que son sitios con encanto y muy bonitos. En Rouge hay una iglesia Luterana muy bonita en una cima, desde la que se tiene unas bonitas vistas. Se puede subir a la torre por 1 € pero a las 4 de la tarde cierran, así que nos quedamos con las ganas. Como siempre, no hay ni un alma por la zona. 




En Otepää hay otro lago grande en un sitio muy bonito. A orillas de éste hay un restaurante con una torre de cristal, desde la que se tiene una buena vista del lago y de la zona, pero no vemos que nadie suba y no sabemos si se tiene que pagar para subir o sólo es para clientes del restaurante, así que lo dejamos estar. Después de estar un rato paseando por allí, ya nos encaminos hacia el hotel, pero de repente vemos una indicación de algo. La seguimos y resulta ser un poste de la energía positiva, que dicen que si lo tocas pues eso, que te da buen royo, vamos. También lo pone en la guía pero lo que me hace gracia es que esté tan ibien ndicado y que le den tanta importancia, cuando te puedes morir para encontrar otras cosas mucho más importantes, por ejemplo la cascada de Keila, que nos quedamos con las ganas de ver porque no fuimos capaz de encontrarla. Ahora ya sí que toca volver al hotel. Mañana Riga nos espera.

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