domingo, 19 de agosto de 2012

MONTSEGUR

MONTSEGUR

Montségur es un bonito y pequeño pueblo francés que está situado bastante cerca de la frontera española. Es famoso por su castillo, ya en ruinas, el cual fue el último vestigio de resistencia cátara. En 1243 el castillo fue sitiado por el Papa Inocencio III y su ejército y el sitio duró casi 10 meses, al final de los cuales, la población capituló por falta de víveres. Todos aquellos que no quisieron renunciar a sus creencias cátaras, fueron quemados en una gran hoguera, y el lugar donde se hizo está hoy conmemorado con una cruz de piedra en lo que se llama "Prat dels cremats" (prado de los quemados).

Los cátaros eran una rama del cristianismo que se denominaban a sí mismos cristianos puros. No creían en la virgen ni en los santos, practicaban la pobreza y el ayuno y no veneraban imágenes. La única oración que rezaban era el Padre Nuestro. Se negaban a comer todo aquello que provenía de un coito (carne y derivados y todo aquello que proviniese de los animales) y no podían matar a ningún ser viviente ni juzgarlo, ya que creían que eso ya sería tarea de Dios en el momento de su muerte. Creían en la reencarnación y se alimentaban de lo que provenía de su trabajo, principalmente hortalizas y verduras. Se les tenía permitido comer pescado porque la mayoría de los peces no copular, aunque raras veces lo comían.

Creían que el mundo estaba creado por una dualidad: la luz (Dios) y el mal (Satanás). Rechazaban todo lo material y lo carnal porque creían que en ello residía la entidad demoníaca. Negaban el bautismo y la eucaristía, así como todos los sacramentos. Aquellos que cumplían todas estas normal y además se mantenían célibes y vírgenes durante toda su vida, eran denominados "perfectos".

Una vez más, gracias a la intolerancia humana y especialmente, la intolerancia eclesiástica en la que según ellos sólo puede haber una fe (la suya) tal y como ellos dicen, exterminaron a una gente inocente solo porque sus creencias eran diferentes. Aunque los cátaros se extinguieron prácticamente, sus creencias siguieron transmitiéndose en secreto de generación en generación y se presume que algunos de los personajes más famosos de la historia, como el enigmático Leonardo Da Vinci tenía creencias cátaras por sus prácticas. Pero se han dicho tantas cosas de él...



El castillo está situado en la cima de una pequeña montaña al lado de una carretera, donde hay un párking gratuito donde se deja el coche y comienza el camino de ascenso. El camino es un poco duro y tiene un desnivel importante, pero solo dura una media hora aproximadamente. Se puede hacer con niños, si no son muy pequeños. También se puede acceder con perros, siempre y cuando vayan atados. A un tercio del camino, se encuentra la taquilla donde hay folletos explicativos en varios idiomas, incluidos el catalán y el castellano. El precio de la entrada es de 4.5 € por persona. Teniendo en cuenta que sólo son unas ruinas quizás es un poco caro, pero todo lo turístico ya se sabe...Está bien que te hagan pagar pronto, porque si no, alguno se daría la vuelta. De esta manera ya has pagado, ya no puedes echarte atrás.

Es totalmente recomendable por la excursión en sí y las vistas que ves a lo largo del camino y desde arriba, especialmente si hace un día claro y maravilloso como el que tuvimos nosotros. Si vais en verano os recomiendo que vayais prontito, sobre las 9 o así para que no os encontreis con mucha gente y no paseis tanto calor. Si no, luego se hace insorportable...


Si seguimos la carretera que nos ha llevado al castillo hacia abajo, nos lleva al pueblo de Montségur. Es un minúsculo pueblo medieval de calles empedradas pero bonito. Hay varios restaurantes y bares con encanto en los que comer o tomar algo, tiendas de artesanía. En la entrada del pueblo está la oficina de turismo, donde podreis comprar algunos souvenirs y también os darán información del pueblo, el castillo y la zona. Os darán un pequeño mapa que tiene marcado un recorrido por el pueblo para saber cuáles son sus puntos más importantes. En el pueblo hay un museo donde explica toda la historia del castillo y podeis ver expuestos los diferentes objetos que se han ido encontrando en las excavaciones. Yo no lo visité pero creo que debe estar bien y me parece que el precio es inferior al castillo. A las afueras hay para montar a caballo y hacer diferentes deportes.



