jueves, 4 de agosto de 2016

ROMA - 3ER DIA

23 de abril de 2016


Hoy el día está bastante nublado. Después de desayunar nos vamos para el Vaticano. 



Llegando a la Plaza San Pedro, con todos los alrededores abarrotados, nos habla una chica española para ofrecernos un guía en la visita. Nos lo pensamos un poco pero decidimos preguntar más información y finalmente nos decidimos por ello. Cuesta 41 € por persona pero realmente merece la pena.



Entre una cosa y otra la visita empieza a las 11:30. Es una locura, está a petar y resulta un poco estresante. Para colmo, este fin de semana son las jornadas de la juventud y está todo lleno de grupos de jóvenes y colegios que vienen a hacer un encuentro con el papa. Yo respiro profundamente y me armo de paciencia porque nada me va a empañar la visita a este majestuoso lugar.

Hacemos un poco de cola pero no tardamos en entrar. El guía es muy agradable, me gusta mucho cómo va explicándolo todo. No se trata de una aburrida clase magistral de arte, sino que sobretodo nos va contando los entresijos de la historia y las anécdotas y curiosidades.


 

Entiendo a la gente que tiene aversión a la iglesia y que no quiere visitar el Vaticano porque considera que es un negocio. Completamente deacuerdo. Yo tampoco es que sea amiga de la iglesia, pero de verdad que no podeis iros de Roma sin ver los museos vaticanos. 










También es verdad que muchas de las obras que aquí se exponen se debe a saqueos y robos por parte de la iglesia. Pero lo dicho: no os lo perdais.











Nuestra visita comienza en los Museos, sigue en la Basílica y termina en la plaza. Para todo ello necesitareis un mínimo de 3 horas. La visita guiada te deja en la Basílica y la ves por tu cuenta, aunque seguramente también hayan visitas guiadas por ella.

El Vaticano es el estado más pequeño de toda Europa. Tan sólo ocupa un área de 0.44 km cuadrados y dentro de sus muros viven menos de 1.000 personas. La independencia de Italia se declaró en 1.929 en los pactos de Letrán. 


Los tres puntos fuertes son los Museos Vaticanos, la Plaza San Pedro y la Basílica de San Pedro.





La entrada tiene lugar a través de un bonito jardín llamado Patio Octógono, que antiguamente se conocía como el Jardín de las Estatuas del Belvedere. Nuestra primera parada es al lado de una explicación sobre la Capilla Sixtina, la mayor atracción de este museo.












A través de la visita vamos atravesando varios museos: Museo Pío, Galería de los Candelabros, Museo Etnológico Misionero, Galería de mapas cartográficos y Museo Histórico.

















De verdad es difícil describir con palabras lo que se siente al recorrer todos estos maravilosos pasillos y salas. Cualquier palabra se queda corta. 









Por fin llegamos a la Capilla Sixtina. 



Qué decir de esta genial obra de arte.....Uno se quedaría horas mirándola. Por favor, es muy importante que respeteis las normas. No se puede hacer fotos y se ha de estar en silencio. Y de verdad, no hagais fotos. Se pueden comprar postales de la pintura que se verá mucho mejor que cualquiera de nuestras fotos. Si no respetamos las reglas lo que conseguiremos finalmente es que se deteriore esta maravilla y que sólo puedan verla unas contadas personas al año. O que finalmente se cierre al público. Las fotos que pongo aquí son sacadas de Internet.



La construcción de la Capilla Sixtina se llevó a cabo entre 1.473 y 1.481 bajo el mandato del Papa Sixto IV (como todos los papas no tenía nada de aires de grandeza y por eso le puso su nombre....). La pintura fue encargada a Miguel Ángel, el cuál no quería hacerla, pues él era una persona muy libre y no quería pintar bajo las órdenes de nadie. Aunque el Papa le ofreció una cuantiosa suma de dinero, la rechazó. Se le ofreció todavía más dinero y se excusó diciendo que él no iba a pintar lo que los demás le dijeran y que quizá pintaría cosas que al Papa no le gustasen. El papa aceptó éste y otros requisitos, así que finalmente Miguel Ángel no pudo hacer otra cosa que aceptar el encargo.

