Con mucha pena, abandonamos Croacia. Un bellísimo país en el que hemos estado de maravilla y donde sus gentes nos han acogido muy bien. Es un país que recomiendo a todo el mundo por lo bonito que es, por lo bien que se está y por que es barato. Reúne todas las buenas condiciones de un producto: bueno, bonito y barato.
La visita guiada para para las cuevas del castillo es a las tres, por lo que tenemos que esperar un rato. Después de visitarlas, veremos el castillo. Por fin aparece la guía y nos lleva por un camino abajo del castillo, ya que a la gruta se entra por debajo y saldremos por encima del castillo. Somos un grupo reducido, de unas 10 personas compuesto por dos españoles (Javi y yo), una pareja de italianos y 6 polacos. La guía, que es eslovena, empieza a darnos las explicaciones, primero en
español, después en italiano y después en inglés, ya que no habla polaco. Cuando llevamos un rato así nos pide si puede decirlo sólo en inglés, para no tener que repetir tanto y ninguno pone objeción. La cueva es bastante oscura y cada uno llevamos una linterna. Tenemos que subir una empinada escalera metálica en medio de la oscuridad, que la verdad da bastante yuyu dos veces para acceder a los dos niveles que se pueden visitar. El techo de la cueva está plagada de murciélagos, la mayoría muy chiquitines. Nunca había visto uno tan de cerca y hacen gracia, aunque la guía nos advierte de que no los molestemos, ya que nos pueden morder, y suelen ser portadores de la rabia. La chica nos explica también algo bastante curioso, que es que la cueva se mantiene durante todo el año a la misma temperatura: 15 º. En verano da gusto guarecerse del calor y en invierno, teniendo en cuenta que fuera se puede llegar fácilmente a los -10º, también se está muy bien.
vemos también lo son. Hay una sala en la que las estalagmitas parcen espaguettis colgados del techo, resulta muy curioso. También nos ofrecen un corto concierto de música clásica a la luz de las velas. La cueva tiene una acústica perfecta. Es un momento especial.
Hay muchos animales que pueblan las cuevas, pero el más especial es el Proteus Anguinus, un pez albino y ciego con forma de lagartija que vive en el agua y respira por branquias, y que se alimenta de microbios. Está protegido y sólo se puede visitar en un tanque fuera ya de las cuevas. Pero como somos el último grupo en salir y el complejo cierra a las seis de la tarde, cuando llegamos el recinto está cerrado y no podemos verlo. Nos quedamos con las ganas y el único recurso que tenemos es comprarnos una postal del bicho para saber cómo es. A las afueras del recinto hay varios puestos, que no dudamos en visitar y nos compramos unos refrescos para tomarlos sentados en unas escaleras tranquilamente.Volvemos a la pensión, nos duchamos, descansamos un rato y decidimos bajar a cenar porque el restaurante nos ha gustado mucho y encima está muy bien de precio. Cenamos en la terraza y después de cenar, por curiosidad, le pregunto al señor de la pensión cómo narices se pronuncia el nombre del pueblo, que como habéis visto, sólo tiene una vocal (Crni Vrh). Nos dice que se pronuncia "Cherni Vaj", así es mucho más fácil. Nos pasamos un buen rato hablando con él en inglés, que resulta ser de lo más agradable. Por eso os recomiendo que os alojéis allí si vais por la zona. La dirección es la siguiente: Gostilna Metka, Crni Vrh 78, Crni Vrh. Os tratarán muy bien, ya lo veréis. Internet es gratis, pero sólo se pilla desde la terraza, así que subo a por mi portátil y le envío un mail a mi familia con las fotos de los últimos días y después Javi mira algunas cosas. Sobre las 11 nos vamos a dormir.
19 DE AGOSTO DE 2009
Adiós, Eslovenia. Nuestro próximo y último destino es Pisa. Allí hemos reservado el mejor hotel de todo el viaje, un lujazo comparado a lo que estamos acostumbrados, que tampoco están mal, la verdad, total para lo que estamos en las habitaciones... Se trata de un AC nuevecito, estrenado en mayo del mismo año por sólo 60 € con desayuno, aunque en realidad vale un poco más. Llegamos y lo primero que hacemos es disfrutar
de los lujos de la habitación: minibar, tele de plasma, (bueno, a decir verdad, tele, que la mayoría de los sitios donde estábamos no tenían)... Como en Pisa hay poco que ver a parte de su famosa torre, decidimos comer de nuestras provisiones y descansar un rato. Sobre las 5:30 nos vamos a donde está el famoso monumento. Es un recinto amurallado que lo rodean cientos de puestos de souvenirs. Para verlos todos se necesitan al menos dos horas. Y como hay tanta competencia las cosas están extremamente baratas, así que aprovechamos para hacer algunas compras. Después pasamos donde está la torre, el Baptisterio y el Duomo. Está todo en una zona de césped bien cuidada y llenísima de gente haciendo posturitas con la torre para las fotos. Se puede subir pero decidimos no hacerlo; 294 escalones son demasiados para los 41º que tenemos que soportar. Nos dedicamos a hacer algunas fotos y a tomarnos un helado mientras admiramos la torre inclinada, que se ve que en 1967 se temió por su derrumbe y en 1990 se cerró al público como medida de seguridad.