11 DE AGOSTO DE 2012



Nos levantamos a las 7:30 de la mañana y hacemos un buen desayuno con nuestras provisiones. Después nos aseamos, recogemos las cosas y nos vamos de Tarascon-Sur-Ariège hacia Montségur. Esta vez el camino es más corto, afortunadamente. Son solo unos 40 km que nos llevará una hora aproximadamente de coche. El recorrido, como siempre es digno de ver por todo el paisaje que se abre ante nuestros ojos. El día es espléndido y el calor ya aprieta. Sobre las 9:00 llegamos al parking que está situado justo debajo del castillo. Cargamos la mochila con agua para nosotros y agua y algo de comida para Xia y empezamos el ascenso. Os recomiendo que hagais esto porque una vez arriba llegareis problablemente sedientos y no hay ningún lugar donde poder obtener agua.  Miramos el castillo desde abajo. Está muy arriba, ¿hasta ahí vamos a subir? Afortunadamente parece que la mayoría del camino es en sombra.


Cada vez el camino se hace más empinado y dificil y empezamos a sudar como pollos. Llegamos a la taquilla casi sin resuello y compramos los tickets y el chico nos da algunas indicaciones en un castellano con un divertido acento francés. También habla catalán. Aún quedan 20 minutos más. Es decir, sólo hemos hecho una tercera parte del camino. Durante éste, vamos encontrando diferentes indicaciones sobre el castillo, los cátaros y sus costumbres. La mayor parte del texto es en francés, pero hay una pequeña parte traducida al español, catalán e inglés. También pasamos por el Prat dels Cremats. Conforme vamos subiendo las vistas son mejores. Empezamos a encontrar a algunas personas que bajan. Es el mismo camino de ida y vuelta y es estrecho, por lo que tenemos que apartarnos a un lado para que la gente pueda pasar. Por fin, casi sin aliento llegamos al castillo. Como es pronto aún no hay mucha gente y puede verse muy bien.




Primero descansamos un poco en la sombra y bebemos agua. Corre una brisita fresca que agradecemos un montón. Después recorremos el interior de las murallas, ya que sólo se conserva esto del castillo y también los exteriores. Vemos un pequeño foso y rodeamos el castillo tanto por dentro como por fuera. Vemos las maravillosas vistas que nos ofrece la panorámica y el pueblo allí abajo. También vemos nuestro coche que desde nuestra perspectiva es casi microscópico.




Después de un rato, iniciamos el camino de vuelta. Ahora ya empezamos a cruzarnos con bastante más gente que sube y la temperatura ha subido. Nos alegramos de haber llegado temprano. Una vez abajo, cojemos el coche y seguimos la pequeña carretera que nos lleva al pueblo, a unos pocos kilómetros (8 o incluso menos). Aparcamos el coche en un aparcamiento gratuito de tierra de la entrada y entramos en la oficina de turismo para informarnos un poco de qué ver en el pueblo y en la zona. Nos da un pequeño recorrido para hacer por el pueblo y ver los puntos de interés de éste y un mapa de la zona. Hay pequeños pueblos al redededor. Unos 10 km más abajo del pueblo, por la misma carretera está la Fuente de Fontestorbes y hacia arriba, ya bastante pasado el castillo, aunos 20 km hay una cascada. Vemos el pueblo. Es muy pequeño y no tiene gran cosa, pero es cuco y tiene varios restaurantes y bares con encanto en los que disfrutar de un buen aperitivo.



