jueves, 16 de agosto de 2012

ILLUECA

ILLUECA


Illueca es un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, no muy lejos de la ciudad de Calatayud. Es un pueblo pequeño, con un pequeño casco antiguo y cuya mayor atracción es el Castillo del Papa-Luna, que incluye una hospedería (donde nosotros nos alojamos), el ayuntamiento y organismos oficiales. Se puede visitar una parte de él.

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor nació en Illueca en 1328, en el seno de una de las familias aragonesas más importantes, los Luna. Aunque empezó carrera militar, pronto se introdujo en la vida eclesiástica, estudiando en la universidad de Montpellier y siendo nombrado cardenal por el papa Gregorio XI unos años después. En 1394 fue nombrado papa bajo el nombre de Benedicto XIII. Pero el suyo fue un papado muy turbulento. Muchos no lo reconocían como papa, la corona Francesa quería quitárselo de encima...En fin, que entre unas intrigas y otras, intentaron matarlo varias veces, incluso envenenarlo, pero estaba muy bien relacionado y sus defensores lo protegieron. Murió tranquilamente en Peñíscola a la edad de 96 años.

Precisamente el nombre de Papa Luna le viene por el apellido de su familia. Nació en el castillo. Durante varios siglos el castillo estuvo abandonado, después de que la familia Luna lo dejara. Pasó primero a manos privadas, pero luego se dejó al olvido y poco a poco se fue deteriorando, hasta que la familia Bordiu y los Villaverde (sí, sí, familia de Franco) decidieron cogerlo, y cederlo al ayuntamiento con la condición de que lo restaurara por completo. Y así se hizo. El ayuntamiento contó durante años con la gente de la comarca que estaba inscrita en el INEM y así, cada año con gente diferente, el castillo recuperó su esencia.

La visita cuesta 5 € por persona y se explica la historia de este singular personaje, se enseña la sala donde nació, una reproducción de su biblioteca y al final de la visita hay una sala donde se pone un vídeo con una detallada explicación de todo.



Este es el mapa de la comarca. Hay una web que detalla muy bien lo que hay en cada pueblo. No recuerdo el nombre, pero la encontrareis fácilmente en Google. Por lo que ponía en esta web, los pueblos más interesantes para ver son Aranda de Moncayo, Mesones de Isuela, Oseja, Calcena y Gotor. En casi todos hay castillos y monumentos estilo mudéjar (árabe). En Aranda de Moncayo el castillo está en ruinas pero en Mesones de Isuela, el castillo está bien conservado.



Un consejo muy importante os doy: no visiteis la zona en verano!!! hace un calor insoportable, no se puede respirar. Es como si te estuvieran echando aire caliente con un secador y no se puede salir hasta que no son las 9 de la noche por lo menos.


9 DE AGOSTO DE 2012

A las 10:30 salimos de casa rumbo a Illueca. A las 14:30 más o menos llegamos al pueblo. En seguida se divisa el castillo del Papa Luna (nuestro hotel) en lo alto de una colina. Todo al rededor tiene color teja y está muy seco. Estamos a 38º y subiendo. Aparcamos delante de la puerta. Un poco más abajo está la oficina de turismo pero está cerrada. Entramos dentro y se está muy fresquito. Subimos los peldaños hasta la primera planta, donde está la hospedería y hacemos el check in. El hotel es curioso y está bastante bien. Nos instalamos en la habitación y nos comemos la ensalada de pasta que hemos preparado esta mañana. Después descansamos.


Es imposible plantearnos hacer nada. En la calle no se puede estar ni al sol ni a la sombra. Yo me había hecho una pequeña guía sobre algunos pueblos que visitar pero no se puede hacer nada. Vemos la tele y leo un poco. No tenemos wi-fi en la habitación, por lo que no puedo usar internet en el portátil, aunque sí con el móvil....Bajo a informarme a la recepción de qué podemos hacer. El chico no es de allí y me dice que mejor espere a las 17:30 que abren la oficina de turismo que está justo al lado y que allí me podrán explicar mejor. Espero. A la hora bajo y hablo con las chicas de la oficina, que son muy amables. Me dicen que ni se me ocurra visitar ningún pueblo ni nada, porque es mortal (ya lo veo) y me recomiendan que me baje a un río que pasa por abajo de la colina donde hay unos árboles que hacen sombra. Allí se está fresquito. Les pregunto por las horas de visita al castillo y la última visita se hace a las 19:30. Intentaré llegar. Nos vamos al río, porque no tenemos más alternativa. No es gran cosa y de hecho no cubre pero se está bastante bien. Me meto a refrescarme y camino por el río un rato. El agua me llega por las pantorrillas más o menos. Xia me mira desde la orilla.


De repente se empieza a nublarse, a tronar y cae un buen chaparrón en un momento pero enseguida sale el sol. Decidimos ir a Brea de Aragón, el pueblo de al lado, especializado en calzado. Hay outlets por todas partes y están abiertos. Damos una vuelta. También está el museo del calzado, del cual me han hablado en la oficina de turismo. La entrada vale unos 2 o 3 € pero no nos parece interesante. Pasamos la tarde viendo algunas naves de outlets y luego, sobre las 19:45 volvemos al hotel. Sigue haciendo el mismo calor insoportable, solo que el sol ya no quema. Pregunto en la oficina de turismo si es tarde para hacer la visita y me dicen que sí, pero una de las chicas se compromete a hacerme una mini guía en media hora. Quedo con ella y me explica un poco la historia del castillo y del Papa Luna, me enseña la habitación donde nació, la reproducción de su bibilioteca, un par de salas y la sala de audiovisuales donde ponen el vídeo explicativo, pero como es tarde, ya no lo pone. A las 20:45 bajamos con Xia un rato a la puerta a jugar con la pelota y subimos de nuevo a ducharnos para bajar a cenar.


A las 9:15 empezamos a cenar. El restaurante no está mal y tiene unas vistas geniales, aunque ya ha oscurecido casi. Como os contaba en la introducción, no tenemos opción a elegir pero el camarero nos explica amablemente en qué consiste y qué vamos a tener:

- De primero, embutidos
- De segundo, brochetas de langostinos con vinagreta
- De tercero, solomillo asado con salsa
- Postres y café

Para beber, elegimos una sangría. Después de una buena cena (la mejor de todas las vacaciones sin duda, ya que no volvemos a comer fuera), volvemos a la habitación. Me marcho con la sensación de no haber podido disfrutar de la zona, porque así ha sido y seguro que tiene sitios muy interesantes. Me da mucha pena irme de un sitio sin haber visto nada, pero os aseguro que es que realmente no se puede. He estado en muchos sitios pasando mucho calor y aún así hemos visitado cosas, pero aquí es imposible. Por eso os recomiendo que, si puede ser, no vengais en verano. Seguro que el otoño o la primavera son épocas perfectas para disfrutar de esta zona, sus pueblos, su gastronomía y su viticultura, porque hay un montón de bodegas. En invierno no creo que sea muy agradable porque seguro que hace mucho frío y hay mucha nieve. Espero volver en otra época y conocer bien la zona.


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