Tardó en pintarla cuatro años, desde 1.508 hasta 1.512. La imagen más conocida es la de la Creación de Adán, donde Dios le da vida. También está representado el Apocalipsis de San Juan. 

Es una obra increíble.







Después de salir de los museos tienes la opción de subir 300 y pico escalones de la cúpula para ver una de las mejores vistas de Roma, pero nosotros pasamos. Estamos reventados, nos duelen un montón los pies y aún nos quedan muchas cosas por ver hoy. Nos parece un gasto de energía absurdo.









El guía se despide de nosotros en la entrada de la Basílica de San Pedro. La iglesia más importante del mundo. 

La construcción duró 126 años: desde 1.506 hasta 1.626. Fue obra de diversos artistas, de los que cabe destacar a Bramante, Miguel Ángel y Carlo Maderno. 

Esta inmensa catedral tiene capacidad para la friolera de 20.000 personas, mide 190 metros de longitud y la nave central tiene una altura de 46 metros. La cúpula alcanza una altura de 136.


Tras pasear por la Basílica, salimos a la Plaza San Pedro. La impresionante Plaza de San Pedro, desde la que hemos visto multitud de veces por la tele cómo el Papa se asomaba para hablar a la gente. Mide 320 metros de longitud y 240 metros de ancho. Y ha llegado a albergar casi 300.000 personas. Fue construida por Bernini entre 1.656 y 1.667.







La plaza cuenta con 284 columnas en las que hay 140 estatuas de santos. En el centro de la plaza destacan dos fuentes y un obelisco traído desde Egipto en 1.586.







Tras sortear a los miles de personas que hay en la plaza y hacer unas cuantas fotos, decidimos tomarnos un descanso y comer. Comemos en uno de los locales cercanos a la plaza. Estamos muy cansados y nos da igual si resulta un poco más caro de lo normal, aunque realmente comemos una buena lasaña por buen precio.

El postre preferimos tomarlo en una pastelería delante de un buen café. 



Lo que vamos a hacer ahora es ir a ver el Estadio Flaminio, también estadio Olímpico donde juega la Roma. Que yo sepa no tiene museo para poderse visitar. Es raro, porque este equipo tiene varios títulos, pero si lo hay no está abierto al público. Por lo menos yo no he sabido encontrarlo....Tampoco se puede visitar por dentro normalmente.

La mejor manera  de llegar es a con el tranvía 2 y bajarse en la última parada "Mancini". El tranvía no te deja lejos del estadio. Tienes que atravesar el río para llegar a él. Queda a las afueras de la ciudad, rodeado por zonas verdes.  Cuando llegamos vemos que toda la zona está atestada. Nos informamos con un grupo de españoles que vemos por allí y resulta que se están haciendo actividades relacionadas con las jornadadas de la juventud.

Es una pena no poder ver la zona donde están las estatuas y tal porque es muy bonita. Así que después de pasear un poco por la zona, nos volvemos.







Vamos a la plaza del Pópolo y desde allí encontramos indicaciones para llegar a la Plaza de España.










La Plaza de España es otro de los imprescindibles de Roma. Se llama así porque aquí se encuentra la Embajada Española desde el siglo XVII. En esta plaza se celebran desfiles de moda y además es un lugar de encuentro de los romanos. Resulta muy agradable sentarse en sus escalones.

Pero esta vez no tenemos suerte. Resulta que la plaza está cerrada por obras de restauración y sólo vamos a poder verla desde una vaya :(









 Las escaleras de la Plaza de España dan a la Fontana de la Barcaccia. Esta bonita fuente en forma de barco fue diseñada por Bernini en 1.627.

Empieza a llover y cae un buen chaparrón que dura poco tiempo. Paseamos un poco por las calles, donde se encuentran las tiendas más caras de Roma. Decidimos volver al hotel a descansar un rato.




 A las 21:30 volvemos a la Plaza España para buscar un sitio en el que cenar. Es sábado por la noche y el ambiente está muy animado. Entramos en un sitio bastante guapo y cenamos genial. Yo una saltimboca acompañada de focaccia y de postre la mejor Pannacota que me he comido en mi vida. Y no es nada caro.

Tras tomar algo decidimos volver al hotel. Mañana ya es nuestro último día aquí :(

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