sábado, 4 de febrero de 2017

2º DÍA: MURTEN - GRUYÈRES - EGUISHEIM

25 de noviembre de 2016


A las 7:30 suena el despertador y nos arreglamos un poco para bajar a desayunar. Hace el mismo día que ayer y la misma temperatura, aunque yo miré la previsión meteorológica y dan lluvia para hoy. Esperemos que no llueva mucho.








Tras desayunar, recoger el equipaje y hacer el check out partimos para Murten. 










Murten es un pueblo cuyo casco antiguo está envuelto por una muralla por la que se puede pasear. Es peatonal, aunque los coches aparcan en la calle principal. Nosotras hemos aparcado en el parking público que hay afuera, que cuesta 1 € la hora.










Nada más atravesar la puerta que da al casco antiguo, a la derecha se encuentra la oficina de turismo. Nos explican que el pueblo tiene poco que ver, además de sus calles y la cornisa de la muralla, pero nos dan un poco de información de los alrededores, que está lleno de lugares preciosos, un lago muy grande, ….Tendremos que dejarlo para otra ocasión.











Caminamos a lo largo de la calle principal y vemos sus locales, sus tiendas y cuando llegamos al final torcemos a la izquierda para ver las calles secundarias. Gran parte del pueblo está en obras.













Y llegamos a la cornisa, desde la cual se tienen buenas vistas del pueblo y de lo que hay fuera de la muralla.













Pasamos un buen rato caminando por aquí y haciendo fotos.











Después decidimos ir a la otra punta del pueblo, desde la que se ve el lago, aunque está bastante lejos. Pero las vistas están muy bien.











De vuelta compramos unos pastelitos en una bombonería que hemos visto. Paseamos un poquito más y volvemos al coche.













Ver este bonito pueblo, no os llevará más de dos horas y eso porque nos lo estamos tomando con muuuuuucha calma, porque queremos disfrutar del momento.







Turno de Gruyéres. En una hora llegamos a este precioso pueblo, famoso por el queso, entre montañas salpicadas de casitas de Heidi y vacas con manchas negras y blancas.  






Un poco más abajo de lo que es el pueblo está la fábrica de quesos, que se puede visitar y por supuesto, comprar queso allí. Vamos un poco justas de tiempo, así que decidimos dejarlo para luego, si da tiempo. Si no, tampoco pasa nada.







Es una lástima que el cielo esté tan encapotado. Este pueblo está rodeado de montañas y las vistas de las mismas con nieve tiene que ser una pasada, pero hay mucha niebla y no se ve. No por eso pierde su encanto. El parking de la entrada al pueblo está completo. Bajamos un poquito más y lo aparcamos en un lateral de la carretera, que es apto para aparcar. Y encima es gratis!









Gruyéres sólo tiene una calle, pero es muy bonito. Hay algunas tiendas y restaurantes y la calle finaliza en el castillo. 











Curiosamente, de este pueblo es el creador del famoso Alien de la película con el mismo nombre y hay un museo dedicado a él. El restaurante también resulta curioso. Y está también el Museo del Tibet, con más de 300 esculturas budistas, pinturas y obras rituales de las diferentes regiones del Himalaya. 












La entrada al castillo cuesta unos 12 € y, dependiendo de lo que te recrees en verlo, generalmente en una hora ya lo tienes. Hay un vídeo que te explica un poco la historia del castillo y del pueblo de Gruyéres que dura unos 20 minutos. Data del siglo XI, aunque posteriormente se han hecho varias remodelaciones.







Está decorado al estilo del siglo XIX y hay numerosas instancias como la cocina, el comedor, salas de estar, habitaciones, etc.








Tras ver el castillo llega la hora de comer. Hay varios restaurantes por la zona y todos son caros. Suiza es bastante cara, en especial para comer. Al final nos decantamos por uno que tiene decoración rústica y que nos parece muy acogedor. La camarera es portuguesa, pero habla un español perfecto, así que no tendremos problemas con el idioma.



Hay que pedir un surtido de quesos. Al final decidimos pedir tres platos para compartir: una tabla de queso y una de embutidos, que incluye una copa de vino cada una, y un plato de pasta con una salsa parecida a la carbonara. Es una excelente oportunidad para probar los quesos y el vino de la zona. Todo está muy rico. Los quesos geniales, nada que ver a lo que encontramos en el supermercado. Ninguno de estos quesos tiene agujeros.


Después de comer nos marchamos. Toca cambio de país. Tenemos que estar en Eguisheim (Francia) antes de las 18:30 y ya son las 16:00. Tenemos dos horas y media de camino.


Es viernes por la tarde y todo el mundo debe irse de fin de semana. Hay una caravana tremenda. A las 18:30 aún estamos lejos de nuestro destino y decido llamar al dueño del apartamento que hemos alquilado. Me dice que no hay problema, pero que él vive en un pueblo a unos 20 km de allí. Que cuando vayamos llegando le avisemos.


A las 19:00 aún nos queda un rato para llegar y vuelvo a llamarlo. Por fin, a las 19:30 llegamos a Eguisheim. Nos hemos pasado toda la tarde en la carretera y se ha hecho bastante pesado. Esperemos que no nos pase más estos días….


El pueblo de Eguisheim es precioso. Parece sacado literalmente de la película “La Bella y la Bestia” y tenemos el apartamento en pleno casco antiguo. 








El apartamento está muy bien equipado, muy moderno y acogedor. Entre que el dueño nos da las llaves, nos explica algunas normas y hacemos el pago de la fianza que mañana nos devolverá, se nos hacen más de las 20:00 y todas las tiendas están cerradas. Queremos comprar pan para la cena.














Preguntamos en un restaurante cercano y nos venden una barra de pan buena, de las de pueblo. Cenamos la mar de a gusto en la mesa del apartamento (normalmente cenamos en la habitación del hotel y es un poco más incómodo) del embutido que hemos traído, algunas latas y ensalada.











Tras reposar un poco decidimos dar una vuelta por el pueblo. Está todo tan bonitamente adornado de navidad que no nos lo podemos perder. Hay algunas personas paseando como nosotras. 












Hace un poco de frío, pero es soportable. 












Hacemos algunas fotos y sobre las 11:00 volvemos al apartamento.





Nos duchamos, nos ponemos cómodas, descansamos un ratito y luego nos vamos a dormir. Así finaliza nuestra primera noche en tierras francesas.

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