LA SELVA NEGRA
Alemania entera es un país precioso. De norte a sur y de este a oeste. Vayas donde vayas.
Pero quizá la Selva Negra sea uno de los lugares más bonitos. Al menos es uno de los más turísticos. Y no os la podéis perder. Se llama así porque tiene bosques frondosos donde predomina el pino y el abeto negro.
La capital es Baden-Baden y hay multitud de pueblecitos para ver, senderos que recorrer y rutas que hacer con el coche.
En esta web podéis encontrar bastante información para haceros vosotros vuestra propia ruta:
http://www.caminandoentrebosques.com/pueblos/alta-selva-negra
http://www.caminandoentrebosques.com/pueblos/baja-selva-negra
Es muy difícil elegir sólo unos cuantos. Elijáis lo que elijáis no os arrepentiréis.
QUÉ VER EN SASBACHWALDEN:
En los alrededores también hay lugares geniales para ir, como Offerburg y Baden-Baden no queda lejos. Está todo lleno de montañas y pueblos bonitos. Y viñedos. Cualquier sitio al que vayáis os encantará.
QUÉ VER EN GENGENBACH:
De nuevo, como ocurre siempre que se visita un pueblo pequeño y encantador como este, es perderse entre sus calles. Callejear apaciblemente disfrutando de cada momento y sintiéndote formar parte de un cuento o de un cuadro. Porque en eso se inspiraron seguro para crear un pueblo como este.
27 de noviembre de 2016
El día amanece de nuevo nublado y
hace frío. Después de desayunar y recoger todo, dejamos las maletas en la
consigna del hotel y nos vamos hacia la Petite France.
Entramos por el lado contrario
por el que entramos anoche, al lado del río.
Vemos como uno de los barcos Batorama,
que son los que cruzan los canales, tiene que superar un desnivel para poder
seguir navegando. Es interesante ver todo el movimiento de esclusas.
Nos dejamos llevar y paseamos por
todas las calles de la Petite France. Vemos otro mercado navideño diferente al
que vimos anoche. Compramos algunas cosas, vemos tiendas, ….
Y entonces el día
se abre y vemos por fin el sol. El sol que te acaricia la cara y te da
calorcito. Qué sensación tan agradable.
Caminando llegamos a la catedral.
Tenemos intención de verla por dentro pero hay una cola tan enorme que se nos
quitan las ganas. Sabemos que tiene un reloj astronómico en la fachada y aunque
lo buscamos, no conseguimos encontrarlo. Ya son las 15:00 y es hora de
poner rumbo a la Selva Negra.
Tras una hora ya estamos en
Alemania, en un pueblecito llamado Sasbachwalden. Sí….muy fácil de pronunciar
jajaja…..De hecho llamar pueblo a esto es un poco osado.
Es una carretera con
casas a ambos lados y algunas tiendas. Arriba del todo una iglesia, un colegio
que para lo pequeño que es el pueblo es bastante grande y está muy bien. Como
es domingo por la tarde está todo cerrado.
Nos llama la atención que hay
bastantes pensiones y bares. Hay indicaciones para la oficina de información
pero no la encontramos. Seguro que está cerrada.
Paseamos por el pueblo. Yo lo
descubrí navegando por Internet y en un blog de los que consulté para organizar
este viaje. Y sí, es bonito, pero tampoco imprescindible. Hay un montón de
sitios más interesantes que éste para ver, pero bueno si pasáis por al lado no
es mala idea echar un vistazo.
Se está haciendo tarde y la luz
va disminuyendo poco a poco. Son las 17:30 y no hemos comido. Desayunamos bien
por la mañana y luego picamos algo en uno de los mercados navideños, pero
empezamos a tener hambre. Así que haremos una comida-merienda-cena. Entramos en
una Gästehaus (o pensión) a ver qué nos dan de comer.
No entendemos nada de la carta
porque todo está en alemán. Y mi alemán está muy oxidado el pobre. Ya casi no
recuerdo nada. Además la camarera apenas habla inglés….Pues bien, jugaremos a
la improvisación. Pediremos a dedo de la carta y a ver qué pasa….
Mi hermana y yo pedimos lo mismo
y resulta ser una ensalada de jamón dulce, zanahoria, queso, pepino, cebolla y
pepinillos. Con mucho vinagre. Muchísimo. Y mira que a mí me encanta, que en
casa nunca me dejan aliñar la ensalada porque dicen que me paso. Pero esto ya
es demasiado. A mi madre le traen una especie de pizza con champiñones que está
muy rica.
Me llama la atención que dejan
entrar a los perros aquí. Llevan una preciosa perra de una raza parecida a un
labrador. A mí por supuesto no me molesta en absoluto. La mujer nos ayuda a
pedir el postre.
Dice que su favorito es un helado de vainilla con nata y salsa
de frutos rojos caliente. Está de muerte.
Después de hablar con ellos otro
rato más, ponemos rumbo al hotel cercano a Gengenbach ya que nos están
esperando.
En una media hora llegamos. En
realidad es una casa de huéspedes (una Gästehaus) y nos estaban esperando para
darnos la llave y salir corriendo. La mujer tiene ganas de plegar. Nos pregunta
a qué hora queremos el desayuno y se marcha. A nosotras nos da la impresión de
ser las únicas en toda la enorme casa. Da un poco de miedo…. Aquí solo hay
internet por cable, así que nada de wi-fi. Por un día estaremos totalmente
desconectadas y la verdad es que no nos importa.
Decidimos ir a Gengebach que
queda a unos 10 kilómetros.
Cuando llegamos el mercado navideño ya está cerrado
(son las 20:00) y apenas hay nadie. Hay poca iluminación navideña.
Sobretodo
teniendo en cuenta lo recargado que estaba en los otros sitios, pero era tan bonito….
Tras pasear un rato, a las 20:45
decidimos volver al hotel. Nos duchamos, cenamos y nos vamos a dormir, que
mañana ya es nuestro último día :(
No hay comentarios:
Publicar un comentario