El primer viaje que hicimos juntos fue durante un fin de semana a la reserva africana de Sigean (a 20 km de Perpignan) y Carcassonne. Como vivimos en Barcelona, el trayecto es corto.
La primera parada fue en la reserva africana. La verdad es que vale la pena, especialmente a la gente, que como nosotros, nos encantan los animales. Tienes la posibilidad de poder ver a animales africanos campar alegremente a sus anchas y eso no es algo que se pueda ver todos los días. Es fácil de encontrar, ya que está muy bien indicado. El recorrido se hace íntegramente en coche. No puedes ir a más de 10 km/h y sólo puedes parar en los sitios marcados para ello. Tampoco puedes bajar del coche ni bajar las ventanillas, aunque hay zonas en las que sí puedes hacerlo porque no hay peligro.Al llegar veréis una taquilla, allí tendréis que pagar el ticket (en 2005 nos costó 21 € por persona), os darán un mapa de la reserva con el itinerario marcado y las normas. Empieza la aventura!!
Lo primero que nosotros encontramos fueron las avestruces. Son muy curiosas, se acercan a los coches, miran por las ventanillas,... Son súper graciosas, pero tened cuidado porque también son muy traviesas!!! A nosotros nos dieron varias veces con su pico en el retrovisor y en el cristal. En esa misma zona también podréis ver todo tipo de impalas, antílopes y cosas por el estilo, ñus y girafas. Nosotros no tuvimos la suerte de podeer, verlas, estarían paseando por otro sitio. A continuación podréis ver cebras, rinocerontes y dromedarios. Los rinocerontes los vimos de lejos pero los demás animales estaban muy cerca. Alguna parada también tuvimos que hacer para que pasara algún animal o bien porque estaban en el medio de la carretera, pero resulta muy divertido y así también tienes tiempo para hacer fotos.
Casi al final del recorrido está la zona peligrosa donde se encuentran los osos y los leones. Aquí sí está prohibido tener bajada la ventanilla, si no quieres quedarte sin un brazo, por lo que las fotos las has de hacer a través del cristal. Los osos son osos negros americanos y vimos a dos cachorros jugando y chapoteando en una charca. Eran preciosos. A la madre no la vimos por ningún lado. Un poquito más adelante estaban los leones. No vimos cachorritos, sólo unos cuantos leones y leonas adultos. Estaban inmóviles a la sombra de los árboles, no me extraña porque hacía muchísimo calor. Sinceramente fue impresionante porque estaban a pocos metros de nosotros y da un poquito de miedo porque piensas: "como el bicho este se cabree, verás", afortunadamente estaban muy tranquilitos y no ocurrió nada.
Después de esto encontraréis un sitio para aparcar el coche y el resto del itinerario lo deberéis hacer a pie. El resto es un zoo normal y corriente. Podréis ver los mismos animales que habéis visto en libertad y otros más: cocodrilos, chimpancés, koalas, guepardos, hienas y un lago enorme con flamencos y todo tipo de aves. Hay restaurantes y bares, pero también una zona de picnic, por si preferís llevar la comida.
Nosotros vimos la reserva entera incluido el zoo en unas 4 horas.
Estábamos alojados en Narbonne, así que después de visitar la reserva fuimos al hotel a alojarnos y descansar un rato y por la tarde fuimos a pasear por la ciudad. En dos horas tienes más que de sobras. Es bonita, pero es pequeña y tiene pocas cosas para ver: está el casco antiguo con un pequeño canal y poco más.
Al día siguiente fuimos a Carcassonne. Es una ciudad medieval enmurallada preciosa. Dentro está lleno de tiendecitas, bares, restaurantes y callecitas empedradas. Vale la pena visitarla, aunque en pleno verano puede ser un poco agobiante porque hay mucha gente. Para tratarse de Francia, con lo caro que es todo, no está mal a la hora de comer. Tienes varias opciones, pero nosotros preferimos tomar una pizza. Salimos a 15 € aproximadamente por cabeza contando las bebidas. No digo que sea barato, pero tampoco está tan mal. Nosotros pasamos unas 3 horas visitando la Cité, como la llaman allí y después visitamos varios pueblecitos de la zona.
En Fitou, por ejemplo hay un castillo que puedes visitar, en el cual hacen itinearios y espectáculos de terror. Claro está hay que pagar para entrar. Nosotros sólo lo vimos por fuera, pero para la gente que le guste este tipo de experiencias creo que puede ser muy divertido.
