5 de septiembre de 2016
Parece ser que las mejores calas
para hacer snorkel son las del norte. Vamos a la recepción de los apartamentos
y preguntamos a Kate, la dueña, a ver si nos puede aconsejar una cala que esté
bien. Kate nos recomienda Cala d’en Serra, cerca de Cala Xarraca.
Y no se equivoca. Es una cala
genial y cuando llegamos nosotros, que son casi las 11:00 a penas hay gente. Un
lujo.
Desde arriba se ve la cala ahí abajo, hay que caminar un cachito pero el
camino es fácil. De hecho es una carretera sin asfaltar. Nosotros dejamos el
coche arriba siempre porque no sabemos qué tal está el camino más abajo, ya que
se empieza a complicar. Y acertamos porque luego nos hubiera costado sacar el
coche de ahí.
Tras unos 15 minutos caminando
llegamos a la cala. Dejamos los bártulos y a bucear!!!
De nuevo se nos pasan
las horas volando entre peces y haciendo fotos y vídeos con la go pro.
También
hay una cala pequeña al lado que exploramos.
Para la hora de comer, volvemos a
la zona del apartamento a Es Canà. Hoy nos apetece chino.
Después de comer vamos a Cala
Sant Vicenç, que está al norte de nuestro apartamento. Es la zona este. Se nota
que es un sitio más preparado para el turismo. Hay un parking asfaltado donde
podemos aparcar sin problemas (y gratis!) Hay varios restaurantes cerca y
hoteles en primera línea de playa. Hay mucha gente, pero la playa es grande y
se cabe sin agobios.
Es una playa de arena muy cómoda,
bonita e ideal para ir con los niños. Pensamos que aquí habrá poco que ver
haciendo snorkel, pero nos equivocamos porque está lleno de peces.
Pasamos la tarde en esta playa.
Después vamos a Sant Joan de
Labritja, que nos pilla de camino. Yo pensaba que se trataba de un pueblo con
una bonita iglesia encalada y típica de la isla. Y lo cierto es que es un
pueblo, pero muy pequeño y no tiene nada. Sólo la iglesia.
Preguntamos en la oficina de
turismo que hay al lado por si acaso y nos dice que aparte de la iglesia no hay
nada más. Nos explica un poco los alrededores y nos dice otros sitios de la
isla a dónde ir.
La iglesia es bonita por fuera.
Por dentro no lo podemos averiguar porque está cerrada. Después de tomar algo
para calmar la sed volvemos al apartamento para ducharnos, ya que iremos al
Mercadillo de las Dalias.
El Mercadillo hippy de las Dalias
está a unos 15 km de nuestro apartamento, muy cerca de Sant Carles de Peralta.
Los lunes abren de 19:00 a 01:00 y se está genial. Hay un parking bastante
grande y cuesta aparcar 3 €, pero bueno, tampoco está mal. Incluso en la pared
de la entrada hay un plano del mercadillo.
Hay bastante gente, pero es muy
guay. Hay cosas muy chulas, casi todo artesanía de diferentes tipos, hay música
ambiente de un DJ y tiene varios sitios para tomar algo y cenar. Muy
recomendable. En un par de horas ves el mercadillo caminando tranquilamente.
Sobre las 11:00 ya se empieza a despejar bastante. Nosotros a esa hora nos
vamos para el parking pero casualmente nos encontramos con unos amigos que
justo están entrando. Llevamos un montón de meses sin verlos y justo nos los
encontramos aquí. Qué casualidad! Decidimos acompañarlos y vemos el mercadillo
de nuevo. Acabamos la noche tomando un mojito en uno de los bares y la mar de
bien hasta la 01:00 que decidimos volver ya. Aún no han cerrado pero suponemos
que no tardarán, ya casi no hay nadie.
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