Comemos un desayuno agradable en el hotel: zumo de naranja recién exprimido, tostadas con mermelada y nocilla, té y un cuenco de fruta variada recién cortada. Con esto ya nos atrevemos a emprender el largo día que tenemos por delante. El día es soleado.
Hoy vamos a dedicarle la visita al Foro y al Coliseo. Como os comentaba en la introducción, lo mejor es que cojais la entrada conjunta para ambos sitios, pues es un poco más barato y además os evitareis las colas en el Coliseo, lo cual siempre es interesante. Según a qué hora vayais, sí que os encontrareis a gente esperando, pero la cola de la gente que ya tiene entrada va mucho más rápida y seguro que en 15 minutos como máximo ya estais dentro.
Muy cerca de la entrada al Palatino (Foro) se encuentra el Circo Massimo. Se trata de los pocos restos que quedan de un impresionante estadio construido para celebrar carreras de cuádrigas. En el muro que hay en la calle que separa el Circo del Foro hay varios paneles con información sobre él en varios idiomas.
Fue construido bajo el mando del rey Lucio Tarquinio Prisco. Medía 621 metros de longitud y 118 metros de alto y podía dar cabida (agarraos) a hasta 300.000 espectadores. En la pista cabían hasta 12 carros y los dos lados de la misma se separaban por una mediana llamada spina.
Uno de los obeliscos que presidía la meta se haya hoy en pla Piazza del Popolo. Gracias a las pelis, los libros y la imaginación de una, casi me puedo sentir como si estuviera viendo una carrera ahora mismo. Debía de ser muy emocionante.
Tras recorrer el Circo Massimo y leer los paneles de información nos vamos para el Palatino, donde se encuentra el Foro. El Palatino es otro de los montes de Roma y es ahí dentro donde se encuentra el recinto con las ruinas donde finalmente está el Foro. La entrada del Palatino + el Coliseo + la audioguía nos ha costado unos 25 € por persona.
Qué podemos encontrar en el Foro?Pues multitud de ruinas, algunas mejor conservada que otras de palacios y varios edificios de las diferentes épocas del gran Imperio Romano. Yo creo que lo mejor es contar con algún guía que os vaya explicando cada parte, pero la audioguía también es útil. Recomiendo utilizar alguna de las dos opciones, ya que si no sólo ves piedras y sin conocimiento, y es una lástima.
Algunos de estos edificios son la Domus Flavia, la Casa de Livia, la Casa de Augusto, el Hipódromo de Domiciano y por supuesto el Museo Palatino.
Al final del recorrido nos encontramos con la parte del Foro. El Foro era la zona en la que se desarrollaba la vida pública y religiosa de la ciudad. En realidad esta zona era pantanosa y en el siglo VI a.c. se drenó toda el agua con la construcción de la Cloaca Massima (todo en Roma es máximo), uno de los primeros sistemas de alcantarillado del mundo.
En el Foro quedan los restos de los templos de Venus, Saturno, Rómulo y Vesta, pero también hay otros puntos de interés, como el Arco de Tito, que conmemoró en su momento la victoria sobre Jerusalén llevada a cabo por éste cuando aún no era emperador. Fue construido tras su muerte. La Via Sacra, La Curia y la Columa de Foca también son puntos importantes.
La Via Sacra era la principal calle de la antigua Roma. Comunicaba la plaza del Campidoglio con el Coliseo. En la Curia se reunía el Senado, donde se tomaban todas las decisiones políticas y administrativas de la ciudad (y donde se conspiraba de lo lindo para quitar de enmedio a todo aquel que no interesaba, especialmente los emperadores).
Recorrer todo el recinto lleva un tiempo de aproximadamente 3 o 4 horas y acabas reventado. Llevad calzado cómodo. Tras la visita, nos vamos a comer y a descansar que falta nos hace. Después iremos a ver el Coliseo por dentro.
Sobre las 16:00 estamos en la cola para el Coliseo. Hay mucha gente pero la cola va rápida. Esta construcción es increíble, majestuosa. Y también es increíble que se mantenga en pie tantos años.
Tan sólo se tardaron 8 años en construirlo, pues las obras empezaron en el año 72 d.c. y terminaron en el 80 bajo el mandato de Tito. Mide 188 metros de largo, 156 de ancho y 57 metros de altura.
El Anfiteatro Flavio, que es como era conocido en sus orígenes permitía a más de 50.000 personas disfrutar de "espectáculos" como la lucha de gladiadores, ejecuciones de prisioneros, muestra de animales exóticos y recreaciones de batallas. Permaneció activo más de 500 años.
Aquí se cometieron espeluznantes crueldades para deleitar al público, a cuál de ellas más sanguinaria. Cientos de miles de gladiadores, esclavos, prisioneros y animales murieron aquí de las maneras más terribles. El Bestiari era la persona encargada de organizar el espectáculo y debía reinvertarse a sí mismo contínuamente para sorprender al público y sobretodo al emperador. Si al emperador no le gustaba, lo mejor que le podía pasar es quedarse sin trabajo, pero lo más seguro es que fuera ejecutado de la misma manera en que había muerto alguno de los pobres desafortunados que daban con sus huesos en la arena.
Os cuento algunas curiosidades: El Anfiteatro Flavio cambió de nombre por "Coliseo" debido a una gran estatua de Nerón situada a la entrada de la Domus Aurea llamada "El Coloso de Nerón". El emperador Tito inauguró este edificio con unos juegos que duraron 100 días y en los que murieron nada menos que 2.000 gladiadores. El Coliseo tenía una lona para proteger a la gente del sol, aunque es bastante probable que esta lona sólo protegiera a las clases pudientes. Debajo del suelo (la arena) se situaban los pasadizos, las jaulas de los animales, maquinaria y las celdas de los gladiadores.
La vida de un gladiador era dura, pero estaban consideradas las estrellas de la época, algo parecido a lo que hoy sería un futbolista. Se hacían grandes inversiones en ellos y se les cuidaba para que dieran un buen rendimiento. En muchas ocasiones se les perdonaba la vida y si se les mataba era para aliviar su sufrimiento clavando un arma entre el omóplato y la clavícula para llegar al corazón, pues esta forma de muerte era mucho más digna que morir desangrado en la arena.
La mayor parte de los gladiadores se formaban en escuelas de gladiadores y los maestros eran los que decidían quienes luchaban, con qué armamento y en qué categoría. Los gladiadores podían ser voluntarios (muchachos que buscaban la gloria) y esclavos o prisioneros, que luchando de forma forzosa podían conseguir su libertad. También habían mujeres gladiadoras, aunque en un número mucho menor al de los hombres.
Después de una intensa visita al Coliseo de hora y media, decidimos irnos a tomar un helado. Nos vamos un rato al hotel a descansar.
Por la noche también se puede visitar el Coliseo desde abril a octubre. Cuesta unos 20 €, pero se trata de una visita guiada en la que se puede bajar a la arena (cosa que no se permite con la entrada normal). Nosotros lo dejaremos para otra vez, pero tiene que ser muy interesante y creo que merece la pena.
Después de estar descansando en el hotel un par de horas, volvemos a salir para cenar y dar una vuelta. Es viernes y la vida nocturna está en auténtica efervescencia. Hay incluso un tranvía en el que se puede tomar algo mientras recorres la ciudad. Llevan un festival que no veas.
Sobre las 00:30 llegamos al hotel y nos acostamos para seguir mañana con nuestra visita a esta bella ciudad.
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