domingo, 8 de abril de 2018

SEGUNDO DÍA: MORAIRA - FUENTES DE L’ALGAR - GUADALEST - ALICANTE

SEGUNDO DÍA: MORAIRA - FUENTES DE L’ALGAR - GUADALEST - ALICANTE



QUÉ VER EN LAS FUENTES DE L’ALGAR:

Todo el recorrido de cascadas, el río y piscinas naturales
















(foto de internet)




QUÉ VER EN GUADALEST: El Casco antiguo






















QUÉ VER EN ALICANTE:

  • Castillo de Santa Bárbara
  • Museo arqueológico
  • Paseo Marítimo (Explanada de España) 
  • Playas.



















(foto de internet)





29/08/2017



Hoy teníamos previsto ir a las Fuentes de l’Algar, visitar Guadalest y Alicante, donde está nuestro próximo hotel. Pero llueve a cántaros, así que tenemos que cancelar de nuevo los planes para hoy.



Bajamos a desayunar:  El desayuno, preparado al momento por los anfitriones (Ruth y Dave), es muy completo y delicioso: frutas, zumo natural, tostadas, mantequilla, mermeladas, té, café y huevos revueltos. Lo tomamos en la terraza de cara a la piscina, compartiendo la mesa con otros huéspedes y decidiendo qué hacer. Todos tenemos cara de circunstancias por el tiempo.




Como tengo algo de trabajo y no podemos ir a ningún sitio, decidimos bajarnos los portátiles a la mesa de la terraza y avanzar, a ver si para de llover…



Sobre las 13:30 abandonamos el hotel. Sigue lloviendo, pero ya mucho menos. Nos encaminamos a Guadalest. Guadalest es un pueblo muy pequeño que está en la sierra. La carretera que lleva al pueblo atraviesa la sierra y es un camino bastante agradable.  


De camino, como es ya la hora de comer, paramos en un lugar que vemos que tiene buena pinta. Está al lado de la carretera y además del restaurante, hay una gran tienda de souvenirs y productos de la tierra y un museo de motos antiguas.






















El restaurante se llama El Riu y está especializado en carnes y pescados a la brasa (estamos un poco altos, pero no olvidemos que estamos muy cerca del mar). Se come genial por muy buen precio. Tardarán un poquito en darnos la mesa, así que vamos a chafardear por la zona y entramos a la tienda.


Es una tienda muy grande, con un montón de productos de artesanía de la zona, souvenirs y productos como aceites, vinos, mermeladas, quesos, etc de la comarca y artesanos. Compramos algunas cosas y ya se hace la hora de comer.


















Después de comer, decidimos visitar el museo de motos antiguas. La entrada sólo cuesta 3 € por persona y podéis encontrar un montón de modelos perfectamente restaurados y conservados. El museo se formó a través de la afición de Ricardo Fracés, dueño también junto a su familia del restaurante y la tienda.





Durante años, se dedicó a viajar por toda España y a adquirir motos, que luego él limpiaba y restauraba con ayuda de algunos amigos mecánicos.



















Hay motos de un montón de marcas españolas como Derbi, Montesa, Ossa o Bultaco, pero también extranjeras como BMW, Yamaha, etc.


























Yo no soy motera, pero recomiendo visitar el museo porque es muy bonito. Está regentado por el hijo de Ricardo, que amablemente os puede contar todo lo que os queráis saber sobre las motos que allí encontraréis.






















Ahora es momento de ir a Guadalest. Durante todo el día ha estado lloviendo intermitentemente. Desde la carretera ya podemos ver la silueta del pueblo, construido en la cima de una montaña.



Guadalest (en realidad, el Castillo de Guadalest) es un pueblo muy antiguo que ya existía en épocas musulmanas. En 1974 se le declara como conjunto histórico-artístico.
















































En realidad el pueblo es prácticamente una calle con algunas callejuelas que la cortan, pero está muy bien aprovechada, ya que está llena de tiendas y museos. Creo que es el pueblo con más museos por metro cuadrado.




Podemos encontrar:

  • El Museo Histórico-Medieval, con una parte bastante importante dedicada a la inquisición.
  • Museo municipal Casa Orduña. Es la casa de una familia importante del pueblo.
  • Museo de juguetes antiguos. También hay un belén ecológico
  • Museo de saleros y pimentero
  • Museo etnológico
  • Y dos museos, que en realidad son uno solo, ya que están dedicados al mismo escultor: el museo Microgigante y el museo de microminiaturas.




















Estos dos museos están formados por las obras de Manuel Ussà, un escultor especializado en las miniaturas.


























Casi todas las obras necesitan ser vistas con lupa y son realmente curiosas. Podéis ver, por ejemplo, el cuadro de La Maja Desnuda de Goya pintado en el ala de una mosca, la estatua de la libertad dentro del ojo de un alfiler o el libro de la biblia realizado en un cabello.





















































Desde la plaza donde termina el pueblo se ve el embalse del río de Guadalest.








































Ahora ya nos marchamos para Alicante. Nos diluvia todo el camino y sigue lloviendo cuando llegamos al hotel. Son ya más de las 8 de la tarde, y como así no se puede ir a ningún sitio, no salimos del hotel. De hecho nos enteraremos al día siguiente en la tele que han habido inundaciones y problemas a causa de las lluvias.



Esta vez se trata de un hotel más grande y con menos encanto, al lado de la playa, con piscina grande y pistas de pádel que lamentablemente no vamos a poder aprovechar. El hotel está bien, lo que ocurre que el de Moraira nos gusta tanto, que será difícil superarlo.



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