sábado, 4 de septiembre de 2010

MALTA 2010 SEGUNDO DÍA

25 DE AGOSTO DE 2010


Son poco más de las 8 cuando bajamos a disfrutar de nuestro desayuno gratis, cortesía de la casa, en el hotel. No es gran cosa, pero tiene un poco de todo: bollos, galletas, cereales, café, leche, zumo de naranja (de bote), pan de molde, mantequilla, mermelada, embutidos, yogures y fruta. ¡Ah, y un bote enorme de Nutella! Mientras me tuesto el pan hablo con la chica de recepción que es la encargada de estar para el desayuno. Le pregunto qué tal se vive en Malta, porque siempre me gusta saber algo sobre el país que visito y resulta ser rusa, del sur a unos 1.000 km de Moscú. Ya decía yo que no tenía mucha pinta de maltesa...También me dice que tiene 33 años y esto sí que me sorprende porque yo no lo echaba más de 23. Ella lleva cuatro años viviendo en Malta y está contenta. Es un lugar mucho mejor para vivir que Rusia por muchas cosas y también para criar a los niños (no dice si ella tiene). Es muy seguro y apenas hay delincuencia y lo que más le gusta es la calidez de las personas; forma parte del carácter mediterráneo, imagino que en Rusia la gente es más fría, como pasa siempre en los lugares donde el clima es peor. Cuando estamos terminando de desayunar entran una pareja de españoles con un niño a desayunar y son catalanes sin duda porque cuando nos vamos y nos despedimos nos dicen. "Deu!"




Encontramos el coche fácilmente y nos ponemos en marcha hacia la Gruta Azul, que está en el suroeste de la isla, a unos 26 km aproximadamente. Esto, contra todo pronóstico, está muy bien indicado en las carreteras y carteles y no tiene pérdida. De hecho yo diría que es lo que mejor está indicado. Llegamos a las 9:30 de la mañana a Zurrieq, el pueblo desde el cual salen los luzzus (las barquitas tradicionales maltesas) que llevan a la Gruta Azul. El viaje cuesta 7 € por persona. Como la primera salida más o menos es a esa hora, aún hay poca gente, una familia de 4 personas, seguramente ingleses y cuando ya estamos montados en la barca llegan tres valencianos o alicantinos, por su forma de hablar. Cabemos solo 9 personas. Enseguida empieza la excursión.




A esas horas ya hace un calor de muerte y se agradece mucho el paseo por el mar, con la agradable brisa marina azotándote en la cara y revolviendo el pelo. Nos dan un chaleco salvavidas a cada uno mientras nos vamos rodeando la costa. Se trata de un serie de fabulosas cavernas marinas naturales con caprichosas y pintorescas formaciones rocosas. La verdad es que el color del agua es de un azul precioso y se ve el fondo, aunque hay mucha profundidad. Nos adentramos en varias cuevas, según el barquero, la Gruta Azul es la última en verse. El paseo en sí es muy bonito y recomendable. Después de visitar varias cavidades a cual de ellas más bonita, se llega por fin a la famosa gruta, en la que al entrar la luz del sol desde el exterior hace que el azul del agua sea aún más intenso. Me alegro de ser de las primeras personas del día, porque solo está nuestra barca. Seguro que si hubiéramos ido más tarde, habrían más y ya no sería lo mismo. Me llama mucho la atención un islote que veo en frente nuestro a lo lejos y me siento tentada de preguntarle al barquero qué es aquello, pero no lo hago. El color intenso del agua no invita a otra cosa que a bañarse pero en principio creo que no se puede, además para subir a la barca luego, ¿cómo lo haces? Desistimos por el momento y ya iremos a alguna playa de por aquí cerca.



