Por suerte amanece buen día, con sol y calor. Desayunamos y nos vamos a las calas de Begur a darnos un bañito.
Pasamos un rato en Aiguablava y Sa Tuna. El agua está fresquita, transparente....Es una maravilla poderse bañar aquí.
Me voy caminando por las rocas y veo otras pequeñas calas.
Pasamos aquí toda la mañana y para las 14:00 nos vamos para Pals, donde comeremos.
Pals es un precioso pueblo medieval de callecitas empedradas, con alguna galerías de arte, tiendas de artesanía y restaurantes.
Comemos en una agradable terraza unas gambas de Palamós, una esqueixada, sepia y unos mejillones, por supuesto acompañado de pan con tomate y un vinito blanco fresquito de la casa.
Paseamos un ratito más por el pueblo y ya decidimos emprender el camino a casa poco a poco para no pillar caravana, pues mañana toca currar.
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