Nos levantamos temprano y nos vamos hacia Les Bagneres de Luchon en Francia para ver el lago d'Oô, del cual Javi ha oído hablar y ha visto cosas por Internet. La verdad que las fotos que salen son espectaculares. Está a un par de horas en coche desde Las Paules. No creo que haya mucha distancia, pero son carreteras de montaña y no se puede ir a mucha velocidad.
Es fácil llegar. El día de antes hemos mirado por Internet las indicaciones y aunque el GPS no te lleva al lago, sí te lleva a Bagneres de Luchon, con lo que esperamos que a partir del pueblo hayan indicaciones para llegar y así es.
Dejamos el coche en una especie de parking que hay y empezamos a hacer el camino. Al principio hay como una verja y un mapa con todos los itinerarios que hay para hacer. Hay varios lagos más arriba y seguramente el paisaje será más bonito, pero nos conformamos con ir al primero porque sabemos que estamos en pésima forma.
El camino es todo empinado y enseguida empezamos a notar (yo en especial) que debemos hacer más deporte y quitarnos los kilos que nos sobran. Hacemos varias paradas en el camino para coger aire y beber agua (hay varios caños de agua por todas partes, riquísima) y tras una hora y media llegamos al primer lago, en el que hay un embalse. No somos capaces de seguir hacia arriba. Estamos muy cansados y además ya son las 2 de la tarde, seguramente se nos hará muy tarde. Aunque hace sol, ya lo están tapando las montañas y el lago va quedando poco a poco en la sombra, pero es un sitio precioso. Eso sí, hace bastante viento y el viento es fresquito...Xia está encantada con la excursión.
Tras estar ahí un buen rato y hacer unas cuantas fotos, hacemos el camino de vuelta. Comeremos en Bagneres de Luchon, aunque son casi las 4 y no sabemos si nos darán de comer. Normalmente en los pueblos de montaña franceses cierran las cocinas a las 14:30....En la calle principal del pueblo está todo bastante animado. Se ve gente comiendo (o merendando, no se sabe, con los horarios que hay por ahí...) las tiendas están abiertas...Parece que podremos comer algo. Dejamos a Xia en el coche en un parking que hay gratuito al final del pueblo y buscamos algún restaurante. Entramos al primero que nos parece y preguntamos. Nos dicen que a esa hora solo sirven pizzas, lasañas y ensaladas. Perfecto!! Yo me pido una especialidad francesa que lleva verduras, carne picada y patata, todo con salsa de trufa y gratinado. Lleva también un poco de ensalada. Está buenísimo!! Javi opta por una pizza. Después nos dedicamos a pasear por la calle principal del pueblo y a mirar tiendas.
Vamos a buscar a Xia y repetimos el mismo paseo. En la entrada del pueblo hay un gran balneario y un parque con gente paseando y damos una vuelta por allí. Luego ya, cuando empieza a oscurecer volvemos para el camping. Mañana nos levantaremos temprano y nos iremos para casa porque a las 14:00 tenemos que estar en la entrada del spa que tenemos reservado en Barcelona. Ha sido un fin de semana genial, un soplo de aire fresco (y nunca mejor dicho) para poder desconectar del trabajo, de la rutina del día a día y en el que nos lo hemos pasado muy bien.
El camino es todo empinado y enseguida empezamos a notar (yo en especial) que debemos hacer más deporte y quitarnos los kilos que nos sobran. Hacemos varias paradas en el camino para coger aire y beber agua (hay varios caños de agua por todas partes, riquísima) y tras una hora y media llegamos al primer lago, en el que hay un embalse. No somos capaces de seguir hacia arriba. Estamos muy cansados y además ya son las 2 de la tarde, seguramente se nos hará muy tarde. Aunque hace sol, ya lo están tapando las montañas y el lago va quedando poco a poco en la sombra, pero es un sitio precioso. Eso sí, hace bastante viento y el viento es fresquito...Xia está encantada con la excursión.
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