Al volver pienso que por media hora, si llega que dura la visita, 7 € por persona me parece un poco caro, pero de verdad que merece la pena. Al llegar de nuevo a Zurrieq, miramos las dos tiendas de souvenirs que hay y compro unas postales (para variar) y en una de ellas sale el islote que vimos antes y el que me quedé con las ganas de saber: se trata de Filfa, un islote deshabitado de apenas un km de diámetro. Cuando retiramos el coche del párking donde lo hemos dejado se nos acerca un hombre mayor a pedirnos dinero, como si fuera el gorrilla. En la guía ya ponía que esto era muy habitual y que dando un euro se quedan más que contentos, aunque si no das, en teoría no dan problemas. Nosotros le damos un euro y todo bien. Ahora nos vamos a dirigir a los templos de Hagar Qim y Mnajdra, situadas muy cerca de Zurrieq (unos 5 km como mucho).




Constatamos cada vez más a cada instante que pasa que Malta es un socarral completo, es decir un lugar árido y desértico con caminos polvorientos. Me pregunto cuándo fue la última vez que llovió aquí...Aparcamos fuera de los templos, en el párking que, sorprendentemente es gratis. La entrada vale 9 € por persona, pero decidimos entrar, ya que es el único vestigio arqueológico que vamos a visitar. Nos hacen esperar pero en pocos minutos empieza la visita. Primero nos hacen pasar a una sala de audiovisuales. Somos ya un grupito de unas quince personas y entonces entra un señor, apaga la luz y empieza la proyección de un vídeo de unos diez minutos sobre algunas cosas de Malta pero en especial de los dos templos que vamos a visitar enseguida. No hay problemas para entenderlo, ya que sólo son imágenes acompañadas de música. Así no tienen que gastarse nada en traducciones. Cuando el vídeo se acaba, salimos por otra puerta y damos con un pequeño museo donde hay varias piezas encontradas en los templos, su historia, cronología y descubridores. Está escrito todo en inglés y maltés. Esto nos lleva como una media hora, aproximadamente, sobretodo yo que me lo miro y me lo leo todo detenidamente. He pagado 9 € y pienso disfutarlos.




El complejo consta de dos templos prehistóricos que ejemplifican el ingenio y compleja estructura social de la sociedad que habitó aquí hace más de 3.000 años y que desapareció súbitamente entre el 2.500 y 1.800 antes de Cristo. Se tratan de unas estructuras megalíticas que hace pensar y mucho en cómo narices se las ingeniaron para construirlas, ya que las piedras están perfectamente talladas, pesan muchísimo y además están puestas unas encima de otras en una altura que un hombre de estatura normal no llega. ¿Cómo es posible que construyeran esto en aquella época cuando todavía no existían ni las grúas ni las poleas? Sí, seguro que lo hicieron entre un montón de hombres fuertes y con ayuda de animales de carga, pero aún así parece imposible. En el museo, los primeros descubridores fantasean con la idea de que fue hecho por gigantes y a mí no pareció una idea tan descabellada.





Hagar Qim significa "Piedras erguidas" y fue descubierto en 1839. Está formado por un conjunto de habitáculos ovales añadidos en diferentes épocas en forma de trébol. Es de piedra blanca caliza de fácil tallado, que aún conserva la decoración original, tal y como pone en los carteles. Los restos del templo están protegidos inteligentemente del sol con una enorme carpa y se agradece porque al menos corre un fresquito agradable, ya que el sol es implacable y nos hace sudar a chorros. Las vistas desde aquí del mar son bastante buenas. Hay un camino que baja que seguimos porque seguro que lleva al segundo templo.





Y así es. Ahora nos encontramos en Mnajdra, a 5 minutos caminando desde el otro y que está protegido de la misma manera. Termina en un bonito acantilado y las vistas del mar con el islote de Filfa a lo lejos son espectaculares. Está construido con, aparentemente, la misma piedra que el otro, pero según la información que pone en los carteles, es mucho más resistente y por eso se encuentra mejor conservado. Tiene la misma decoración pero tiene nichos excavados, santuarios interiores y pilonos porticados (como puertas de piedra), que el de Hagar Qim no tiene. Hay una ventana perfectamente cuadrada, desde la que se dice, el sumo sacerdote realizaba sus predicciones). Se considera que ambos están muy unidos con el culto a la fertilidad, ya que se encontraron numerosas figuras de deidades femeninas que se exponen en el Museo Arqueológico de la Valeta. La vuelta al coche se hace mucho más pesada de lo que imaginamos. El camino parece interminable, cosa que no nos pareció a la ida, y el sol no perdona. Estamos deseando llegar al coche para poner el bendito aire acondicionado a tope y darnos algún baño en una playa cercana. La visita nos ha gustado. El lugar está muy guapo y es interesante.