Una vez visto el pueblo, vamos a la fuente, donde también se puede aparcar gratis. La fuente está situada a las afueras de una pequeña gruta escarbada en la montaña. Tiene un curioso sistema totalmente natural (no intervenido por la mano del hombre) que hace que el caudal varíe cada ciertos minutos. El ciclo completo dura una hora y media aproximadamente. Cuando llegamos había muy poco caudal y media hora más tarde, cuándo ya nos íbamos, el caudal había aumentado por lo menos 10 veces más. Al lado de la fuente hay una explicación de esto en francés, español e inglés. En frente de la fuente, si se cruza la carretera, se llega a una zona donde hay un restaurante, una zona de picnic, baños (muy limpios) y un recorrido para hacer entre árboles con tirolinas y otras actividades. Especialmente para niños pero que también pueden hacer los adultos porque hay diferentes grados de dificultad. Debajo del puente que lleva al restaurante corre un río. Nosotros bajamos un rato a pasear por la orilla y refrescarnos un poco, aunque no nos bañamos.


Después, intentamos ir a la cascada de Roquefort Les Cascades, cerca del pueblo de Rapy, pero más o menos a medio camino, la carretera está cortada sin ningún motivo aparente. Intentamos ir por otro sitio pero no puede ser. Como es la única carretera que va allí, para ir a la cascada, tendríamos que dar un vueltón que nos llevaría por lo menos dos horas, así que lo dejamos correr. Otra vez será. Decidimos ir a Axat, donde tenemos nuestro próximo hotel.  


Llegamos al hotel a las 14:00 pero está cerrado y hasta las 16:00 no abren. ¿Qué hacemos en dos horas? Pues no nos queda más remedio que ver las inmediaciones. El pueblo no tiene nada. La carretera que lleva al pueblo recorre un paraje espectacular. Es una garganta con un río abajo. Paseamos por aquí y hacemos algunas fotos. Al final de la garganta hay una zona de picnic, un río y un chiringuito de hamburguesas. Decidimos comer algo y pasear por el río, donde cada cierto tiempo pasan balsas de gente haciendo rafting. Cuando es la hora nos vamos al hotel y nos instalamos. Aunque la entrada da mala sensación porque parece vieja, el restaurante, situado justo en la entrada, parece estar súper bien. Es un pequeño hostal con 10 habitaciones.  En la primera planta hay una sala de estar con tele y la 2ª y 3ª planta está dedicada a las habitaciones. A nosotros nos toca en la 3ª y no hay ascensor...La habitación es la mar de cuca, con el techo abuardillado. Da a la carretera general y justo debajo tenemos aparcado el coche. No hay aire acondicionado, ni siquiera un triste ventilador y hace un calor espantoso. Decidimos descansar un poco, darnos una ducha y decidimos que pasaremos la tarde en Carcassone, que está a una hora en coche de aquí.


Llegamos a la romántica Carcassonne. Esta ciudad te traslada a los bonitos cuentos de princesas y castillos que tan bien hemos visto en las películas de Disney y te hace soñar...A nosotros nos trae un especial bonito recuerdo, ya que fue nuestro primer viaje juntos, hace ya 7 años....Aparcamos en uno de los múltiples parkings que hay a las afueras de la Cité. 1 € la hora, no está mal para tratarse de un sitio tan turístico. Entramos por la puerta principal, la que atraviesa el foso y vemos riadas de gente arriba y abajo de la calle. Como siempre....está a petar y más en las fechas en las que nos encontramos. Pero ya lo sabíamos, así que nos lo tomamos con filosofía y paseamos tranquilamente por sus calles empedradas, admirando cada centímetro, sus bares, plazas, restaurantes,....


Decidimos tomarnos un batido para aplacar el calor en una bonita terraza interior. Y hay wifi gratis!!! por fin podremos saber algo del mundo, después de estar un par de días desconectados. Cuando nos ponemos al día y después de habernos bebido el batido, damos un paseo más y ya iniciamos el camino de vuelta al hotel para cenar de nuestras provisiones y descansar.






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