Nos levantamos y bajamos a desayunar. El desayuno no es gran cosa, incluso un poco pobre, teniendo en cuenta la cena, pero tiene lo básico: cruasanes, napolitanas de chocolate, ensaimadas, zumo de naranja, café, leche, infusiones y tostadas con mantequilla, mermelada de fresa y miel. Desayunamos en la terraza que se está fresquito, mientras tenemos unas buenas vistas del valle.
Después ya cargamos el coche y nos vamos rumbo a Tarascon-Sur-Ariège, donde tenemos el próximo hotel. Tenemos un largo día de coche por delante, porque está a casi 400 km pero tardamos 7 horas de trayecto, ya que es todo montaña y no se puede correr mucho. En realidad, el GPS nos manda hacia Andorra y que subamos desde allí, pero Javi prefiere hacer una ruta alternativa y subir a Francia desde Huesca. Es lo que hacemos y no nos arrepentimos en absoluto por el paisaje. De veras vale la pena.
Mientras estamos en la provincia de Zaragoza, el paisaje es prácticamente desértico, pero va cambiando conforme nos vamos adentrando en la provincia de Huesca. Cerca de la frontera, vemos el pueblo de L'Aínsa, muy turístico y bonito, pero lo vemos solo desde la carretera general y un poco de lejos, ya que queda más arriba. La temperatura aprieta (40º) y pensamos que es mejor visitarlo en mejores condiciones de temperatura.
Pasado el pueblo vemos una presa y un río con unas aguas cristalinas. Paramos en varios sitios para ver las vistas pero el río está muy abajo y no vemos por donde podemos bajar. Seguimos con el coche y un poco más arriba vemos un camino donde podemos bajar y que está mucho más cerca. Es un sitio genial para estar. Nos bañamos. El agua está muy fría pero se agradece porque hace un calor sofocante. Se está genial y no nos queremos ir. Aprovechamos para hacernos unos bocadillos de nuestras provisiones y comemos ahí.
La pobre Xia también sufre los estragos del calor, pero no le gusta el agua. De todas formas la mojamos un poco para que lo pueda soportar mejor y se sienta en una pequeña sombra a observarnos mientras bebe agua fresquita del río. Después de un rato volvemos al coche a seguir el camino. El sitio nos encanta y seguramente volvamos de nuevo en verano para bañarnos. Carretera arriba vemos un montón de sitios más para bañarse y gente por varias zonas. No mucho después llegamos a la frontera con Francia. No hay aduana. Tenemos que atravesar el túnel de Bielsa, de unos 3 km. Es extraño, pero es totalmente gratuito.
El paisaje que vemos después de atravesar el túnel nos deja sin palabras. En sencillamente espectacular. Bajamos un valle de altas montañas y empezamos a ver pequeños y encantadores pueblecitos, ríos, cascadas de agua, ... ya estamos en los Pirineos franceses. Sobre las 7 y pico de la tarde llegamos a Tarascon-Sur-Ariège, donde tenemos el hotel. En realidad, nuestra siguiente parada es Montségur, pero no hay hoteles disponibles por la zona y el único que encontramos es este, que está a unos 40 km. El pueblo es pequeño, pero no está mal. En frente del hotel hay un gran parking gratuito. El hotel es bastante cutrecillo, pero está limpio. Pensábamos que aquí se estaría más fresquito, pero no, hace muchísimo calor y no tenemos aire acondicionado!!! Tampoco hay wifi, aunque en booking ponía que sí. Tenemos buenas vistas por eso desde la habitación. Da al río y al fondo se ven las montañas.
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