El genial mapa que nos han mandado por correo desde la oficina de turismo de Malta nos señala una playa no muy lejos, en Ras Manzir. Javi aparca en un sitio y yo ni siquiera me bajo del coche, mientras consulto la guía mirando las playas que más recomienda. En dos segundos Javi vuelve a subirse al coche. Dice que la playa está muy muy abajo y que no es nada del otro mundo, así que mejor nos vamos. Según la guía hay una playa "Peter's Pool" cuyo nombre es bastante atractivo de por sí (la piscina de Peter), por lo que decidimos ir a echar un vistazo. Como siempre, la llegada es una odisea, gracias a las pocas indicaciones que encontramos por el camino y que nos hacen usar nuestra intuición en más de una ocasión. Al final encontramos un cartel que nos indica hacia la izquierda, y yo creo que realmente lo hemos encontrado de casualidad. El camino es realmente horrible. Es un camino de cabras, literalmente, y súper estrecho, con unos muros de piedra a un lado y al otro. Un todoterreno por ahí no cabe ni de coña y como nos crucemos con otro coche no sé qué vamos a hacer. Afortunadamente dura muy poco y desemboca en un aparcamiento de tierra bastante arregladito.




Cogemos las toallas y bajamos por el camino hasta la playa. Un camino bastante accidentado también pero que en 5 minutos o menos te deja en la Peter's Pool. Simplemente A-LU-CI-NAN-TE. Es un sitio precioso, con un agua cristalina y que realmente vale el viaje hasta allí (unos 8 km). Hay poca gente, de momento, así que perfecto. Nos encontramos a los catalanes que vimos ayer en el aeropuerto cogiendo un coche de alquiler. Él es profesor de primaria y son de Santa Eulàlia de Ronçana, un pueblo cerca de Granollers, provincia de Barcelona. Más tarde me enteraría que fue profesor de la hija de la pareja de mi padre. Qué pequeño es el mundo. Ellos se quedan una semana entera y se alojan en Qormi. Yo, al principio me da un poco de cosa y prefiero bajar por las escaleras que hay para poder salir del agua, pero Javi se tira desde lo alto. Oh, el agua está buenísima, el antídoto perfecto al insorportable calor que estábamos sobrellevando y además está muy profundo, aunque, como el agua está tan salada, a penas necesitas moverte para no hundirte. Javi ya ha cogido confianza y se tira desde el lugar más alto, que está a unos 7 metros de altura. Al principio se lo piensa porque da mucha impresión desde ahí, pero le echa lo que hay que echarle y se tira. Y le gusta tanto que repite un montón de veces. El lugar es perfecto para tirarse y muy seguro porque es recto y con mucha profundidad. Pasamos ahí un rato muy agradable y placentero, mientras hablamos con más españoles. Hay también una pareja que vive en Madrid en la que él es de Granada y ella valenciana, aunque nacida en Barcelona, con la que nos pasamos un largo rato hablando entre chapuzón y chapuzón. Miramos el fondo que se sitúa a bastantes metros debajo nuestro.