Y bien, aquí acaba nuestro finde por parte de los países cátaros.
La primera parada fue en la reserva africana. La verdad es que vale la pena, especialmente a la gente, que como nosotros, nos encantan los animales. Tienes la posibilidad de poder ver a animales africanos campar alegremente a sus anchas y eso no es algo que se pueda ver todos los días. Es fácil de encontrar, ya que está muy bien indicado. El recorrido se hace íntegramente en coche. No puedes ir a más de 10 km/h y sólo puedes parar en los sitios marcados para ello. Tampoco puedes bajar del coche ni bajar las ventanillas, aunque hay zonas en las que sí puedes hacerlo porque no hay peligro.Al llegar veréis una taquilla, allí tendréis que pagar el ticket (en 2005 nos costó 21 € por persona), os darán un mapa de la reserva con el itinerario marcado y las normas. Empieza la aventura!!
Lo primero que nosotros encontramos fueron las avestruces. Son muy curiosas, se acercan a los coches, miran por las ventanillas,... Son súper graciosas, pero tened cuidado porque también son muy traviesas!!! A nosotros nos dieron varias veces con su pico en el retrovisor y en el cristal. En esa misma zona también podréis ver todo tipo de impalas, antílopes y cosas por el estilo, ñus y girafas. Nosotros no tuvimos la suerte de podeer, verlas, estarían paseando por otro sitio. A continuación podréis ver cebras, rinocerontes y dromedarios. Los rinocerontes los vimos de lejos pero los demás animales estaban muy cerca. Alguna parada también tuvimos que hacer para que pasara algún animal o bien porque estaban en el medio de la carretera, pero resulta muy divertido y así también tienes tiempo para hacer fotos.
Casi al final del recorrido está la zona peligrosa donde se encuentran los osos y los leones. Aquí sí está prohibido tener bajada la ventanilla, si no quieres quedarte sin un brazo, por lo que las fotos las has de hacer a través del cristal. Los osos son osos negros americanos y vimos a dos cachorros jugando y chapoteando en una charca. Eran preciosos. A la madre no la vimos por ningún lado. Un poquito más adelante estaban los leones. No vimos cachorritos, sólo unos cuantos leones y leonas adultos. Estaban inmóviles a la sombra de los árboles, no me extraña porque hacía muchísimo calor. Sinceramente fue impresionante porque estaban a pocos metros de nosotros y da un poquito de miedo porque piensas: "como el bicho este se cabree, verás", afortunadamente estaban muy tranquilitos y no ocurrió nada.
Después de esto encontraréis un sitio para aparcar el coche y el resto del itinerario lo deberéis hacer a pie. El resto es un zoo normal y corriente. Podréis ver los mismos animales que habéis visto en libertad y otros más: cocodrilos, chimpancés, koalas, guepardos, hienas y un lago enorme con flamencos y todo tipo de aves. Hay restaurantes y bares, pero también una zona de picnic, por si preferís llevar la comida.
Nosotros vimos la reserva entera incluido el zoo en unas 4 horas.
Estábamos alojados en Narbonne, así que después de visitar la reserva fuimos al hotel a alojarnos y descansar un rato y por la tarde fuimos a pasear por la ciudad. En dos horas tienes más que de sobras. Es bonita, pero es pequeña y tiene pocas cosas para ver: está el casco antiguo con un pequeño canal y poco más.
Al día siguiente fuimos a Carcassonne. Es una ciudad medieval enmurallada preciosa. Dentro está lleno de tiendecitas, bares, restaurantes y callecitas empedradas. Vale la pena visitarla, aunque en pleno verano puede ser un poco agobiante porque hay mucha gente. Para tratarse de Francia, con lo caro que es todo, no está mal a la hora de comer. Tienes varias opciones, pero nosotros preferimos tomar una pizza. Salimos a 15 € aproximadamente por cabeza contando las bebidas. No digo que sea barato, pero tampoco está tan mal. Nosotros pasamos unas 3 horas visitando la Cité, como la llaman allí y después visitamos varios pueblecitos de la zona.
En Fitou, por ejemplo hay un castillo que puedes visitar, en el cual hacen itinearios y espectáculos de terror. Claro está hay que pagar para entrar. Nosotros sólo lo vimos por fuera, pero para la gente que le guste este tipo de experiencias creo que puede ser muy divertido.
Y bien, aquí acaba nuestro finde por parte de los países cátaros.
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