LA GARROTXA SEGUNDO DIA

17 DE FEBRERO DE 2013

Hoy nos levantamos un poquito más tarde. Carles, mi compañero de clase de ruso es de Olot, la capital de la comarca y le pedí que me recomendara algún sitio para visitar. Me recomienda ir al Puente del Llerca, el río que pasa por allí y hacer una pequeña ruta hasta llegar al precioso pueblo de Rupit, que nos viene de paso haciendo el camino de vuelta a casa. Eso es lo que haremos.

Carles me ha recomendado ir al Pont del Llerca (puente del Llerca), un puente romano muy bonito desde el cual comienzan un montón de rutas a pie. Es tarde para hacer una caminata, porque ya son más de las 12 de la mañana, pero daremos un pequeño paseo por la zona y bajaremos al río. Pasamos un buen rato paseando por allí y tirando piedras al río desde diferentes puntos: arriba del puente, debajo, al lado del río,....

Luego empezamos el camino hacia Rupit (Rupit i Pruit), un pueblo medieval precioso que no os podéis perder. Desde donde estamos se puede coger la autovía que va hacia Vic y después la nacional hasta la carretera que lleva al pueblo, que está entre montañas, pero Carles nos ha hecho una ruta alternativa para pasar por paisajes mucho más agradables. Desde esta carretera vamos viendo pueblecitos pequeños y con encanto (a penas unas casas dominadas por el campanario de una iglesia) y campos y más campos. Después ya nos adentramos en otro puerto de montaña con un paisaje muy bonito, pero hay cada vez más niebla, por lo que hay zonas en las que no vemos absolutamente nada y tenemos que ir con mucho cuidado. Una vez pasado esto, llegamos a Rupit.

Rupit es un pueblo medieval, como os he dicho, en el que no pueden circular los coches. Ya no es porque lo hayan prohibido, sino porque es imposible que pase por allí ningún coche con lo estrechas y empinadas que son las calles. Nos preguntamos como lo haría la gente del pueblo en la antigüedad para transportar las cosas. Está claro que con burros y carros, pero hay algunas calles que son un poco complicadas igualmente para esto. El coche se ha de dejar en un parking que hay en la entrada y que cuesta 2 € para todo el día. Entro en la oficina de turismo para que me den un mapa con un itinerario para verlo todo. En realidad no es necesario porque el pueblo es pequeño y no te pierdes, pero quiero asegurarme que pasamos por los puntos más importantes. 

Para acceder al pueblo hay que pasar por un puente de madera colgante que hará las delicias de los más pequeños... y los no tan pequeños, a los que les encanta saltar y asustar a la gente que sufre de vértigo. Ninguno de nosotros sufre tanto vértigo como para que nos dé miedo pasar, así que disfrutamos del paseo y de la vista. En el pueblo hay varias tiendas de artesanía y productos de la zona. Compramos un poco de embutido que está buenísimo. Paseamos y recorremos cada una de las empedradas y empinadas calles, con sus pequeñas placitas y entonces es cuando el estómago nos ruge y nos dice que es hora de comer. Hoy apetece carne a la brasa. Hay varios restaurantes porque es muy turístico y en todos pone la carta con los precios y los menús en la entrada. Casi todos rondan entre los 14 y 20 € por menú. Nos decidimos por uno que tiene buena pinta y que tiene vistas al río. De primero mi hermana y su novio piden una ensalada para compartir. Javi se decide por una coca de embutidos y yo por una coca de escalibada (pimientos, berenjena, calabacín y cebolla asados con aceite, sal, pimienta, unas gotas de vinagre y anchoas por encima), que se me ha antojado muchísimo. De segundo Javi pide solomillo a la pimienta, Miguel (el novio de mi hermana) costillas de cabrito, ella entrecot pequeño y yo secreto ibérico con patatas panadera. Mi hermana y yo compartiremos las carnes, para probar un poco de todo. A parte pedimos pan tostado con tomate y all-i-oli. De postre pedimos crema catalana y brownies de chocolate. No pedimos cafés. El total de la comida nos sale por algo más de 90€, es decir que salimos a algo más de 20 € por cabeza. Teniendo en cuenta lo bien que hemos comido y lo bien que nos ha sabido todo, nos parece hasta barato.

Después de comer ya iniciamos el camino de nuevo al coche para volver a casa, ya que es domingo y mañana toca trabajar. Tendremos que repetir esto más veces porque lo hemos pasado muy bien.