Se hace la hora de comer y abandonamos este precioso sitio para ir a Maraxlokk, el pueblo de al lado donde es famoso por su pescado y donde por lo visto se come muy bien. Como es algo tarde y tenemos hambre, vamos al primer restaurante que encontramos. Pido pan de ajo, brusketta y una ensalada de gambas. Javi comparte el pan de ajo conmigo y pide un plato combinado de patatas, huevo y bacon. Sinceramente pido la brusketta sin saber bien lo que es, pero resula el acierto de las vacaciones, tanto que lo pido todos los días como entrante. Se trata de pan dos rodajas de pan de payés tostado y calentito con tomate por encima y una salsa de alcaparras y olivas verdes con ajo, vinagre, aceite de oliva y sal. Sencillamente exquisito. La ensalada de gambas también está muy bien, con un montón de gambas saladas que hay que pelar, aunque el pan de ajo para mi gusto está muy seco. La comida con una bebida por cabeza y una botella de agua para los dos de 75 cl nos cuesta 23 €, que está muy bien. Yo he comido muy muy agusto. Son las tres de la tarde y el sol abrasa sin piedad. Justo enfrente del restaurante está el puerto y hay un mercadillo bastante grande situado en él. Damos una vuelta. Vemos que muchos souvenirs son más baratos que en las tiendas y compramos algunas cosas: un cuadrito, un autobús y alguna cosa para la familia. En el puesto donde compramos todo esto conocemos a un chico español y empezamos a hablar con él durante un rato. Le hablamos de la piscina de Peter y al final decidimos volver de nuevo con él, con la excusa de enseñarle el sitio, ya que él no tiene coche.




Pasamos una hora más allí. Él se llama Ángel, es de Cuenca, también profe, pero de secundária de artes plásticas y ahora lo han destinado a Molina de Aragón, en Guadalajara. Está estudiando un curso de inglés en Sliema, cerca de La Valeta. Después lo dejamos otra vez donde lo encontramos y nos intercambiamos los móviles para quedar otro día y para tener contacto, aunque al final entre unas cosas y otras, no dio tiempo. Marchamos raudos hacia Mdina y Rabat, pero antes paramos en un Lidl para comprar algunas cosas para la cena. Mdina es una ciudad medieval y que, al igual que Rabat, tienen nombres de ciudades marroquíes. La verdad es que parece una ciudad antigua Marroquí. Rabat no tiene nada, solo las catacumbas de Santa Ágata y San Pablo, que a esas horas están más que cerradas (son ya las 6 de la tarde), que seguro que son muy interesantes de visitar, pero bueno, otra vez será...Medina es preciosa aunque a esas horas está muerta, con alguna tiendecita abierta. Lo bueno es que podemos hacer buenas fotos sin que haya gente por en medio. Fue una vez capital del país, hasta que en 1571 los caballeros de la orden fijaron la capital en La Valeta. Aquí también hay un Mdina Experience, de hecho hay un Experience en cada ciudad importante de Malta. Hay un museo de antigüedades romanas, varias exposiciones y una catedral. Como también está enmurallada y arriba de una colina, se ven buena vistas desde allí.




Empieza a caer la tarde y pensamos en ir a los acantilados de Dingli. Empieza a nublarse cada vez más y hace hasta fresco, que la verdad se agradece un poco después de tanto calor sofocante. La carretera también es horrible, pero no tanto como el camino a Peter's Pool y paramos en varios sitios pero no se ve bien porque hay niebla y además se ve abajo más tierra y el mar a lo lejos, es como un acantilado escalonado. La carretera sigue y se convierte en un camino tan malo como en la Peter's y como no estamos seguros y además cada vez se ve peor porque está oscureciendo, decidimos volver al hotel. Javi se baña en la piscina mientras yo le espero sentada en una silla. No me gusta bañarme de noche, me da frío en seguida. Volvemos al horno que es nuestra habitación, nos duchamos, preparamos la cena y descubrimos que la cadena del váter está arreglada, tal y como nos prometió el recepcionista, pero se vuelve a estropear. Paso de volver a decírselo, pienso que para lo poco que estamos aquí, nos podemos apañar perfectamente con cubos de agua. Pajareamos un rato y nos vamos a dormir. Mañana cogeremos el ferry a Gozo y pasaremos el día allí.

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