Después de algún rato más nos vamos a Livorno, para terminar de pasar la tarde, pero no nos gustó nada. Para empezar es una ciudad que da un poco de mala espina, estaba todo muy muerto y no había nada. Pero se nos hizo la hora de cenar y nos comimos una excelente pizza. A las 9 o antes ya estábamos de vuelta al hotel.
20 DE AGOSTO DE 2009
Ya se han acabado las vacaciones, después de dos semanas maravillosas llenas de buenas experiencias. Haremos un alto en el camino para visitar a nuestra familia de Marsella, pero antes hemos decidido hacerle un pequeño homenaje a Andrea y visitar Torino (Turín en castellano),
con el que desayunamos en Sarajevo, ya que es su ciudad natal. Llegamos sobre las 12 del medio día y hace un calor abrasador. Es una ciudad monumental pero todo está bastante desperdigado y hay poco para ver. Andamos por el centro buscando algo de ambiente pero está todo muy muerto. Supongo que los 40 grados que nos acompañan tampoco ayudan mucho. Lo único que encontramos es un quiosco en medio de una gran plaza donde yo compro algunas postales, pero no tienen bufandas de la Juventus, el equipo local. En una de las calles peatonales encontramos la tienda oficial pero es todo carísimo y Javi se niega a pagar los 20 € que cuesta la bufanda, además de que no es de su agrado. Paseamos un poco más y decidimos irnos a Delle Alpi, el estadio de la Juve. Pero cuando llegamos nos llevamos un gran chasco: está medio derrumbado ¿qué es lo que ha pasado aquí? Días más tarde, buscando en Internet, nos enteramos de que están renovando el estadio y reduciendo el número de asientos y mientras la Juve juega en otro estadio de la ciudad. Nuestro gozo en un pozo. Nos hemos quedado sin la bufanda de la Juve y mira que la vimos el día anterior en los puestos de la Torre, en Pisa y pensamos en comprarla mejor aquí.
CONCLUSIONES
Una vez más nos invade la tristeza por el final de las vacaciones, y aunque estamos cansados y con ganas de estar en casa para asimilar todo lo que hemos vivido y apreciar las fotos y vídeos que hemos hecho, en pocas semanas volverá a picarnos el gusanillo por viajar. Lo sabemos. Quizá podamos hacer alguna escapada pero tendremos que esperar al verano de 2010 para poder hacer otro gran viaje, y como nunca se sabe cómo van a ir las cosas, quizá este sea nuestro último viaje en mucho tiempo. O no.
Como ya he dejado bastante claro en el blog, Sarajevo fue una ciudad que me impresionó, Bosnia en general. Me encantó y quiero volver. Necesito saber más de ese país. Pude disfrutarlo muy poco. Croacia es un país al que sin duda volveremos, y seguramente pronto. Nos hemos dejado demasiadas islas paradisíacas por ver y no podemos perdonárnoslo. Pero, hablando más profundamente, este viaje ha sido muy especial porque por primera vez hemos interactuado de verdad con las gentes de los países, cosa que hasta ahora no habíamos tenido mucha oportunidad. Y eso nos ha enriquecido personalmente. Al estar en casas particulares hemos podido conocer la situación de estos países e intercambiado opiniones con sus gentes. Nos han tratado fenomenalmente y eso es lo que me llevo. Me alegra ver también como Bosnia, y especialmente Croacia están superando tan bien las dificultades que suponen haber pasado por una terrible guerra y la segmentación de un país, aunque a Bosnia aún le queda un mayor tramo por recorrer. También me hubiera gustado comparar con Serbia y Montenegro, pero esto tendrá que ser en otra ocasión. Si tenéis ocasión, o si os gusta como a nosotros empaparnos un poco de la realidad del sitio que visitamos, alojaros en sobes, en pensiones o habitaciones.
Para acabar os muestro unas fotos, para que veáis la utilidad que se le dan a tantas bufandas compradas. La colección de Javi está expuesta en las paredes y techo de una de las habitaciones de nuestro piso, la más pequeña. Todo el mundo que viene a casa alucina cuando la ve y no es para menos. Ya nos queda poco espacio para llenar, pero esperamos seguir aumentando la cole, y si eso ya las iremos turnando.
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