11 DE AGOSTO DE 2014
El 11 de agosto hicimos una excursión a Tossa de Mar. Tossa es un pueblo precioso de la Costa Brava, al lado de Lloret de Mar, también muy turístico. Es cierto que en verano está masificado y con un montón de extranjeros, pero aún así vale la pena. Está a una hora y media en coche aproximadamente desde Barcelona.
QUE VER:
- El casco antiguo
- El castillo
- Las calas
- Si podéis, hacer alguna de las excursiones en barco que hay para poder ver las calas y las grutas que hay.
Os aconsejo que si vais en coche, que quizás sea la mejor opción, aparquéis en uno de los párkings que están en la entrada del pueblo. Cuestan 5 € todo un día y vale mucho la pena. Podéis intentar aparcar en alguna calle gratis, aunque será bastante complicado y luego dentro del pueblo es casi imposible y además todo es zona azul.
Desde la entrada hasta el pueblo hay unos 10 minutos caminando. El casco antiguo de Tossa está lleno de calles empedradas y casas encaladas con multitud de tiendas, bares y restaurantes. Como casi todas dan a la sombra y corre algo de brisa se está la mar de bien para sofocar el calor. Al final del casco antiguo os encontraréis con el paseo marítimo y la playa, la cual tiene una arena muy gruesa al principio y en la orilla está llena de guijarros. No es muy grande, y como está tan llena igual os cuesta un poco encontrar sitio para poner la toalla...
Después de un baño para refrescarse, podéis visitar en castillo. En realidad se trata de un recinto amurallado, donde se fundó Tossa inicialmente, aunque luego creció extramuros, como ocurre con todos los sitios. Desde las murallas tenéis vistas preciosas del mar, la playa y de Lloret. También hay un pequeño museo de Tossa que cuesta 2 € la entrada.
Nosotras después de ver la zona amurallada nos fuimos a comer a uno de los restaurantes. Y compramos unos billetes para una excursión en barco que nos costó 13 € por persona. Estos barcos tienen el fondo de cristal, con lo que puedes ir mirando lo que hay debajo del barco. Este barco en concreto hacía una ruta por unas pequeñas grutas que hay y después iba a dos calas. En la última te puedes bajar y pasar el rato que quieras. Informaos bien de los horarios de los barcos, y podréis coger para la vuelta el que más os interese.
Estas calas son tan pequeñas y hay tanta gente que a penas se cabe, pero vale la pena.
Sobre las 7, después de tomar un helado ya emprendimos el camino de vuelta a casa.
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