viernes, 26 de septiembre de 2014

BRETAÑA FRANCESA 2º DIA: RENNES - CONCARNEAU - LOCRONAN - BREST

18 DE OCTUBRE DE 2013



Me despierto a las 9:00 y hace un día soleado. Desayuno y me voy para el centro con el coche. Me tocará pagar párking pero es mejor así.





La salida peatonal del párking da a un parque precioso con un palacio. Me encamino hacia el centro por donde estuve ayer tarde y paso por delante de la oficina de turismo, que sigue cerrada. Abre más tarde pero no voy a esperar. Visitaré la ciudad por mí misma. 














Primero paseo por el casco antiguo. Es una ciudad muy bonita. 





















De vuelta, paseo a lo largo del río












 y al final, me doy una vuelta por el parque debajo del cual está el parking donde he dejado el coche.  Es un sitio muy bonito, ideal para desconectar, descansar, leer, pasear o hacer algo de deporte. Rennes me ha gustado mucho.








Hacia las 12:00 cojo ya el coche camino de Concarneau, que es la próxima parada. Hay dos horas y media de camino y hay que ir espabilando.






En el camino hacia Concarneau me cae un buen chaparrón que dura bastante rato, pero cuando llego allí todo está seco, y aunque está nublado, a ratos se asoma el sol. A la entrada del pueblo hay un párking gratuito y bastante grande y la oficina de turismo se encuentra ahí también. Está abierta.












Lo que hay para visitar en Concarneau es el casco antiguo, el cual se encuentra amurallado en un recinto que da al mar. Y también pasear por su largo paseo marítimo, con varias playas.










Entro dentro de la "ciudad vieja", donde me encuentro con unos cañones a la entrada bien dispuestos.














Paseo por la muralla y tengo bonitas vistas del mar. Pasear y perderse por las calles es muy agradable, lleno de tiendecitas y creperías. Al leer "crepería" mi estómago me recuerda que es la hora de comer. 






Hoy me decido por una creppe salada, que lleva bacon ahumado, queso, nueces, cebolla caramelizada y una salsa acompañada de una rica ensalada. 13 € junto con la bebida. No está mal. 




Termino de ver la zona amurallada y me voy a pasear por el paseo marítimo. Es muy agradable pasear por aquí. Parece que la marea está subiendo y hace algo de viento. El mar está un poco picado.



Después del paseo vuelvo al coche y parto hacia Locronan.







Locronan es un pueblo muy pequeñito, quizá lo conformen 6 o 7 calles, pero es precioso. Parece que el tiempo se haya detenido o que sea un decorado de cartón piedra. Si pasáis por la zona no os lo perdáis. 


Para aparcar también está fácil porque hay un párking gratuito a la entrada del pueblo. 










En las calles hay incrustados varios símbolos. No sé lo que significan, pero creo que son símbolos celtas.















Locronan tiene una iglesia gótica y algo tétrica con un cementerio. A mí, aunque me da respeto, me parece curioso, porque no estoy acostumbrada a ver lápidas en el suelo, sino que donde yo vivo en todos los cementerios los nichos están apilados en vertical. Reconozco que tiene su encanto.









La siguiente parada es Brest. Ya está atardeciendo, por lo que sólo me da tiempo a ver el castillo por fuera. Son más de las 7 y está cerrado. He llegado tarde, qué lástima.

La carretera que lleva a Brest tiene unas vistas privilegiadas de la costa. Muy bonita.









Se nota que es una ciudad, aunque pequeña, porque tiene un tranvía y una calle peatonal muy larga llena de tiendas, bares y restaurantes. La noche me pilla en Brest y decido cenar en un kebab.







Después me voy para el lugar donde dormiré esta noche. Es un pequeño hostalito en medio del bosque. Espero que no sea muy difícil de encontrar. El GPS no sabe llevarme allí, así que tendré que ir hasta el pueblo y fijarme si hay indicaciones. Doy un par de vueltas y no encuentro indicaciones. Ya es tarde y me pongo un poco nerviosa. Estoy sola en medio del bosque y con las únicas luces del coche.

Afortunadamente veo un cartel que indica el hostal y sigo las indicaciones. En menos de 5 minutos llego. Parece la casita de blancanieves, es mágico. La señora de la casa me recibe muy amablemente y me enseña mi habitación. Creo que soy la única huésped en el hostal. Tampoco creo que tengan más de dos habitaciones....





Me encanta mi habitación! Es una pasada y seguro que tiene vistas del bosque preciosas, lo que pasa es que ahora es de noche y no se ve nada. Además es bastante grande. 













Me conecto al wi-fi para dar señales de vida a los míos, leo un rato, me miro la ruta para mañana y me voy a dormir. Segundo día superado. Sí que es verdad que hoy me ha faltado algo de conversación con alguien, pero me siento muy bien. Me está encantando todo lo que estoy viendo.


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